El espejo, reflejo de toda nuestra existencia,
me acerco a él temerosa porque a su través desfilan sin orden,
sin control, imágenes difusas unas claras otras,
de mi vida en el ayer.
El espejo es el Hoy y el Ayer a la vez y nuestras emociones, no
deben permitir,
que mi alma se acongoje, se entristezca, de lo contrario debemos ir
como recuerdos,
con alegría, risas, cuando desfilan momentos intensos de amores
profundos que dejaron,
huellas marcadas a fuego por su intensidad de haber sido amada con
total entrega.
Mis poemas en el espejo se cruzan, se mezclan, ya no sé cuál es
cuál.
En el espejo vivo con un dejo de gozo y otros de lágrimas.
¡Ay espejo misterioso, no quiero ahondar en ti porque me quiero
mucho y gozo por lo que tengo
y por quién soy.
No quiero penas por tantos sueños muertos a mis espaldas.
“El espejo absorbe mis tormentas,
comparte mis bonanzas,
colma mi corazón de amor entre recuerdos”.
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