Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
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jueves, 21 de febrero de 2013
Desafíos
Desafíos,
la vida nos enfrenta en cualquier instante en nieblas rojas de fulgor metálico
a sucesos que nos provocan profundas penas y congojas sin fin.
Aspiramos
sin darnos cuenta ráfagas asfixiantes de mudo asombro ante retos que creímos no
provocar y que como dagas de filoso filo se clavan en nuestro corazón.
¿Cuál
es la causa? ¿Qué provoca tanta desolación, tanta crueldad, tanto dolor?
¿En
qué lugares secretísimos y ocultos se escondieron la solidaridad, la confianza,
la amistad, la ayuda mutua?
De
entre las sombras surgen provocaciones inesperadas que rondan y avanzan hacia
nuestras almas y como truenos errantes retumban con salvajes estampidos en
nuestra paz interior quebrada con parpadeos de miedo y pesar.
Desafíos,
a veces en minutos, un desplante, una provocación sin causa justa hace que
nuestro firmamento cruja, se desquicie y la noche de una sombra oscura se hunda
en nuestros ojos en tinieblas.
Desafíos,
querellas inútiles, episodios tristes, incidentes falsos que causan una honda
de fuego en nuestro espíritu antes pleno de amor, de recogimiento, de gratitud
a la vida.
Son
instantes de bravatas no merecidas que como racha glacial toca nuestra frente
llenando los espacios infinitos.
Desafíos,
litigios que avanzan bajo el soplo de un viento huracanado que sacude los
árboles de la vida, caen los pájaros muertos de los nidos, vuelan las ramas,
los ramajes rotos y nuestro espíritu sufre y se mezcla con fantasmas aturdidos
crujiendo sordamente el dolor que nos provoca la ira, la desazón, el alarde
inaudito.
Desafíos,
nuestra alma humana herida de amargura necesitará otras manos para curar su
pena cubierta de mentiras difamatorias y soberbias en un alarde aplastante.
Pero
la esperanza poco a poco retorna a nuestro espíritu, de nuevo el rayo entre las
nubes vibra, surgiendo de entre las hojas luces brillantes proclamando la
verdad y el amor profundo.
¡Por
fin, desde la altura, de un cielo azul profundo, las estrellas de cándida
hermosura, llenas de compasión y de ternura dejan caer sus luces sobre el
mundo!
Desafíos,
caerán débiles y medrosos a hundirse en oscuros huecos de secretos ocultos y la
fe se elevará segura en su dulce amor a la vida, en un fulgor de alboradas con
música de brisas de nuevas primaveras.
Así
las almas como estrellas errantes iluminarán la amplitud del cielo entre
ilusiones de un vivir de amor que se cubre de poesías en nuestros sueños
serenos y anhelados.
Cálidos crepúsculos
Cálidos
crepúsculos, junto a tu lado, frente al mar, el horizonte cuajado de mil
colores polifacéticos nos envuelve en su magia de espejismo, de visiones que
nos transportan a nuestro mundo de dos, hundiéndonos lentamente en la inmensidad
del cielo.
Cálidos
crepúsculos, admirable naturaleza, siempre la misma y diferente, maravillosa de
belleza, renovada constantemente que nos sumerge en oleadas de pasión frente al
sol anunciando su poniente bajo la celeste amplitud.
Estos
momentos imborrables son fuente de inspiración de poemas de amor y manantial de
ritmos y cantos y los versos como tesoros escondidos surgen en estas tardes de
escarlata.
Cálidos
crepúsculos, denme a beber la poesía en el raudal de meditaciones sin fin como
salmos que desbordan cielos y tierras.
El
himno al amor todo lo ennoblece, todo se agranda a sus clamores, el firmamento
resplandece, la tierra se cuaja de flores.
Cálidos
crepúsculos, hay en su grandeza, ternura que fulgura, armonía que se potencia
en segundos apenas y los versos vuelan con las aves, los rumores de los ríos.
Es
la hora del amor, retornan a los nidos, las leves golondrinas, sus alas son dos
mimos flotantes en el viento, los bosques se adormecen y velan las colinas, es
el momento del recogimiento y del silencio profundo surcado por suspiros
apasionados.
Poco
a poco, puéblense de sombras el ambiente y levántanse del fondo de nuestras
almas los sagrados sones de nuestro amor descendiendo por diáfanas escalas a
nuestros cuerpos temblorosos de pasión.
Cálidos
crepúsculos, como música con ritmos sin fin, son instantes que la ilusión guía,
la tarde apaga sus colores y los astros encienden sus lumbreras, nuestros
corazones palpitan y vibran al unísono en un total arrobamiento de confidencias
y secretos íntimos.
Parece
que flotamos en una suave cadencia entre el cielo y el mar, nuestros pies no
son pies, son alas de aves, bajo el fanal errante de la luna que despacio
asciende con su áurea luz, espectral y hermosa, dilatando el paisaje que nos
protege, nos cobija como un temblor de encaje.
Luna
que comienza a alumbrar nuestro camino, vago y blanquecino hacia nuestro nido
cálido y embriagador de dichas supremas.
Cálidos
crepúsculos, luces que el cielo envía como poesía ardiente en el atardecer
nostálgico, conduciéndonos entre bellezas de luces al encuentro de nuestros
cuerpos que se buscan con ardor y entrelazan entre hilos de ternura,
contemplando absortos la imagen del cielo unida a la forma de la Tierra.
Soledad de a dos
Soledad
de a dos, aislamiento de dos almas que estuvieron unidas en el ayer lejano,
ahora en un desamparo triste y melancólico, lloran llantos de tempestades.
En
noches solitarias, en el pasado, unidos formaban un solo ser, de a dos, unidos
por lazos que parecían indisolubles pero el tiempo los fue diluyendo en la
nada, quedando los espíritus en un total desamparo y de sombras se anegaron, de
tristezas y penas.
Soledad
de a dos, el tedio pesa y el silencio flota, despertándose dolores y hondas
congojas que parecen eternas como la flor desprovista de perfumes, ya que es la
que más prolonga su existencia.
Soledad
de a dos, sólo subsiste proyectos, proyectos arrumbados y corazones envejecidos
y mustios.
Lenguaje
de congojas que en las heridas de los pechos mora, escondido en lugares
secretísimos que descienden a lo hondo de las almas.
Y
entre las sombras voces se escuchan, leves, tenues, que dicen: ¿seguir?, ¡si no
se llega!
Ya
que seguir es luchar, ¡qué inútil lucha!
Ya
nunca más existirán los besos, aquellos dulces y tiernos en las frentes, en las
manos, en los cuerpos, aún sin ser tocados, se dormirá profundamente ese mago
azul de la mentira.
Soledad
de a dos, ¿qué persiste de todos los lirismos cultivados en esta hoy claridad
abrumadora, sólo frialdad de sentimientos, aislamiento extraño entre dos seres
que siguen juntos, entrelazados en la red de inercia del vencido y acabado
amor.
Soledad
de a dos, el ensueño y la melancolía, encienden los sueños donde la lucha
diaria y ardua agrandan la existencia para sobrevivir juntos en un temblor de
anhelos no cumplidos y esperanzas truncas.
Entre
ambos se alza la copa de la amargura, una antorcha incierta de una luna yerta,
errabunda y muerta, sólo existe una luz exangüe que devana como en un telar de
encuentros y desencuentros la tristeza humana.
Soledad
de a dos, que en una perenne inquietud encierra el deseo total de ser soledad
de a uno para llegar al interior consigo mismo donde mora la felicidad del
alma.
Soledad
de a dos, luz agonizante, que busca sin poder encontrar el sentido del existir
en esta vida del ahora, llegando a contemplar como en un espejo sin luz la
tragedia de ser tan sólo uno sin estar frente al otro.
Y
es de esperar en vano empeño en un intangible ensueño viviendo sólo en la bruma
que en una falsa ilusión se crea para continuar en un mañana sin futuro.
Sendas hacia ti
Sendas
hacia ti travesías inconmensurablemente largas, soñando con verte frente a mí
en una sed de tenerte a mi lado.
Desde
un tiempo lejano, como una querencia, un ansia de volver a ver, a verte, a
seguir contemplando aunque sea tu sombra.
Sendas
hacia ti caminos entrecruzados, paralelos, anchos, angostos, los necesito para
llegar hasta tu presencia y acurrucarme entre tus brazos.
Si
no encuentro el camino, mía es la falla, toda canción está en él, isla
ignorada, esperando a que sepa cómo cantarla.
Sendas
hacia ti misteriosas, impenetrables, obstruyen mi visión y tu presencia se
diluye a lo largo de mi vida.
Estoy
detenida en el grave concierto del otoño, escuchando cómo los violines agitan
un mar de hojas, en la trocha exacta donde nuestros caminos del existir se
encuentran y tú llegaste con una breve sonrisa de alegría disipando por
instantes las neblinas que envolvían tristemente mis huellas transitadas hacía
ti.
Sendas
hacia ti polvorosas en todos sus costados por mi pasar de prisa llamándote
angustiada a mi lado.
¿A
dónde alargar mis pasos?, no quiero sentirme extraviada en estos silencios del
páramo de mi camino, quiero recibir la señal, el signo que me conduzca aún por
un instante a estar entre tus brazos.
Sendas
hacia ti son espejos del recuerdo con aromas de tomillo y madreselva que de
sus piedras, tierras, roquedales, a mi pecho se derraman.
Mis
pasos resuenan en el sendero silencioso, solitario y se pierden en la cinta del
eco enredada entre los árboles.
El
camino sin ruido revela su gris monotonía si no me conduce a dónde tú te
escondes y continúo con mis pasos cansinos buscando la raíz de los quebrantos
por estar lejos de tí.
Sendas
hacia ti perdida estoy para siempre si no te encuentro, sin sentir el cercado
de tus brazos y sigo tras tus huellas en el ramal entrelazado de senderos
umbríos y misteriosos.
No
quiero que seas en mi presente el recuerdo de un día ni dejes en mí huellas que
marcaste en mi cuerpo y espíritu.
