Alguna vez, aunque tarde
mi verso debía escribirse,
que la vida para mi es
inviolable, es todo para cada ser humano.
Me di cuenta al estar en
un pequeño paso para irme, pero los ángeles me cuidan
desde los tiernos días de la infancia, no
quisieron que me fuera.
Necesito que mis palabras
sean exactas y vívidas y los silencios largos.
Intrépido el corazón y la
alta frente desvelada, con ternuras
compartidas,
mis pensamientos y mis
versos serán siempre compartidos.
Debo mirar el campo verde
en la soledad, el mar tranquilo y brillante y el mundo delicioso,
de las flores y pájaros
por doquier.
Vagar siempre guiada por
la luna inventadora de duendes, lobisones y fantasmas.
¡Las golondrinas me vieron
cambiar suspiros y llantos por amores imaginarios ,
que las tizas
perpetuaban!.
Ahora me siento atada con
lazos de ardientes claveles y mi corazón sigue bebiendo de la misma fuente
aunque el tiempo está cuajado plenamente de vicisitudes,
no me dejan ver un cielo azul
celeste.
“Dos
almas se comunican
en azarosa lucha
pero
igual se aman”
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