Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
domingo, 3 de diciembre de 2017
La esencia de tu ser
La esencia de tu ser bien oculta
en el rojo silencio de tus ríos interiores
duerme tu espíritu en una fugaz luz,
estalla en la mañana
como amor retenida en pimpollo.
Mi alma, cercada de tinieblas,
al infinito se alarga
cuando tú como bálsamo tenue
me haces perder el miedo
en tus brazos que me estrechan
poderosos y frágiles
con la fuerza de tu amor,
plena magia
que suena como dulce melodía.
La esencia de tu ser me inunda
cual hiedra de amor,
con tu sangre vibrante
que forma raíces profundas y enlazadas
en mi mundo interior.
Naciste como perfil modelado
en blanda cera en los duros biseles del silencio,
estás inmóvil como águila en espera,
con el calor de tus hombros
enlazo la cima de los cielos con la tierra.
No se cuando empezamos a conocernos,
cada mañana nos empezamos a encontrar,
cada nuevo beso es para mí,
mi primer beso,
mi verso debía decirte
lo que para mí has sido,
tú tenías la palabra exacta
con ternuras compartidas.
La esencia de tu ser,
mi corazón palpita deseoso
de poder llegar a tenerte en mis brazos,
sentir tu sutil aroma,
con el solo anhelo
de llegar a reflejar tus ojos en lo míos
haciendo que mi alma se sumerja
en un éxtasis infinito.
Así esta pequeña ideología tuya
provoca en mí los sentimientos más profundos
ideando tu figura
mientras nuestros corazones
siguen bebiendo de la misma fuente
como en la hora tiernísima del juego
y de la leyenda,
regalándome primaveras inagotables de tu alma.
La esencia de tu ser,
esa materia que se presenta
como un himno favorito
entre notas que suben en números acordes
de tu pecho a mi oído
y despiertan una viola celeste
llevándome al cielo como las alas de un ángel,
armonizando su son con tus cantares y tus risas.
Siempre amparándome en tu ser
y se asoman a mi pecho tus sentidos,
temblando mi cuerpo
al sentirte cerca de mí.
La esencia de tu ser,
principio de un amor sin tregua,
así voy por veredas de la tarde perdida
para siempre en tu embeleso.
Mi rostro feliz,
mis brazos libres,
recorriendo mis sentidos sin orillas,
vuelvo a tu boca olorosa,
quedándome en el deseo creciente de las aguas,
jugando con tus sueños y mis anhelos.
La esencia de tu ser,
es mi paz intacta
del manantial de mi dicha.
Todo de mí
Todo de mí,
soy tuya,
mi alma y mi cuerpo.
Te busco entre el
follaje de tu prado
y en el fresco
temblor del rocío
e indago por el mar
por mí cantado.
Todo de mí
te pertenece,
tu estás en el verde
levantado del árbol,
donde pierdo mi
albedrío
y en el viento
caliente del estío
y en la orilla del
mar enamorado.
Todo de mí
es para ti,
y así voy por veredas
de la tarde,
perdida para siempre
en tu embeleso,
sin sentir el cercado
de tus ramas
ni ver tus fuegos que
en los fuegos arde,
te llamo hasta quebrar
mi voz
¡ven conmigo!
¡No me dejes!
¡Todo de mí es tuyo!
Ya que si no estás a
mi lado,
mi corazón se
desangra.
Tan de cristal y oro
perfumado
que te cerca la
garganta,
que temo despertar en
tus pupilas
por no apoyar mis
ojos en el aire.
Todo de mí,
me siento dentro de
ti.
Tú arriba, ingrávido,
leve,
salvado ya de ser
vida tú mismo
para vivir en el
cielo monosílabico
del puro arranque de
sentirme tuya,
de la chispa que de
la nada se prende,
vivirás.
Todo de mí,
siento que hasta tu
sombra me pertenece,
ayer la acaricié
¡qué extraño fue!
Pienso en tus
caricias,
mimos, suavidades en
mi piel,
que corren
hambrientas
para recorrer todo mi
cuerpo.
Todo de mí,
hasta tu perfume, tu
sonrisa
que está conmigo
y sigue siempre
clavada en mis ojos.
Necesito que cada
mañana
tu aliento de
cigarra,
anude mis ojos abiertos
en la penumbra
quieta.
No estás,
pero sí en mi mundo
interior,
todo unido a mí,
como un ovillo de
amores vírgenes,
plenos de alegría y
paz.
Todo de mí,
es una brizna viva
en tu letargo de cariño.
Quiero morir en tu
calor
para nacer en tus
atardeceres
bajo el canto de tus
besos,
en la danza de tus
brazos,
¡tómame, todo de mí
es tuyo!
Mi único amor
Tú,
mi único amor
el que me endulza la
vida,
me hace volar
por cielos abiertos,
entre nubes de algodón
y pájaros perdidos.
Eres el milagro
esperado
me envuelves
en mantos
entrelazados
de tules y lentejuelas
haciéndome sentir vibraciones
y latidos
que estallan cual
cristales lejanos
entre estrellas
fugaces.
Tú, mi único amor
te busco
entre altos bosques
de bambúes
que impiden que tu
sombra se refleje
clara y precisa
en mi mente anhelante
de tu presencia
fuerte,
enhiesta,
verdadera.
Eres el milagro
esperado
entre campos
florecidos
de amapolas de dulce
néctar
quiero estar contigo
en ese lecho de amor
de flores
para que tus brazos
estremecidos de placer
me hagan gozar
momentos
largamente esperados.
Tú, mi único amor
necesito el clamor de
tu voz melodiosa,
seductora,
con matices de un
querer apasionado
que se acerca
imperceptiblemente,
encendiendo mi corazón
con deseos
vehementes.
Eres el milagro
esperado
la luz que se
encendió
entre los dos,
de a poco,
despacio,
haciéndose una llama de amor viva
que fulgura en el Universo
a través de
tinieblas,
vientos huracanados,
cometas de fuego.
Tú,
mi único amor
la distancia nos
acerca
aún a través de la lejanía
uniéndonos en instantes exuberantes
de amor puro,
límpido,
único,
expectantes los dos
de estar juntos
amándonos
hasta el fin de los fines.
Eres el milagro
esperado
lágrimas de alegría
desbordan mi rostro
mojando mi cuerpo
con gotitas de
felicidad
al estar en tus
brazos,
sintiéndome amada
con profundo placer.
Tú, mi único amor
no me abandones
nunca,
eres mi numen,
mi inspiración,
mis palabras de amor,
mis poemas,
mis prosas puras
y vírgenes
nacen,
crecen,
se vuelcan en hojas
chamuscadas,
esperándolas con ansias
para hacértelas llegar
a ti,
mi único amor.