Tormentas
de pasión, despiertan en dos seres ímpetus de lujuria, inevitables, al
presentirse cerca uno del otro.
El
ansia de ser un cuerpo, cuando juntos nos transportamos como mariposas,
montañas, con ansias de ser un mismo anhelo, invadidos por fin entre amores de
misterio.
Afán,
afán de cuerpo, querer vivir es anhelar el encuentro y quedarse unidos,
suspendidos en la nada.
Nos
buscamos oscuramente sin saberlo.
Tormentas
de pasión, todo querría ser dos, porque somos dos, el mundo seducido por
nuestro canto, nos ofrece, nos da rosas, brisas y coral, innumerables materias
dóciles, esperanzadas que con ellas tú y yo labremos el gran amor de nosotros.
Tormenta
de pasión, que llevan a poemas profundos y transgresores con esa fuerza de
energía que surge del amor.
El
beso que se termina, otro se pide a sí mismo y en su dichoso expirar nace un
caudal emotivo de gozos y miradas, esperado, esperando, cada abrazo que nace.
¡Darme,
darte, darnos, darse! Tormenta de pasión, encienden y purifican en energía
creadoras una entrega verdadera donde se encienden y purifican nuestras almas,
en una vorágine de seducción, de sentimientos arrebatadores y pasiones sin
límites.
Tormenta
de pasión, sublimes deseos de estar fundidos uno con el otro, entre abrazos
apretados y manos enlazadas.
¡Vivir
amando! No nos guardemos nada, vivamos plenamente, sin temores, sin ausencias y
hacer de la nostalgia un recurso…de gozoso futuro.
Tormentas
de pasión, en fragosas tempestades mis sentidos me advierten de tu presencia
cercana y mi cuerpo tiembla de placer.
Tormentas
de pasión, encuentros inagotables, nuestros cuerpos hablan en silencio, se entienden, disfrutan, solos tú y yo.
La
calma aclama su sitio como alma que quiere resplandecer, ¡dar luz! de que ama,
dispuesta a vivir melodías de oro y tardes de escarlata.
Amor
dulce, ¡divina pasión de los amantes!
No hay comentarios:
Publicar un comentario