La
renovada muerte del amor,
en
una noche eterna en la que ya no nos queda sino,
la
breve luz de la conciencia
y
tendernos al lado de mis libros,
de
donde las palabras escaparon sin fuga,
versos
poemas de amor, frases toda para ti,
Crucificadas
en mis manos,
en
la que existe en cada espejo
y
en cuyos roperos dejamos la crisálida,
de
los adioses irremediables que hemos de embalsamar,
el
futuro.
La
renovada muerte del amor,
mi
corazón ya no sabe sino marcar el paso,
y
dar vueltas y mil vueltas buscando una libertad,
inaccesible.
Yo
no puedo seguir trazando un escenario perfecto,
en estos momentos por encima de mi alma,
se
lanzan unos dolorosos suspiros,
y
que parten más allá
y
en los cuales la luna no tiene nada que ver,
con
las breves luciérnagas que nos vigilan,
desde
un azul cercano y desconocido,
lleno
de estrellas poliglotas e innumerables.
La
renovada muerte del amor,
hoy
no lució la estrella de tus ojos.
naúfraga
de mi misma,
húmeda
del brazo de las ondas,
llegó
a desenterrar la arena de tu cuerpo,
en
la que mi voz nombra mi nombre,
en
que todo es dorado y azul,
como
un día nuevo
y
como las espigas herméticas, perfectas y calladas.
En
ti tu amor se muere
y
en mi soledad se reconcilia para pensar en ti.
el
amor poco a poco se muere,
pero
en algún momento se renueva,
viene
del pasado al hoy,
más
maduro, más intenso.
Mi
ofrenda es toda tuya en la simiente,
que
secaron los rayos de tus soles,
en
esta carta confió la pena de perderte,
poco
a poco, he de lavar mis ojos de los azules tuyo,
faros
que me protegieron de mi muerte prematura.
La
renovada muerte del amor,
en
esta carta confió mis penas,
mis
tristezas, porque el amor se fue al vacio,
¿Cómo?
, ¿por qué?
he
de coger mi vida deshecha entre tus manos,
leve
girón de niebla,
que
el viento entre sus alas efímeras dispersa.
Vuelve
la noche a mí,
muda
y eterna del dialogo privado de soñarte,
indiferente
a un día que ha de hallarnos ajenos y distantes.
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