Eclipse,
eclipse de amor, como el sol y la luna ocultos uno con el otro en el cielo de
cristal.
Nos
cruzamos en un tiempo infinito y nos desvanecemos hasta convertirnos en uno
sólo, paralizándose el paisaje, cambiando su luz, comenzamos a ser uno a uno,
uno para vivir, te has fundido en mí.
No
se entiende, todo es un silencio absoluto, que no sucede siempre pero la
belleza nos inunda y al eclipsarnos nos hacemos eternos.
Las
pupilas de todos los rostros buscan nuestra ausencia como si fuéramos un
paisaje oscuro donde se interceptan la luz de dos astros que se aman.
Amor
vestido del más puro color, rodeando el mundo nos encontramos enmarcando
nuestros pasos cuando avanzamos uniendo todo lo bello y lo bueno del orbe con
amor.
Las
letras nos acompañan, nos guían, son una esencia que vela para que no
desaparezcamos en la nada cuando nos encontramos y fugitivas centellas nos
cuidan, revoloteando con sus reflejos y en el centro de un arco iris fulgura
nuestro amor, encuentro deseado desde los innumerables tiempos.
Tu
frío y mi fuego, juntos, cercanos, en una magia de ilusiones, en eternos
instantes que unen nuestras almas brillando en la noche pálida nuestro pacto de
estar en el espacio con nuestro destino invocando el sueño en nuestro camino.
Eclipse
de espera, unión, esperanza, escena de colores.
Eclipse
total de una vida nueva, de siglos de lucha, sosiego, letargo, unidos por fin,
en un solo instante, en un canto de poemas que vuelan en un aire de amor puro y
cristalino.
Eclipse,
momento de pasión de dos seres únicos, tu amor es mi luz que en un momento
eclipsado sigue irradiando inmóvil en lo azul de nuestros momentáneos
encuentros.
La
noche se aclara, la luz nos separa entre mar y cielo nos visita el alma.
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