Somnolencia,
instantes mágicos y fugaces
que en el amanecer me
acunan,
me miman,
hacen que mil
pensamientos se crucen,
se enreden,
se enlacen
como bajo los efectos de
un encantamiento.
Y trazo un círculo de
sueños
en torno a mi vida
para que uno tras otro se
hagan realidad.
Somnolencia,
sueño semidespierta,
escapo de la realidad,
a veces fría y cruel,
fantaseo,
imagino eventos maravillosos
y momentos inolvidables.
En alas del sueño
se puede encontrar el
destino.
Gracias a estos instantes
imprevistos,
no buscados,
es posible encontrar
objetos perdidos
y personas amadas
que se alejaron ya,
de nuestra vidas.
Somnolencia,
en la penumbra de mi cuarto
invento diálogos,
percibo hasta el más
pequeño ruido
y desde mi ventana
entreabierta
llega hasta mí
el murmullo del aire
al acariciar la hierba,
el canto de los grillos,
el roce de las ramas.
Quisiera tenerte a mi
lado,
en silencio,
en este momento único,
en una comunicación
mágica,
sin hablarnos,
entre un intrincado
ovillo de pensamientos,
jamás expresados,
todo aquello que nos
impide
ser espontáneos.
Somnolencia,
letargo no esperado,
siento que estoy bajo los
efectos de un encantamiento en un fugaz instante del alba,
perfumes,
luces,
formas y sonidos
me apaciguan los sentidos
en un riesgoso y repetido
juego,
pero aún así, pienso en
ti, amado mío.
Detrás. la espesa niebla
del misterio.
En mi sopor,
mi entendimiento,
tanto más se afana
por descifrar enigmas y
señales.
Somnolencia,
adormecimiento
que en las dulces horas
después del sueño
me inundan entre
palabras,
poesías no escritas,
frases no dichas,
destellos de luz
que en mi mente se alzan
y me siento en esos momentos,
feliz y plena,
creo estar contigo
y no lo estoy,
siento que estoy entre tus brazos
y no lo estoy,
siento tus besos buscados
y no los encuentro.
Somnolencia,
luz cenital,
perfecta y diáfana,
fui feliz en ese lapso de
sopor en el que,
ninfas del amor corrían
por mi piel
en un perfecto momento
donde mi cuerpo adormecido
dormía junto al tuyo.
Somnolencia,
siento que duendes y
ángeles
acogen mis sentimientos
perfeccionándolos
e inventando matrices singulares,
insertando una pizca de sangre aquí,
una gota de sueño allá
para que el mágico instante
no desaparezca
y mi felicidad al pensar en ti
no termine,
sea sólo un comienzo nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario