Amor compartido
¿Cómo podemos vivir
compartiendo
nuestro amor sin
esperar nada a cambio?
¿O tan solo instantes
breves de felicidad
para luego
sumergirnos
en nuestra soledad íntima?
Amor compartido
¿Podemos recibir,
tan solo una pizca de ternura
en fugaces instantes,
sin sonrojarnos o
sentir culpa?
¿Por qué, como una marca de la vida,
el amor traspasa mis umbrales,
hurgando la raíz de
mis sentidos?
Amor compartido
¿Cómo hacer para
olvidar
que tu amor no es
todo mío,
que muchas de tus miradas
no se encuentran con
las mías,
que parte de ti
se haya en otro lar
y que no llegas a
encontrarte
con mi luz que te espera ansiosamente?
Amor compartido
¿Por qué llegar a
sentir
que la felicidad de
haber sido dos
no se logra siendo uno?
¿Cómo lo ha logrado
alguien,
portador de sueños
mudos,
germinados
bajo el dulce sabor de besos húmedos
que ya no se acercan,
sólo distantes llegan
sus reflejos?
Amor compartido
¿Aceptado o no?
¿Cómo soslayar la
infelicidad
que nos hace llegar
a libar de la tortura
su crecida ira desatada
en la corriente de la
vida?
Amor compartido
¿Cómo ascender por
los peldaños del deseo
hasta alcanzar la
cumbre
de tu nombre en un
grito sólo,
desgarrador y único
sin morir en el dolor
y su agonía
logrando la paz y bonanza?
Amor compartido
¿Podré estar ya
siempre
pensando en tus labios,
en tu voz, en tu
cuerpo,
que yo misma te
arranqué
para poder, ya sin
ellos quererte?
Amor compartido
¿Por qué este afán
mío
de hacer posible lo
que tú no serás nunca:
mi amor entero y
único?
¿Podré vivir sin
tenerte a mi lado,
en tu cuerpo todo mío
o es sólo el gran
deseo inútil
de tenerte conmigo, a
mi lado,
en todo lo que haces, verdadero, visible?
Amor compartido
¿Te seguiré esperando
por siempre,
con mi corazón de
poeta,
después de volar por
todo el universo,
regresando con las
flores inmortales
que dejaré caer en tu
regazo
en presencias de lo imposible,
de tu querer vivir conmigo, siempre?
Amor compartido
¿Te encontraré entre
las dudas inciertas,
calando en lo más
hondo
para ver si, al fin,
estabas entre la
angustia desgarradora,
hiriéndome sin dolor, sólo por señas
y sentir que me
perdiste
en las últimas
tinieblas del olvido?
Sé que estarás en las
cimas de mis besos,
sin dudas y sin
mañanas,
en el vértice puro de
la alegría alta,
entre júbilos y
risas,
por placeres y gozos,
apuntando el aire nuestro.
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