Contigo
siempre, acurrucada, mecida en tus brazos
como
una paloma herida y lastimada,
con
lentos latires de su corazón
y tú
protegiéndome con ternura.
Enciendo
la palabra que te busca
en
una lejanía,
allá
de altas nubes en horizontes nuevos.
Cuando
viene la noche
y
con ella el diálogo de sombras,
estoy
contigo siempre.
Aire,
pájaro que no perece,
oscura
luz que llamamos tacto cuando estamos juntos,
la
noche es vuelo insomne.
No
somos del aire que perdura
somos
tiempo,
raíces
ondulantes de la primera voz,
formas
efímeras del espacio.
Contigo
siempre, es día,
noche
eterna que despierta en el aroma de los jazmines
que
son luz y alma toda.
Sólo
en el silencio se escuchan tus palabras,
el
sol armonioso de tu eco,
es
tu voz murmullo de ríos lentos
y de
palomas levantando el vuelo,
en
el alegre aletear de nuestros recuerdos.
Contigo
siempre, siento el sayal de tus manos
y
tus brazos que me acarician desde el silencio de tu ausencia.
Contigo
siempre, tú cerca de mí
llegas
a mi cuerpo nostalgioso
y
cabalgas en vientos de perfume
consumiendo
mis besos de mariposa y de miel.
“Mis formas
inanimadas
viven,
tiemblan,
se hacen carne,
bajo el
cincel embebido
de tu
pasión noble y pura”
No hay comentarios:
Publicar un comentario