Préstame tu luz, la tuya, la que ilumina
con fulgores mi cercado todo, dándome las rojas alegrías que burbujean intensas
en el sol que redondea las armonías equidistantes en el humo danzante del amor.
Préstame tu luz, es el color del tiempo
donde aun me atrevo a amar, ilumina mi mirada que creí perdida en una lejanía
distante.
Te llamo hasta quebrar mi voz, por aso me
derramo en llantos y sangra mi corazón.
¡Préstame tu luz, la necesito!, mis manos
se angustian en el aire por el largo alumbrar del movimiento.
Quiero sentirla como se siente el agua
del puerto, pensativa, calmada.
La gozaré en un temblor de hojas en que
se paran gotas del cielo al suelo.
La quiero para soltarla al viento al son
de mis deseos, eres la luz de mis mañanas que aguardo entre mis cantos, risas y
sones de poemas que tú me inspiras, que caen sobre el papel como manchas
florecida del azar.
Dame tu luz, no me dejes en las sombras
entre las angustias, los deseos no cumplidos y el dolor de no tener la luz que
no se tiene y el gozo de esperar la que vendrá.
Quiero colmarme con la claridad que tú
tienes.
Vamos hacia ella los dos, nunca más
solos.
Mundo de dos, verdad de dos, verdad
paradisíaca iluminada por tu luz prístina y pura ya no mas días y noches solos.
Préstame tu luz la que abre mis caminos,
y pone en sus finales embarcaderos con alas, en un nido nuestro donde nos
encontramos con el alma y las manos, en suaves y aterciopeladas caricias y
alegrías en un final cierto en nuestro existir.
Préstame tu luz, mi cuerpo tiembla, es la
felicidad que esta ya cerca en su gran marcha subceleste, hollando nubes,
quebradas, roquedales, a una velocidad de luz de estrella desde las lejanas
constelaciones y mis ojos bien abiertos la esperan con frenesí y anhelos.
Es tu luz, la que buscaba, no luces soñadas,
sólo la tuya, la que ilumina mi vida toda y se expande luciendo en mi alma su
forma decisiva.
Me estremezco sólo de pensar que mi alba
iluminada en desatada prisa me transporta a tu mundo, amado mío en alas leves
hacia la felicidad del gran gozo de amar y ser amada.
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