Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Páginas
▼
miércoles, 13 de febrero de 2013
No estar contigo
No estar
contigo, te desviaste de la senda en la que yo te estaba buscando. Te entreví
soslayadamente, intuí tu venida, te esperé con todas mis ansias, mi cuerpo
entero clamaba por ti.
Viniste
hacia mí raudamente como relámpago de luz iluminando mis mares internos y te
internaste con alegrías, con ternuras y deliciosas caricias como un pájaro
picoteando un campo pleno y fecundo de semillas estremecidas de ser
encontradas.
Tu
llegada duró sólo instantes, ya no estoy contigo y te extraño tanto que mi
corazón se estruja, vibra, palpita y se anega de lágrimas largas,
interminables, la desilusión me colma y mis pesares inundan mi alma que
confundida y estremecida no puede comprender los por qué de estos tan sólo
instantes de felicidad total y prodiga.
No estoy
contigo, no lo estaré nunca más en esta vida del Hoy, ni del mañana.
Mi afán
ciego por creer en tus promesas de amor no me dejaron ver que ibas a ser en mi
camino sólo una estrella fugaz.
Bañaste
mi alma de luz por un instante y como un cometa raudo y veloz su estela dejó
marcas indelebles en mi cuerpo y en mi espíritu.
Contigo
sentí el perfume y la suavidad de una flor recién abierta.
Suave
curva la entrega de nosotros como pájaros que en busca de lo soñado hacia todas
partes vuelan ensayando todos los cantos de las aves que toda la Tierra pueblan.
No estar
contigo es sentirme como colmena vacía, sin zumbidos y latidos ya que mi alma
está seca, es como hundirme en un mar de dolorosas tragedias, me hiciste mal,
me hiciste bajar a un abismo donde la luz no penetra.
No estar
contigo es sentirme atrapada en un laberinto de verdes follajes donde los
pájaros no responden y en un intangible ensueño lejano de las flores se
esconden.
Y así
dejaste mi alma triste y abatida viviendo sólo en la bruma donde mis ilusiones se
pierden.
Te pienso
y te retrato fiel sobre el heliotropo del crepúsculo idealizándote con ímpetu
alado.
Sólo eres
ahora un triste recuerdo, un tesoro no conquistado, un espejo donde no se
reflejan nuestras imágenes.
¡Vete ya!
¡No regreses! No me encontrarás en la inmensidad del tiempo, ya eres una saeta
que se perdió en el azul cielo.
Para tí
escribí los versos de amor que no llegaron nunca al papel que los esperaba con
ansias entre el olor de tomillos y de madreselvas.
¡Qué dolor a mi pecho se derramó! Voy en busca de la
lluvia que limpia y rejuvenece mi alma e ilumina mi rostro con una sonrisa para
el nuevo amor que se acerca.
El fuego que soy hoy
Hoy soy
fuego, estoy viva y mis manos abrazan la verdad y baño el aire con mis sonrisas
al pensar cuanto me abrazan tus labios al besar como la boca derretida de un
volcán.
Tarda
noches la noche en ser auroras, la luz se hace despacio porque es tu centro una
fuerza sensitiva. El fuego que soy hoy mi cuerpo y alma se abrieron ante tu
magia sensorial.
¡Triunfos,
revelación! Hay fulgores brillantes en mi alrededor y me llega el goce como
espuma sin prisa, en impolutas láminas de sentimientos intensos y deseos de que
aquel pensamiento nacido oscuro, con mi sol, a tu cuerpo he de bañar.
El fuego
que soy hoy es luz que traduce incógnitas lejanas, a gozos inmediatos, a
placeres sentidos hasta los más íntimos. Inconcientemente, en mis sueños estás,
donde no mando yo, sino sólo mi corazón y allí tuya por siempre puedo ser por
una eternidad.
El fuego
que soy hoy no se apagará, es un misterio velado que la mañana que asciende
hacia su colmo esplendor, paso a paso, en contornos se goza aún más y en
perfiles rechaza lo desconocido, lo no sentido con intensidad.
La
hoguera de mi interior se enciende sólo en pensarte y se alza arrebatadora,
velocísima, como alas en el confín del mar.
El fuego
que soy, está encendido en mi corazón para tí, sólo para tí, eres mi milagro de
amor y cada vez que pienso en tí, siento un cosquilleo por todo mi cuerpo, te
necesito a mi lado, sin tocarnos siquiera, estremecidos tan sólo con mirarnos.
El fuego
que soy hoy es un sortilegio de amor, y mis versos vibran al volar al papel que
los espera con ansia para que lleguen a tí mis palabras de amor.
Soy tu
amante escondida que alisa la arena, bien lisa, para que en rasgos levísimos la
mano escriba lo que siento por ti entre pudores de espuma mensajes de ondina
son, soy tu amada total, te ofrezco mi vida.
El fuego
que soy hoy alumbra la marina, en una noche estrellada entre abrazos truncos y
besos que al aire fueron entre deseos que se
alzaron y altas quejas de espuma que se llevó el viento. Sin ansias y
sin presas espero el amor que se inicia como idilio estrenado en fábulas no
escritas.
Y
tejiendo y destejiendo, el fuego que soy hoy, los versos permanecen entre hilos
de luz de este raudo amor que se inicia para siempre.
Incógnita
Incógnita,
palabra que conlleva dudas, misterios de un amor secreto y oculto, que hoy no
está en ese recodo de mi camino.
Ayer
borré tus pasos con mis suspiros preguntándome si me has querido, una incógnita
sin respuesta.
Enigmático
sentimiento que hizo que mis lágrimas aprendieran a llorar solas bajo el
recuerdo de tu sombra.
Colores
marchitando las rosas del tiempo, desmenuzando los momentos, clavándose en un
horizonte lejano, quizás tú viviste en el país de mis sueños al que engalané de
amor, pasión, reencuentro, quizás no te hallé ante tanta confusión de
pensamientos.
Incógnita,
lo desconocido me lleva a pensar equivocadamente en verdes esperanzas,
brillante sol, blancos inviernos, en tu corazón rojo junto al mío ardiente en
la hoguera de nunca poder abrazarte y no importa si aún puedo imaginarte y me
derrumbo cuando intento acariciarte.
Arcanos sentimientos no respondidos, te llamo en el
silencio y vuelve tu sombra a invadir mis ojos y si los cierro me encuentro con
tu último beso y una sensación de miedo, de abandono se insinúa tras mi espejo.
Incógnita de un encubierto ensueño donde luces brillantes
como estrellas, emborronadas escapando de la prisión del tiempo perdido, allá
donde duermen tus secretos y los míos y yace a oscuras un latido mudo,
oscilante, impregnado de tu esencia.
Sé que no debo conservar un amor entre mis brazos, no, en
el aire de los ojos, entre el vivir y el recuerdo, sueltos flotando, se tiene mejor
guardado.
Aves de vuelo tarde o temprano se van por el aire que las llama,
los ojos son los seguros, de allí no se van los pájaros, lo que se ha mirado
así, día a día, enamorándolo nunca se pierde porque ya está enamorado.
Sí es una incógnita, lo que sin darnos cuenta ignoramos lo
que está ante nosotros y no despertamos para vivirlo, contemplándolo porque el mirar no tiene fin sin nuestros ojos hoy se cerraron
cuando nos raptó la noche, mañana, como con un gran milagro se nos abrirán el
alba y nuestros ojos serán más amantes para seguir mirándonos.
Incógnita, desconocida sensación de borrar tus pasos con
mis suspiros y aún como una encubierta duda de amor me pregunto una y otra vez
si me has querido y no tengo respuesta ni en un verso ni en una palabra de amor
en esta suave curva de un vivir camino a lo diáfano y a lo imposible.
Me extrañas
Me
extrañas sin conocerme, sólo nuestras palabras nos unen, palabras viejas como
el mundo que se llenan de alas y campanas y suenan nuevas, nuevas por completo
porque han sido pulidas y lustradas por la ternura, la dicha de habernos
encontrado en un instante especial y único que nos cubre, que nos rebasa, que
nos estremece.
Me
extrañas, dulces palabras que se vuelven únicas como por milagro y nos dejan
suspendidos en un momento de felicidad.
Tú y yo,
desde la distancia somos pobladores de la maravilla de extrañarnos sin habernos
visto nunca, ¿te das cuenta?.
Somos una
canción, dos aves en vuelo, dos estrellas de una constelación de amor.
Ya nunca
seremos dos extraños, porque tanto tú como yo tenemos en nuestras almas
nuestros nombres unidos por una invisible cadena ¡qué milagro!.
Tú no
sabes, solitario sacramento del nombrar que cuando te nombro, te pienso y el
todo que nos separa nos acerca.
Me
extrañas porque somos un amanecer, la llegada del sol y del verano en una
lluviosa tarde.
Me extrañas
y más me extrañarás cuando tus manos se posen en las mías y tu beso encienda
esta cabeza mía que caerá como un fruto dorado sobre tu pecho.
Porque
eso es vivir… ¡vivir es renovarse cada día!, es extrañar sin saber por qué a
alguien que se cruzó raudamente por tu vida sin remotamente esperarlo,
dejándose caer en tu camino, iluminando creo otras luces, generando
expectativas nuevas y curiosas como una gracia un poco endeble pero arrobadora
como una flor nueva.
Me
extrañas, ser que entiende, comprende, siente, en mis prosas de amor lo que
éstas guardan: temblores, ansiedades, emociones, ese perfecto deseo de amar y
ser amada, de esa realidad de amor que nos hace inmensamente felices y
volátiles, levitando ambos en ese otro espacio donde sólo tú y yo lo recorremos.
Me
extrañas, hablamos y nuestras voces se unen, se suspenden en el aire como para
volar.
Que
extraño lo nuestro… cada vez que hablamos parece que algo profundo nos acerca,
algo con magia, duendes, hadas que nos entrelazan con hilos intangibles que no
se desatarán nunca más.
