Vives para mí, esas palabras tuyas traspasaron los
límites de mi alma y muy a lo hondo llegaron como un preludio del alba entre
copos de rocío.
Vives para mí, escribiste en una de tus cartas de amor,
hace mucho tiempo, que te doy paz, tranquilidad, amor y sanación total de
cuerpo y alma,
Mi amor por ti se filtra de mi cuerpo, de mis sentidos y
hace feliz a todo aquel que está en mi esfera, a mi alrededor.
Vives para mí como yo para ti y me haces dar en el ir, en
un ser desprendido, ligero y sin raíces sintiéndome ansiosa por percibir la
plenitud que nos rodea.
¿Cómo me vas a explicar la dicha que no sabemos por qué
es?, ni de quien ha sido, si es pura dicha de nada, si aún no nos hemos
conocido.
Imagino tu mano sobre mi mano, paseando miradas y
caminando amores, imagino mis sueños siempre en tus sueños, rindiéndome ante
tus pasiones, sucumbiendo sin resistirme.
¡Vivir para mí! porque tus besos son ya míos con sabor a
placeres e imaginando que muero por amarte, porque ya te amo.
Vivir para mí, palabras aladas que llevan mi alma a
lugares secretos, remotos, nutriendo mi ser que recibe, se entrega, se va
encontrando contigo, tú, mi amado.
Vivir para mí, tú lo dices y me das alivio necesario para
soñar, aliento profundo para continuar y permites que nuestra flor de la
esperanza, crezca y se alce impoluta hacia el infinito.
Vivir para mí, palabras que le dan deleite a mi corazón
como una voz pura, íntima, con caricias, que como largos goces iniciados me
dejan caricias no terminadas.
Vivir para mi, sé que esta noche pensarás en nosotros y
tu ser, tu memoria, todo, te descansa y disuelve en mí.
¡Toda la vida es única si se que tú vives para mí!
Desde un ala de mariposa hasta un grano de arena, mi
alegría de que existes te llegará al vasto tiempo, entero, que se escapa hacia
el amor nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario