Susurros, leves, misteriosos, acariciantes, que llegan a lo
profundo de mi alma.
¿Qué trasmiten? ¿Por qué aparecieron en mi vida?
Me inspiran ansias de que estén siempre cerca aunque en mi
mundo interior llegan palabras sin sentido, sí con sentimientos de amor.
Susurros, apenas audibles, sus colores brillantes iluminan
mi mente, los necesito, son parte de mí, me estremecen, me acarician por
dentro, me hacen cosquillas y mi corazón late más aprisa.
Murmullos sinceros que inspiran instantes de felicidad,
puros y mágicos, no existe el tiempo ni la distancia.
Susurros que como bocanadas de aire diáfano penetran en mi
cuerpo, se traslucen en mi piel, en mi sonrisa espontánea y única.
Son como gota a gota que caen bajo un sol radiante iluminando
ampliamente y con rítmicos latidos mi corazón de agua y miel.
Musitas a mi oído como si estuvieras escondido detrás de mí,
entre sombras claras y crepúsculos ardientes. Susurros encantados como
temblores de alas que me buscan y se posan despacio, muy despacio en mi espíritu.
Y entre esos balbuceos de siempre, en tiempos sorpresivos,
constantes, lentos, a veces dadores de armonía, a veces dispensadores de amores pero nunca los
mismos. Me hacen estremecer entre músicas de cascabeles y cristales como pájaros colgados,
con olores inefables, frutales, a uvas cortadas o a café recién molido.
Susurros inquietos, a veces suaves, a veces calmos pero
siempre con un mensaje de amor, como una caricia que me lleva a esperarlos con
ansias de besos, ternuras.
Rumorean cerca de mí, me llegan como de lejos, como viento
entre tallos de mimbre o entre nenúfares flotando en el agua, me cercan, me
rodean, bordan en mi interior cuartetas que sólo yo podré escuchar.
Susurros dulces, ¡no se detengan! cual extrañas partituras
contrapuntean en mi alma deseos inconfesables, íntimos, muy íntimos y río de
felicidad cuando oigo su mágica brisa en las madrugadas albas de mis
despertares ansiosos de tenerlos cerca de mí.
Son los susurros de amor que me inspiran a volcar en mi poesía
todo lo que siento siempre, desde lejos, siempre desde cerca.
Líricas de respiración como notas azules en mi corazón,
melodías que resbalan en mi sangre como visiones de ti que se posan en una
mirada fija en la vida de dos muy nuestra.
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