Me
extrañas, te extraño y la espera de encontrarnos se hace larga, quiero
compartir contigo sueños, penas, alegrías, canciones, música.
Ser los
dos la savia de un árbol, las alas del alma, el color del agua, las estrellas
en el fondo de los ojos, la locura en el pensamiento, el calor de la piel.
Dejar que
el amor nos inunde sin miedos y sin temores.
No regresaré
No
regresaré por el camino donde quedaron tus huellas marcadas, porque me llevarán
por un sendero oscuro, sombrío, hondo y con obstáculos que lastimarán mi alma.
No
volveré a pronunciar tu nombre, sola vagaré en bosques umbríos y campos de
flores, jugaré a no recordarte y beberé la luz de las estrellas buscando nuevos
horizontes.
No
regresaré a compartir tu destino aunque quieras tenerme cerca porque no quiero
volver a bajar al abismo contigo, porque tú ya no significas nada para mí.
Ya desapareciste
de mi ser, no quiero sentirte otra vez, lo nuestro desapareció hace tiempo y no
quiero volver a pensar.
No
regresaré, no me interesa tu mundo sin luz, no me mereces y no te daré el gusto
de volverme a tener.
No
regresaré porque tus sueños sólo viven en la bruma, vagan sin empeño, sin
rumbo, en un mundo fantasmal donde la risa, el canto, ya no existen, sólo se
escuchan lamentos, llantos, tristezas.
No
regresaré, mis puertas y ventanas bajo candados, herrajes, cerrojos, están para
ti selladas para siempre.
Dejo tu
recuerdo enterrado en la arena de los tiempos para que se desvanezcan por cada
lágrima que me hiciste derramar desangrando mi alma.
No
regresaré, ni te escribiré versos de amor, ni malgastaré minutos de mi
existencia pensando en un ser terrenal que sólo trajo frustración y dolor.
Ahora voy
a llenarme de luz, abriendo mis alas en busca de amores alegres, de nuevas
fronteras, nuevos perfumes, muchas sensaciones nuevas.
No
regresaré a ti, escribiré poemas de amor, frases, palabras, donde tú solo seas
un recuerdo, crearé el tiempo haciendo correr mis versos como el agua que
recorre su cauce por los afluentes de mi alma alimentando el desierto con los
latidos del corazón.
Adiós
amor de solitarias citas, de promesas incumplidas, ¿por qué seré cruel dirás?
Será
porque no quiero sentirte otra vez, lo nuestro desapareció, mi ausencia desnuda
de sombras y dudas quedará en el olvido. No volveré.
Amante infiel
Amante
infiel
¿Por qué
abandonaste tu lecho de amor que te brindaba calor, ternura, pasión?
¿Cómo
cambiaron sin darme cuenta tus sentimientos que tanto me entregaron, un
torrente de amor, romanticismo, sensualidad, belleza de espíritu y entrega de
corazón?
Amante
infiel
¿Cuándo
mi luz dejó e brillar para ti y muy despacio te fuiste alejando buscando otros
amores?
¿Por qué
fuiste desleal a nuestros proyectos de amor compartido y total?
Amante
infiel
¿Cuándo
dejé de seducirte con mis besos apasionados y caricias provocadoras?
¿en qué
momento mis palabras encendidas de amor, mis labios ardientes, mi excitante
ansiedad dejó de encender tu fuego?
Amante
infiel
¿Cómo no
te diste cuenta el hondo ardor que me provoca en el corazón tu traición,
dejándome en noches de hastío?
¿Será
posible que no te alcanzo mi entrega desnuda y fogoza, mí perfume en tu piel,
mis marcas ansiosas, mi pasión sin fronteras?
Amante
infiel
¿Soy yo
que creí vivir un gran amor en un solo lecho y no era verdad?
¿Debo
despertarme cada día tropezando con el sol y no tener respuestas?
¿De qué
sirvió tanta entrega, tantos proyectos de un existir juntos, amándonos por
siempre?
Amante
infiel
¿Recuerdas
cuando abrazados escuchábamos el ritmo del océano dejando que el deseo se fuera
desplegando lentamente hasta que tus manos se convertían en colibríes
impacientes?
¿Y aquel
momento cuando me desnudaste por vez primera mientras la marea iba subiendo y
las olas borraban nuestros astros?
Amante
infiel
¿Cuándo
dejé de ser tu dueña y se dejó de reflejar mi mirada invisible en tus pupilas?
¿Y el
gran hervor de cuerpos dejó de proyectarse en una llama viva y empañó los
cristales de nuestro amor deseoso de disfrutarnos mutuamente?
Amante
infiel, no soy ya más la espera, la que te sueña, la que impaciente aguarda tu
llegada, todo eso quedó atrás.
Ahora no
espero más verte llegar, mi cuerpo no necesita de tus besos, mi alma no vive de
tus recuerdos, ya eres el pasado, abro mi alma esperando el roce de otros
labios y promesas de otro amor que no hiera, que sólo ame.