Jamás
renuncies, siempre de pie en el umbral de la aurora, bajo la celeste amplitud
de las constelaciones brillantes y que tus ojos se deleiten, no decaigas nunca.
Jamás
renuncies, el firmamento resplandecerá ante el valor de decirle sí a la vida,
sí al amor.
Si
lo haces, llora un llanto de tempestad y si estás dispuesto a la entrega, al
compartir lo solidario, lo cooperante, se hace fluido revitalizador de ansias
de vida.
Jamás
renuncies, lucha, la vida es hermosa, escucha los rumores del río, el zumbar
del viento, el alegre canto que perfuma.
Sigue,
porque seguir es luchar y en el eco del silencio se colma de vibrantes notas y
de risas cantarinas.
Jamás
renuncies, besaré tus labios y mi sueño alado que en mis versos gira se
despierta y hace de la nostalgia un recurso de gozoso futuro.
Jamás
renuncies, en el ensueño el corazón se inspira y a la lucha se lanza con
violencia porque el amor mío, es tuyo y vive en tu existencia.
Volemos
al espacio con las alas de todas mis canciones plenas de radiante ilusiones.
Jamás
renuncies, mi fantasía con inquieta audacia sin cesar te busca en el rojo
esplendor del mediodía y en la nocturna soledad secreta.
Jamás
renuncies, te quiero en mis estrofas, en los sones que de mi lira van brotando,
iré hacia ti como un ave, una flor, una fuente, como un astro del firmamento,
mas no he de dejar de buscarte, pues me dice una voz secreta ¡sigue! ¡Sigue! ¡No
te canses poetisa! tu numen ya está cerca y sueña con mi verso y lo sé feliz
con solo desearlo, soñarlo, cantarlo ¿Qué importa no ver la raíz si todo el
rosal está en flor?
Jamás
renuncies, como un espía del silencio, esperando unas letras, una voz, estoy a
tu lado inmóvil y quieto, enhiesta, frente a la adversidad, junto a ti,
siempre.
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