Oscuridad,
densa, absoluta, misteriosa,
estoy
sumergida en una noche eterna.
La
negrura me envuelve
y puedo
percibir aromas, silencios,
espacios
llenos de vacíos y de olvidos.
Como un
torrente impetuoso
nace la
poesía en esa oscuridad total,
las
palabras se entreveran, danzan,
se
pueblan de imágenes,
repican
en ecos eternos
brotando
en la dulzura
de un
alma sola
inundada
de amor.
Me
tendí en la hierba y su fragancia
despertó
en mí
el
deseo de que surgiera la aurora
en mi
cueva oscura y sola.
Oscuridad,
caen sobre las cuerdas de la lira
mis
lágrimas que manan buscando así su luz
entre
mis recuerdos.
Oscuridad,
siento
los rumores de los errantes vientos
cuando
en el manto
de mis
hojas tiemblan,
se
truecan en vagos y medrosos temores.
En esta
oscuridad absoluta
recojo
por la noche
las
gotas puras del rocío trémulo
para
poder llorar a los que quise
con
lágrimas del cielo.
Estoy
en una soledad muda
y
sombría que a todos los rincones solitarios
llevo
mis recuerdos del pasado.
Estoy
en la oscuridad como una casa abandonada.
Los
versos lloran en la lira que se quedó sin cuerdas
y en
este oscuro mundo busco un árbol
donde
protegerme.
Vengan
a mi mente, pobres estrofas
que
anidadas en las frases
hilvanan
poemas de amor.
Venid
estrofas de amor
y que
algún día surja la luz
para
escribirlas con toda mi imaginación
como si
fueran cartas para mi amado.
Oscuridad
desolada y triste
eres un
luto negro en mis recuerdos
envolviéndome
en mi propia sombra.
Desde
que me interné, el oscuro mundo
me
atrapó y mis poemas vagan sin rumbo,
traídos
y llevados por el tiempo.
Sólo un
sonido llega, transparente como una gota
que
consigue penetrar en el secreto
del
corazón, cuyos latidos lloran
por
todos los que quise y me quisieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario