Páginas

viernes, 25 de mayo de 2012

Confesiones íntimas


Confesiones íntimas, carta para aquel que todavía espero.
Confesiones íntimas que llegan hasta ti tratando de arrancar de tu alma tan sólo un halo de amor, una palabra que me  haga adivinar de qué manera sabes amar.
 Confesiones íntimas que quiero hacerte a través de estas líneas porque no puedo decirte mirándote, todo este amor que presiona mi corazón.
 Quiero confesarte que hace tanto que te amo que no recuerdo bien en que momento comencé a amar tu sonrisa, tu mirada, te amaba en silencio, muriendo de pesar cada vez que a tu corazón llegaba un nuevo amor…
 Quiero confesarte que siempre me atraías y con afán esperaba verte cada día, pero estos recuerdos están en el pasado.Hoy quiero confesarte que me confunden tus idas y venidas  y el dolor me inunda como última forma de amar, sólo recibo de ti migajas de sentimientos no sentidos.
 A través de estas confesiones íntimas quiero remover en ti el centro de tu ser y que me respondas si sólo soy una memoria del ayer o si ya ahora no soy más que un peso infinito y que no existe en ti ni un rastro de afán de retorno.
 Puede ser que donde tienen que amar dos, sólo existen confesiones íntimas y un corazón solidificado negándose a escuchar.
 Confesiones íntimas como última forma de amar de una mujer que se niega a que su realidad se esfume a sí misma y sentir que su verdad de amar no sea dolor ni prueba, sí un existir esperanzado, sostenido en un amor verdadero, pleno de signos y simulacros, trazados en papeles, en cartas de confesiones íntimas que no las va a deshacer el tiempo en polvo ni en rastros fugaces, ni tan sólo recuerdos finales, vacíos, sin sombras ni huellas.
No quiero vivir en una  soledad oscura sin contar al menos con la esperanza de algún día llegar a ser alguien en tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario