Dices que te miras
en mis ojos, que vives enamorado de ellos, que te roban la ternura más profunda
y son dueños de todas tus pasiones.
Eres el fino
aliento de la aurora y un abrazo de sentimientos mansos.
Estar juntos,
necesito tenerte cerca y es prohibido lograrlo, por eso no quiero saber si te
amo.
Nos entendemos
como la arena con la arena, el agua con el agua, la luz con la luz, solamente
nos separan latiendo y nos llaman, ávidas las victorias futuras esperando.
Estar juntos,
manos ruborosas, plenas de caricias y de calor, cuerpo de mármol y perfume,
brazo de estatua esculpido por la pasión fresca de mis formas tuyas.
Estar juntos, hoy
la lluvia ya cesó, por mi ventana el sol ilumina mi cara, los rayos anidan en
mi alma, mi pasión fluye al recordarte, te tengo prendido a mi corazón.
Ámame para que sea
mi piel de abeja tibia, palpitación entre tus dedos de sal y prendida en mi
corazón al tenerte a mi lado una catarata de pasión fluye desde mis entrañas.
¿Por qué siento
que mi mundo está apartado entre soledad de soledades entre mil y una noches
sin luna?
En mi alma herida
eres el remedio que la cura. Te siento. Eres en mí como una mariposa de fuego y
de tormenta, me arrancas el corazón en cada abrazo, me desarmas el alma en cada
beso.
Estar juntos, en
esta noche de pasión te siento mío.
La lluvia desgrana
el gris de tu mirada, mi angustia se prende de cada gota que me regala el
recuerdo de tus ojos plomizos y aleteantes.
Eres en mis días
de tormenta la placidez del agua que en mi piel resbala y acaricia.
Estar juntos, toda
mi sangre te llama y te siente mío para siempre.
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