Mis ansias te esperan suplicando tu
retorno.
¡Qué triste y desgarradora es la
espera,
esa, la que esta clavada en mi alma
desde que te fuiste amor mío!
No hay dolor más grande y acuciante
cuando abrimos nuestras puertas,
soltamos los cerrojos, los candados,
las rejas
y espero con el corazón sangrante
tu regreso en una nada que es nadie.
Los recuerdos cuajados de risa,
placeres si fin,
lloran lágrimas de soledad por
tiempos que no vuelven.
Sólo quedan nardos empapados en gotas
de rocío.
Y es así, que la existencia mísera,
se embalsama
como de esencia ignota , quemándose
en el fuego
del alma estremecida de dolor y pena
por una espera que es fuego ígneo,
que quema nuestras entrañas.
Mis ansias te esperan con mis
trémulas manos vacías
cual cuencos sin nada, anhelando
verte para que cruces
el umbral de mi vida, ahora infeliz y
triste.
Amorosos recuerdos , tristezas
lejanas , cariñosas memorias,
que vibran cual sones de arpas ,
tristezas profundas,
congojan empapando en lágrimas que en
sollozos estallan.
Esperar, es lo que rompe el corazón
en mil trozos de cristales rotos
y esparcidos por doquier.
la esencia del vivir es no esperar
más .
y en nuestro recóndito lugar con
voces secretas,
nuestro pensamiento real y puro nos
aconseja un terminar ya.
¡Basta de esperar!
La vida nos reclama
que los poemas de amor escondidos
que a hurtadillas salten a las páginas en
blanco,
trayendo a nuestras vidas esperanzas
nuevas
de amores verdaderos y únicos.
¡Vibrad, liras sonoras del espíritu!
¡Álzate inspiración, poeta
canta!
“¡Aléjate,
espera , ya no más angustias ni inquietudes,
sólo la
paz del espíritu debe reinar en nuestra alma!”
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