Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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martes, 11 de agosto de 2015
Distancia sin olvido
Distancia sin olvido,
cuando abrí la puerta
el perfume lejano de tu ausencia
me acaricio la piel
saturada de calle,
de tumultos, de sopor.
Distancia sin olvido,
sentí que me abrazaban,
“es su silencio”, me dije.
Era su silencio,
un silencio vivo,
bullicioso de recuerdos,
de manos de papel aterciopelado,
que acariciaban mi pelo desprolijo.
Distancia sin olvido,
un silencio de voces mentoladas
y ojos cenicientos de cristal.
Distancia sin olvido,
esta carta, la décima tercera
la escribo para ti
para que me recuerdes
sin olvido.
te extraño como nunca
y No te tengo como siempre
sólo la esperanza me anima a esperar.
Distancia del olvido
te llevo siempre con migo…
no muy cerca, pero sí muy dentro mío
No te veo,
no te hablo,
no te llamo,
sí, te escribo y te pienso
distancia sin olvido
te escribo con dolor
Y te pienso con mucha pena,
te tengo que decir que no
decirte que no vale la pena,
Pero la verdad es que necesito tus abrazos,
Tus caricias, el placer y el gozo que me
brindabas.
Si pudiera volver a escuchar tu risa,
La guardaría para dejarla sonar
Cuando el silencio cruce mi soledad.
Distancia sin olvido,
te busco en mis fantasías,
pero no estas,
te llevaste todo con tu partida,
Incluyendo mi vida.
Me muerdo los labios para no llamarte,
me queman tus besos,
Me sigue tu voz.
Llevo muy dentro de mí
encendida la fiebre de tu amor.
Deseo olvido en la distancia
y no hay olvido,
siento el amor en la soledad de mi sombra,
¡Vete ya al olvido eterno
a la distancia total!
Despojo de los sueños
Despojo
de los sueños,
lentos
rostros del artificio diario,
que
nos reconducen a caminos ya no existentes.
De
anhelos hechos trizas,
son
los días lentos, son ardorosas noches,
con
el ardor pecaminoso del desvelo,
que
en alta madrugada da, por fin,
con
el lecho vacio.
Y
así nuestra vida no parece vida,
desliz,
resbalozadora, ni estelar,
ni
pisadas dejo atrás.
Despojo
de los sueños,
el
amor que ahora es tan sólo un momento,
de
gotitas de felicidad que nos inunda,
sin
darnos cuenta en instantes menos previstos.
Y
así nos vuelve a dejar sin avisarnos,
sin
descifrar el dolor intenso,
que
causa en mi alma.
Esta
carta es para ti mi amado amante.
No
quiero ser feliz en besos,
en
los labios, sin cesar,
inventores
de expendidos engaños.
Despojo
de los sueños,
ni
con el alma casi quisiera,
mi
alma torpe se va retirando,
poco
a poco ya de mí,
hacia
inevitables soplos del aire ,
por
el aire.
Feliz
seré mirando a la felicidades que susurran,
que
vuelan de la rama y del pájaro,
lentamente
olvidados de mí,
ya
sin memoria.
Feliz
por los caminos que cerrado tenía,
por
la envidia, por la burla, por la ceguera
y
se abren ante mí los vilanos.
Lo
que yo no acerté otros me lo acertaran,
me
hirieron, me lastimarón.
Despojo
de los sueños,
te
fuiste sigilosamente de mi lado,
sin
decir una sola palabra,
sin
un adiós.
¿te
acuerdas de los sueños de cuando estaban,
allí
delante?
¡Qué
lejos al parecer de los ojos!
Parecían
nubes altas, fantasmas sin asideros,
horizontes
sin llegada.
Ahora
míralos conmigo,
están
detrás de nosotros.
Si
eran nubes vamos por nubes más altas.
Despojo
de los sueños,
si
eran horizontes lejanos, ahora para velos,
hay
que mover la cabeza porque nos hemos pasado.
Si
eran fantasmas, siente en las palmas de tus manos,
en
los labios, la cálida huella aún del abrazo,
que
dejaran de serlo.
Estamos
al otro lado de los sueños,
que
soñamos a ese lado,
que
se llama la vida que se cumplió.
Nuestro
amor terminó, llegamos al límite,
en
que la noche nos separa.
La renovada muerte del amor
La
renovada muerte del amor,
en
una noche eterna en la que ya no nos queda sino,
la
breve luz de la conciencia
y
tendernos al lado de mis libros,
de
donde las palabras escaparon sin fuga,
versos
poemas de amor, frases toda para ti,
Crucificadas
en mis manos,
en
la que existe en cada espejo
y
en cuyos roperos dejamos la crisálida,
de
los adioses irremediables que hemos de embalsamar,
el
futuro.
La
renovada muerte del amor,
mi
corazón ya no sabe sino marcar el paso,
y
dar vueltas y mil vueltas buscando una libertad,
inaccesible.
Yo
no puedo seguir trazando un escenario perfecto,
en estos momentos por encima de mi alma,
se
lanzan unos dolorosos suspiros,
y
que parten más allá
y
en los cuales la luna no tiene nada que ver,
con
las breves luciérnagas que nos vigilan,
desde
un azul cercano y desconocido,
lleno
de estrellas poliglotas e innumerables.
La
renovada muerte del amor,
hoy
no lució la estrella de tus ojos.
naúfraga
de mi misma,
húmeda
del brazo de las ondas,
llegó
a desenterrar la arena de tu cuerpo,
en
la que mi voz nombra mi nombre,
en
que todo es dorado y azul,
como
un día nuevo
y
como las espigas herméticas, perfectas y calladas.
En
ti tu amor se muere
y
en mi soledad se reconcilia para pensar en ti.
el
amor poco a poco se muere,
pero
en algún momento se renueva,
viene
del pasado al hoy,
más
maduro, más intenso.
Mi
ofrenda es toda tuya en la simiente,
que
secaron los rayos de tus soles,
en
esta carta confió la pena de perderte,
poco
a poco, he de lavar mis ojos de los azules tuyo,
faros
que me protegieron de mi muerte prematura.
La
renovada muerte del amor,
en
esta carta confió mis penas,
mis
tristezas, porque el amor se fue al vacio,
¿Cómo?
, ¿por qué?
he
de coger mi vida deshecha entre tus manos,
leve
girón de niebla,
que
el viento entre sus alas efímeras dispersa.
Vuelve
la noche a mí,
muda
y eterna del dialogo privado de soñarte,
indiferente
a un día que ha de hallarnos ajenos y distantes.