Terriblemente sola en un lugar extraño, misterioso,
silencioso y la oscuridad me envuelve poco a poco.
Estoy triste, la tristeza me hace temblar toda, mi cuerpo trémulo y diáfono
se va por camino un camino sin fronteras, a la nada.
No soy nadie, estoy sola, me dejó el amor inventado, el amor que no
existía, el amor totalmente desconocido.
Siento que estoy sola, sin él no soy nada, ni un pedacito de cuerpo, ni
un pedacito de alma.
Desaparecí en la niebla envolvente que me oculto tras un velo de gasa
sutil y negro.
Sin él no puedo vivir, era mi alegría, mis tonteras, mis confidencias,
mis secretos, ahora no soy nada, me falta todo.
Por favor, te esperare siempre, en algún instante de tu vida te
acordaras de mí y pensaras en una mujer poeta, muy pero muy pero muy loca, que
te deseaba con tinta el alma y su cuerpo clamaba por ti.
Sí era una de tus enamoradas te dije que no lo era, no era cierto, te
amé y te amo con mi cuerpo deseoso de ti y mi alma clama por ti.
¡Ven a mí por un instante tan sólo!
¡Ven, acógeme en tus brazos como a una luciérnaga fugaz que llega y se
va!
“la
vida es breve
el
amor lo es más aún
pero
la tristeza perdura
siempre
en todo el existir”
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