Imprevisto,
es lo que me sucede inesperadamente, como sorpresa insólita, ¿Por qué?, ¿para
qué?
Es que el amor, el verdadero, el que creí
único, se desmenuzó en mil papeles de cenizas en tan sólo cartas de amor que
creí puras y sinceras.
Imprevisto,
ineludible, el destino me cercó y me llevó a creer que él mi amado ausente, era
el que me estaba esperando ansioso, anhelante de mí, desde esta lejanía
cercana.
Imprevisto,
en forma ineludible el muro cayó y la verdad cruel y despiadada rompió en cientos
de espejuelos de plata mi corazón dulce y enamorado.
¿Por
qué la aflicción, la pena, naufragó mi alma en un mar de lágrimas?
¿Para qué la ilusión con fulgores brillantes
inundó mi horizonte con sonrisas y súbitos estremecimientos de amor, si se
desvaneció en la nada?
El
tiempo en instantes imprevistos se aletargó, en segundos dormidos apagando mi
sed de amar.
Imprevisto,
de pronto, el mundo giró y la red que nos envolvía en inolvidables momentos de
eterno amor se deshizo en hilos desmenuzados en el tiempo.
Quiero
recuperar esos instantes breves, intensos, efímeros pero verdaderos de
sentimientos únicos de dos almas enamoradas.
Juntos,
muy juntos, quizás, en un Hoy del mañana, nos abrazaremos, unidos por lazos
indestructibles entre miradas arrulladas por cánticos melodiosos del amor que
llegó y nos despertó del letargo en que estábamos sumidos y nos condujo a lo
altos cielos unidos por siempre.
Imprevisto,
lo esperado, ya en el ahora, quiero que seas mi sendero, mi ruta, mi guía, que
no me olvides que existo en este existir raudo y leve, rodéame siempre con la
luz de tu alma que yo continuaré amándote más allá del tiempo.
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