Páginas

miércoles, 8 de agosto de 2012

A la distancia


Hay emanación de amor y alegría, en cada instante, presencia completa, iluminada aún a  la distancia…
La distancia no es ausencia, ni el olvido es silencio. La mente nos lleva a lugares  recónditos, ocultos,  dónde el amor escabullido y misterioso nos espera.                                                      Nuestro amor esta profundamente dentro de mi entorno, esclarecido y puro para darse por completo, sin perderlo  ni dejarlo, sin forma y sin tiempo, sin atisbos no posibles, a la distancia, se manifiesta sin resentimiento,
Sin posesión, sólo intenso y especial.
Es el verdadero amor que sobrevive a la distancia como prueba de vida, nos hace sentir en un lugar más allá de nuestra alma en un estado continuo de felicidad y armonía infinita.
A la distancia,  no hay brechas de tiempo, el amor florece en el espacio, más allá del todo:  ¡Que gran milagro que las distancias no existan! ¿Dónde acaba el horizonte sin límites? ¿Se acerca o se aleja?
A la distancia, mi trémula  espera  avanza tranquila y con voces que suenan no estrenadas, son las del amor esperado.
La esperanza culmina el puro querer, buscando claridad, avanzando sin tinieblas.
En la distancia, a través del misterio de la vida plena de sentimientos embarcados pero no a la deriva, sin tempestades, sin rendimientos, siguiendo las huella del sueño buscado y abierto en un todo al borde del espacio y del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario