Búscame
siempre, amor,
no
te detengas nunca,
si
ves muros de agua,
anchos
fosos de aire,
setos
de piedra o tiempo,
guardia
de voces,
pasa,
te
estoy esperando que me siento sola y sufriente.
Necesito
su apoyo,
tu
comprensión y un poco de tu ternura,
tu
cariño y tus manos tibias y suaves.
Te
espero con un ser que no espera a los otros,
en
donde yo te espero solo tú cabes.
Búscame
siempre,
sin
miedos,
sin
frustraciones,
sin
temores al mañana cercano
y
al Hoy vivido
y
con un vuelo rápido y veloz me encontrarás.
Nadie
puede encontrarse allí conmigo
sino
el cuerpo que te lleva hacia mí,
como
un milagro en vilo.
Búscame
siempre,
mi corazón sensible y solitario en un gran
espacio blanco,
azul
en mí,
no
acepta más que los vuelos tuyos,
los
pasos de tus pies,
tus
caricias en mi cuerpo en que otras huellas
que
no son las tuyas ni se verán en el jamás.
Y
cuando me encuentres con tu vigor y tu firmeza,
harás que yo escriba cartas,
frases
y poemas de amor auténticos y sentidos
y
me amarás y serás amado.
Tus
saberes son profundos,
grietas
abismales,
imprescindibles,
ahí
el placer
y
entre tus arrebatos sensuales,
viviré
mil veces en noches de luna llena.
Puedo
entender que el pájaro no cante,
la
calma del viento,
la
quietud del amanecer,
todo,
absolutamente
todo,
menos
la ausencia de tus ansias de no buscarme.
Un
día, sí, un día ,
desnudaré
tu sonrisa,
besare
tus recuerdos
y
en una propuesta descarada abusaré de tus labios.
Que
se escapen los peces de las redes,
el
mar se quede sin olas,
pero
tú no te escaparas de mis brazos.
Búscame
siempre,
en
la cima del árbol,
en
el tope de la torre,
arriba
en el cielo
y
nos amaremos en el más allá.
“Dejé de amarte por amarte más,
más y más, inmensamente
te amé en la gran noche errante,
vuelta estrella,
calma, mundo”
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