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sábado, 16 de febrero de 2013

La esencia de tu ser


La esencia de tu ser bien oculta en el rojo silencio de tus ríos interiores duerme tu espíritu en una fugaz luz, estalla en la mañana como amor retenida en pimpollo.
Mi alma, cercada de tinieblas, al infinito se alarga cuando tú como bálsamo tenue me haces perder el miedo en tus brazos que me estrechan poderosos y frágiles con la fuerza de tu amor, plena magia que suena como dulce melodía.
La esencia de tu ser me inunda cual hiedra de amor, con tu sangre vibrante que forma raíces profundas y enlazadas en mi mundo interior.
Naciste como perfil modelado en blanda cera en los duros biseles del silencio, estás inmóvil como águila en espera, con el calor de tus hombros enlazo la cima de los cielos con la tierra.
No se cuando empezamos a conocernos, cada mañana nos empezamos a encontrar, cada nuevo beso es para mí, mi primer beso, mi verso debía decirte lo que para mí has sido, tú tenías la palabra exacta con ternuras compartidas.
La esencia de tu ser, mi corazón palpita deseoso de poder llegar a tenerte en mis brazos, sentir tu sutil aroma, con el solo anhelo de llegar a reflejar tus ojos en lo míos haciendo que mi alma se sumerja en un éxtasis infinito. 
Así esta pequeña ideología tuya provoca en mí los sentimientos más profundos ideando tu figura mientras nuestros corazones siguen bebiendo de la misma fuente como en la hora tiernísima del juego y de la leyenda, regalándome primaveras inagotables de tu alma.
La esencia de tu ser, esa materia que se presenta como un himno favorito entre notas que suben en números acordes de tu pecho a mi oído y despierta una viola celeste llevándome al cielo como las alas de un ángel, armonizando su son con tus cantares y tus risas.
Siempre amparándome en tu ser y se asoman a mi pecho tus sentidos, temblando mi cuerpo al sentirte cerca de mí.
La esencia de tu ser, principio de un amor sin tregua y así voy por veredas de la tarde perdida para siempre en tu embeleso.
Mi rostro feliz, mis brazos libres, recorriendo mis sentidos sin orillas, vuelvo a tu boca olorosa, quedándome en el deseo creciente de las aguas, jugando con tus sueños y mis anhelos.
La esencia de tu ser, es mi paz intacta del manantial de mi dicha.

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