Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 14 de septiembre de 2011

Pasión sin rostro




Pasión sin rostro, ¿eres tú el esperado? a través de la vida que pasa, espero no sólo fugaces dichas, sino la esencia de verdaderos sentimientos plenos de júbilos y plácidos encantos.
¿Dónde estás tú, el desconocido? No te encuentro ni en mis estrofas, los sones que de mi vida van brotando, son los pasos de las visiones que conmigo lo andan buscando.
¿En qué lejanías te escondes? Tu alma la siento cerca, tu rostro no lo he de hallar.
Inútilmente pido noticias de él al viento, al ave, a la flor, a la fuente y a los astros del firmamento.
Más no he de dejar de buscarte, ya una voz secreta me susurra, ¡sigue! ¿Qué te importa no hallarle? ¡Sigue! ¡no te canses, poetisa!
Sueño mis versos y soy feliz, sólo con soñar con tu rostro, canto ¿qué importa no ver la raíz si todo el rosal está en flor?
Pasión sin rostro, ¿Dónde ocultas tu alma? Por hallarte no reposo, vuelo bajo el cielo y sobre el mar ¿Dónde vives, solitaria, misteriosa?
Tu pasión la siento cerca y no sólo como un sueño que se esfuma, sí como un anhelo dulcísimo de añorar tu presencia.
Nuestras almas, en lenguaje sutil cuando los cristales se duplican, se encuentran y se enlazan.
Pasión sin rostro, mis sentimientos se cruzan y mis anhelos anudas, habitas en mis sueños y conozco tan sólo un rincón de tu alma.
Primero fue un poema de amor que envié a tu alma sin rostro, luego otro y luego otro sobre las costas de tu espíritu se fueron amontonando con fuego de pasión.
¿Quién eres? ¿Cómo eres? Soy tan solo una mujer poeta que busca el amor como increíble recompensa de los cielos e ilusión llegada como magia a mi alma.
Pasión sin rostro, como una máscara misteriosa, sin apariencias reales que no representan quien eres pero que dentro de ti, muy dentro, está la confianza personificada en un rincón de tu alma y la calma inunda mi alma si tú te acercas.
Pasión sin rostro, vuela mi corazón hacia ti, pleno de ilusiones y esperanzas, atadas con cadenas de estrellas a la sombra de un árbol y con cantos de pájaros perdidos en la brisa, dejando un invisible rastro de alegrías y anhelos.

Navegaré


Navegaré en tus olas azules y verdes para enamorarte y cada vez más cerca estaré junto a ti donde las olas muy azules se confunden con el cielo en el mar.
Y en la calma se arrulla la ternura infinita de amar y así las olas mecidas en alta mar, pegadas, muy juntas y solas hacen que quiera estar bajo el resplandor de la luna viéndonos románticos y deseosos, tú y yo con las olas del mar.
Navegaré en tu vida como un leve rumor, como una brisa, llegaré a tu frente como nardo desvelado con tan solo recuerdos y sonrisas.
Tú eres todo para mí, mi canción, mi mar templado, el pulso de mi sangre, mi llanura, donde duermo sin sueño mi pecado y eres mi apoyo donde con ternura este amor trasciende lo ya vivido.
Navegaré en tu mar de amor infinito, me adentraré en tus aguas en calma y navegaré junto con tu alma hasta descubrir tu íntimo laberinto.
Trazaré una huella de navegación de millares de años, alrededor del mundo, buscándote amor, en el agua de todos los océanos.
Navegaré hacia ti, tú eres el amor y la playa, mi luz desconocida, mi fuente iluminada, déjame quererte amor, déjame estar en ti.
Cúbreme con tu arrebatadora espuma del mar embravecido, que yo saldré triunfante, hollando en una diadema de suspiros brillantes y una lluvia de jazmines y estrellas palpitantes.
Navegaré sobre mi propia estela, siempre viva, dispuesta a todo, a vivir con amor y alegría, aún cuando cambie el viento y se den vuelta los paisajes y en mis blandos oleajes por mis flancos tú alelí resbala.
Navegaré, mientras el mundo canta, cae la luna y el amor renace y te soñaré surgido del mar, sano y fuerte para abrazarme y suspenderme en esa abierta playa mía.
Quieta estoy escuchando el corazón azul del oleaje, que eres tú el que viene por la espuma.
Bésame amor que en esta noche triste te diré los poemas que mis labios no se atrevieron y llegarán al papel donde nadie más los espera.
¿Dónde estás? Dime amor mío ¿No me sientes llegar como una lágrima buscándote por encima del mar?
Navegaré hasta el fin para que me sientas y escuches decir que te amo.