Esperándote,
aguardándote,
aquí
estoy escribiendo
las
páginas de colores
que
cambian con el tiempo.
¡Qué
mágicos alfabetos
en
estas hojas vacías!.
Tienen
rasgos de cristal,
puntas
de agua,
monosílabos
brillantes.
Esperándote,
escribiéndote
a ti,
mi
inspiración eterna,
con
palabras que se clavan
en lo
hondo de mi ser.
Busco
frases de amor
para mi
númen de siempre,
cláusulas
blancas que pasan frente a mí,
lentas y pausadas
componiendo
odas
con
ellas de celestes temas.
Esperándote,
con la
luna,
el amor
y el cielo,
rodeándome
de constelaciones,
esperándote
el tiempo justo
en que
llegarás a mi lado.
Esperándote,
de
nuevo, ansiosa,
buscando
la palabra,
uniendo
sílabas mudas
ante un
mar de lágrimas
que me
estremecen sin esperar
a que
encuentre respuestas
perdidas
en el silencio.
Esperándote,
descubriendo
hojas como pergaminos,
procurando
descifrar
en
libros de sílabas polvorientos
una
frase clave para mi palabra.
Aquí
estoy,
esperándote
como desde el principio
porque
un nuevo sol
me
enseñará las palabras graves,
mañana
ya sabré alzar las notas,
hoy,
sólo entrego mi palabra
hecha
poesía.
Todo es
canto y poesía para ti.
Siempre
estaré pendiente de tu existir
y
estarás en lo más profundo de mi ser.
Todos
mis poemas,
los que
escribí velozmente
en hojas
que precipitadas apenas
las
letras las cubrían,
allí volaban
lo escrito
como
alas de las mañanas,
pluma
tras pluma se iban.
Pero hoy,
aquí,
yo estoy
a tu lado,
esperando
tu amor
diáfano
y puro.
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