Sendas
hacia ti ¡sensación de retorno!, pero, ¿de dónde, dónde? ¿En cuál de las
travesías de nuestras vidas nos encontraremos?
¿Cómo,
el encuentro?, ¿con besos o llantos?
Nos
hallaremos a tientas, con las manos, con los gritos, con los besos tibios y
dulces que antes el vacío besaban en el camino en el cual te buscaba.
Te amo como eres
Se
siente tu ausencia cuando te alejas al no sentir el cercado de tus besos y es
entonces que te llamo hasta quebrar mi voz y en segundos al no tenerte a mi
lado te llamo y en instantes me derramo en llantos y sangra mi corazón.
Te
amo como eres, dulce, tierno y el silencio nos une, nos hace latir, aún más los
sentidos que laten en los embates que el tiempo desafía entre cenizas y ruinas.
Contigo
floto en movimientos lentos y suspiros me envuelven como alas de aves en un
rítmico volar de dulces sueños, son el máximo resplandor de que existe el amor
entre los dos.
Quiero
que sepas que eres la luz de mi vida, esa voz que a mi alma alivia y esa
sonrisa que de alegría me llena…
Tú
eres mi inspiración, hoy, mañana y siempre, mi númen, danzan enamoradas las
palabras, las frases de amor en un revuelo de letras para caer en las hojas que
esperan por ellas, para que tú las recibas como una ofrenda de mi espíritu
inquieto e impaciente por estar contigo.
Amar
es escapar el pensamiento en la fragancia del Edén perdido, amar es… amar es…
amar es llevar clavado en el corazón un dardo celeste.
Te
amo como eres porque nunca intentaste no dejarme volar y me brindaste
sensaciones de libertad junto a ti, nunca me fustigaste, ni invadiste mi
espacio, me amaste en la distancia y en el tiempo.
Y
por ello yo te amo con la fuerza de los mares, con el ímpetu del viento, en la
distancia y en el tiempo, con mi alma y con mi cuerpo, a puro grito y silencio,
en la alegría y en el llanto, en el peligro y en la calma.
Te
amo como eres, eres fuente de mi camino y me haces atravesar la dura realidad
sin darme cuenta.
Sólo
tú, amor mío, por eso te amo como eres, dulce bálsamo de vida, símbolo de
pureza, inocencia y bondad.
Él
es, clamaron mis sentidos, él es el presentido, el esperado, el que con su
primer mirada adueñó mi corazón.
Toqué
con tu amor los dinteles de la gloria, y en mi alma sentí latir el firmamento y
alentar toda mi ilusión.
Todo está escrito
Todo
está escrito entre los dos, con palabras de luz en nuestro destino.
No
podemos desoír su voz ni su llamada pues el amor es suave lluvia de oro cayendo
en la floresta de las almas.
Aún
la melancolía en el amor nos convierte a los seres en poetas, surgiendo las más
hermosas y sentidas melodías que se derraman por nuestros cuerpos como el río
desborda sus almas en el mar, dejándonos arrastrar por la corriente de la
pasión.
Todo
está escrito, en los cielos abiertos van trazando los pájaros códigos de
vuelos, las estrellas se leen con largas lentes claras que descifran el
misterio de la vida, de enigmas alejados.
Las
tierras más remotas con colores azules, verdes, rosas, entregan sus secretos en
los mapas.
Y
el pasado se ve tenuemente tan escrito en los ojos, en tus ojos, que son elegía
o cántico que brotan desde un arco iris en el cielo.
Todo
está escrito, tu nombre no se lee donde se lee, está en mi corazón enamorado y
contigo la Tierra es el cielo del cielo y entre tus brazos no se sabe de qué
profundidad viene el amor, lejana, sí de honduras de cielos o entrañas de la
Tierra.
Todo
está escrito, porque hemos pasado por la senda estrecha en los grandes zarzales
de la vida, sin hacernos ni una herida ni sentir dolor ni pena.
Todo
está escrito y cuánto más te acercas te siento despacito recorrer mi alma y
entre árboles llenos de nidos va un raudal lleno de rumores dormidos en lechos
de algas y de flores.
Y
sobre la sombra nocturna del éter en la inmensidad la Luna, triste y taciturna,
vaga en plena soledad, mientras nosotros nos acunamos entre abrazos tiernos y
dulces besos.
Todo
está escrito, los dos nos comunicamos en un abrazo sutil cuando los cristales
duplican el blanco disco de marfil.
Todo
está escrito, el tiempo río que huye y puede acontecer que cuando queramos
proseguir, perdidos nos hallemos en las sombras de un remoto ayer.
Todo
está escrito y un tropel de versos nos envuelven, son los versos que se agitan
y rápidos se dispersan como musicales flechas, van en busca de las hojas, van
para no volver a lugares misteriosos, sí
para volcarse en ellas.
Todo
está escrito, seguimos un ideal que no se alcanza pero al fin, con toral
esperanza, creemos que en un flotar suave, surgen, plenas de amor nuestras
quimeras.