A la noche,
ya pasado el crepúsculo,
te acercas,
muy cerca y despacio
tu voz única y seductora,
dejas en mi boca
un dejo de amor renovado,
casi nuevo.
Tú nunca podrás dar
otra cosa de ti más
perfecta, irrepetible
y cuando siento en mi boca
tu voz,
la vida está completa,
es renacer al fin
sintiéndose amada.
Entras por las minas últimas
de mi ser,
hondo, muy hondo,
a lo profundo
dejando la huella marcada a
fuego
de mi renacer que se abre a
la vida
y por esta entrega y me siento renovada,
con deseos intensos
de dejar en poemas esta
vuelta en mí.
Y en mi boca tu voz,
como un milagro más
y es como la luz
que viene en mi búsqueda.
Pintor de mil ilusiones
que me hace entregarme
a un ensueño soñando despierta,
que hace en vigilia
querer seguir amando
despertando al amor,
al éxtasis latente del
corazón.
Por tu voz sin palabras
casi,
sólo murmullos tiernos
tu espíritu tembloroso
habla en estos momentos
de dicha suprema.
¡Amor,
un instante detén ahora el
vuelo,
murmura tus himnos de
triunfos
y recoge las alas!.
Y en mi boca tu voz,
no detiene su marcha
y entre besos cortos
que duran más que un relámpago,
regresa ardiente y seductora
acariciando mi alma
entre suspiros leves y casi
silentes.
Tu voz la que me dice te
quiero
lucha por afirmarse contra mi duda,
mis temores de que esta
realidad aquí,
en mí,
no sea verdad
y todo sea solamente un
sueño.
Quiero creer,
que tu voz en mis labios sea
cierta
entre auroras seguras
para renacer como una desnuda Venus
que surge del más allá
en una aureola de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario