Tormenta de amor, llega
una noche sin astros y entre las sombras la lluvia avanza, rodeada de
misteriosos nubarrones.
De pronto el viento
silba más agudo y todo se llena de visiones misteriosas.
Tú y yo estamos viviendo
una tormenta de amor y yo busco un salvador escudo que me permita acurrucarme
en tus brazos.
Ya los truenos errantes
retumban con salvajes estampidos, en tropel se suceden los relámpagos a cuyo
parpadeo te busco y te abrazo y así me siento protegida, amparada, contemplando
a hurtadillas el elástico jadeo de fiera de las nubes que nos rondan como
buscándonos.
Tormenta de amor, nos
protegemos en nuestro nido cálido, la tormenta arrecia, chocan los truenos
entre si y estallan y nos amamos con gozo y placer unido por besos húmedos,
profundos y apasionados.
Hay minutos de horror en
que parece que el firmamento cruje, se desquicia y en bloques gigantescos se
desploma pero nosotros en nuestra barrera de amor nos protegemos amándonos
intensamente.
Tormenta de amor, la
tempestad en sus furores crece, es más viva la lumbre del relámpago y es el
tronar más bronco y más nutrido pero no sentimos temores ni dudas, nuestro amor
es más fuerte que la tormenta.
Tormenta de amor que con
su rugir hace que las campanas repiquen por todo el horizonte conmovidas y en
sus voces publican la dicha, el placer, el gozo que inundan nuestros cuerpos y
almas.
Cuando se apaga la
lumbre de un relámpago, se puebla la noche de una sombra tan oscura que se pega
a nuestros ojos la tiniebla y nuestras manos, nuestros brazos, se buscan y se
acarician.
Una onda de fuego arde
en mi espíritu, es el amor que por ti siento.
Mi corazón se agita,
siente la tormenta de amor en sus espacios ocultos llenando los espacios
infinitos de mi alma sedienta de ti.
Tormenta de amor, se
desata la lluvia, bajo el soplo de un viento huracanado que sacude los árboles,
diluvia y sordamente crujen bajo el agua los truenos y los vientos, nos
cobijamos bajo nuestro manto, cálido de amor, temblorosos y apasionados.
De nuevo el rayo entre las
nubes vibra, su fiera luz, los truenos corren de nuevo y en tumulto braman y tú
y yo ocultos en nuestro nido celebramos el amor que reina en nuestros
corazones.
¡Por fin, desde la
altura, de un cielo profundo, las estrellas con compasión y ternura, dejan caer
sus luces sobre el mundo!
Tormenta de amor, ¡qué
felicidad inolvidable vivimos tú y yo, juntos, muy juntos!
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