La vida es un trofeo,
que vivimos
intensamente,
con alegrías y pesares
pero sintiendo la fuerza
de luchar, de
prodigarnos, de dar amor por doquier.
La vida es un trofeo,
donde la cual escribimos
poemas
para unirnos en un largo
puente,
para salvar al mundo del
caos y la destrucción.
Vivamos la vida con
pasión,
como recompensa a todo
lo que damos,
con ilusiones y anhelos.
¡Vida, mereces vivirla a
pleno!
entre celestes perfumes
de jazmines
de fina espuma.
Arranco al cristal azul
mil campanas anunciando
que vivir es recibir la
luz del cielo.
La vida es un trofeo
entre amores y
desamores,
fidelidades,
inquietudes,
sufrimientos,
felicidades
por todo es un don
que del más allá debemos
dignificarlo.
La vida viene de lejos
a despertar el alma
y en el cielo de las
aguas,
mis ojos en el más alto
horizonte
las flechas doradas
disparan sin parar.
Me siento como una
máscara
tapando el rostro y mi
papel aprendido
que me quita los
disfraces
y exige razón de la
vida.
La vida es un trofeo,
todo cabe entre sus
fuertes muros
contra vientos y lluvias
levantadas,
las espadas del miedo
y la duda en la paz de
mi umbral
se han quebrado.
La vida es un trofeo
¡qué fácil es vivirla
en las altas cimas del
cielo
con tu mano entrelazada
en la mía!
La vida es un trofeo,
pleno de laureles.
¿Qué es la vida?
¿Se la coge a puñados
como al mar,
o cae sobre nosotros en
el sueño?
Sin despertar ya más,
igual que muerte.
Va suelta,
escapada va,
sin que se sepa dónde,
sí pisando los cielos
que miramos
o bajo el techo que es
la tierra nuestra
inasequible, incierta,
eterna
jugando con astros a vivirla a pleno.
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