Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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martes, 19 de junio de 2018

Te quiero conmigo


Vientos de ira


Vientos de ira,
Turbulentos, huracanados, terribles,
que derrumban barreras, muros, arboles,
que nos separaban y nosotros elevados por el aire,
no nos veíamos más.
Se rompió nuestra relación,
que iba a hacer que las almas en un gran,
proyecto iban a ser una y una,
unidas por siempre.
Coronándonos el dolor, nos escoge,
nos declara capaces de crear,
tristeza, desolación, la nada.

Vientos de ira,
el mundo cansado de ver,
 que tú el amor de mi vida se iba lejos,
creo una gran ola gigante
que te aisló de todo más acá
y te llevo más allá,
para evitar que yo sufrirá,
sin el gran amor que nosotros labramos.
¿Oyes la ira desatada, el fervor envolviéndote?
Y yo inundada con gran pena en un mar,
de lágrimas saladas, te veo irte envuelto,
en cenizas de niebla y lluvia.

Vientos de ira,
¡Lástima de que nuestro amor acabara así!
Como se quedan las rocas indiferentes,
al agua que las rodea,
la luz se va a pagando, y yo huyo
y voy tras ella y me aclaro.
No quiero ser feliz en besos, en los labios,
sin cesar inventores de esplendidos engaños.
No quiero que mi alma sufra por todo esto.
Hay almas torpes como la tuya
y yo ahora me voy retirándome ya de mí,
hacia el azul cielo, al aire, al agua ,
sabias de la naturaleza y
Feliz me siento  que abran mi camino,
que cerrados estaban, lo que yo no acerté,
otros me lo acertaron , las aves, las flores, toda la naturaleza.

Vientos de ira,
Y en la oscura mirada de frondas exuberantes,
tú el inolvidable se va a apagando,
extendiéndose, como semilla en tierra seca.
antes me arrebatabas, llevándome al colmo,
de las ternuras del tacto, ahora no siento casi nada,
soy feliz  sin estar presa e tus brazos
y siento que la paz me inunda.
huyo, salgo de mí y la dulzura de mi misma,
me envuelve y en el gran aire vacío,
limpio, sé que lo nuestro fue un encuentro fugaz,
en las luces distantes, azares sin respuesta.
No, ni carnes estrechadas, ni alma juntas,
no más cuerpo, besos sutiles, sin color,
 vagando como sombras a mi alrededor.

Cuando ya no hay más palabras


Cuando ya no hay más palabras,
entre los dos, me siento nadie, me siento nada,
solo un gran vacio.
sin palabras me he quedado,
en un tumulto de voluptuosas confrontaciones,
los sentimientos más profundos
y los deseos más enamorados,
pujan con afán para hallar la dulce salida,
de este laberinto iletrado.
Sin palabras me he quedado
y desesperadamente necesito explicar lo que siento…
¡confesarte que te amo!

Cuando ya no hay más palabras,
aunque mi amor nunca obtenga,
el premio de tus besos,
yo lo mismo he de quererte,
los que lloran en silencio, porque te llevo,
en el alma como si fuera un sueño.
Y cuando estoy sola en mi cuarto,
sin mirarte yo te veo
y ese viaje inalcanzable que se llama
pensamiento me lleva a todas partes
y me dice que te quiero,
con los ojos del alma sin palabra
y en secreto.
No te tengo a mi lado y este tuyo es,
un dios extraño forjado en mis recuerdos,
reflejo de mi misma suave tersura,
grande por mis deseos,
máscara misteriosa,
estatuas sin palabras,
que he elegido a tu memoria.

Cuando ya no hay más palabras,
Sin palabras te digo adiós cuando te alejas,
cuando cierro la puerta de la noche
y contemplo sin un soplo de aire,
la estrella en que t
tú te alejas.
Pero todo súbitamente se rompe,
nuestras manos se desentrelazan,
en tiempo, polvo,
dejando solo vagos rastros fugaces,
recuerdos en las almas.
¿Sí, las almas finales?
¿Las ultimas, las siempre elegidas,
tan débiles para sostén, eterno
de los pesos grandes?
las almas, sin palabras,
como las alas,
sosteniéndose solas a fuerza de aleteos desesperados,
a fuerza de no parase nunca,
de volar, portadoras por el aire,
de aquella que se salva.
                                                                                                                                                      
Cuando ya no hay más palabras,
Nuestro mundo leve y frágil

 se desmorono,
sin palabras,
ya que el tiempo, un minuto era el siglo,
una vida,  un amor.
nos cobijaban nubes cielos, aire, nada,
atravesando mares hechos de lágrimas tuyas
y mías, todo por el silencio solemne y vulnerable
en que las palabras no existían.
¡a este carta confió la pena de perderte!
He de lavar mis ojos de los azules tuyos,
faros que prolongaron mi naufragio silencioso.
He de coger mi vida deshecha ente tus manos,
leve girón de niebla que el viento
entre sus alas efímeras y dispersas,
hizo volver la noche con las palabras,
no mudas, ni en silencio quiero nuestro dialogo,
privado de soñaros.

Tu vida sin valentía


Tu vida sin valentía,
sin siquiera mirar de frente, sin palabras al oído,
sin nada,
como si yo fuera nadie, te fuiste de mi vida.
Tristeza es que mi corazón te llame a gritos,
y tú no estás aquí para escuchar su soledad y sus lamentos.
Desleal fuiste con todos mis poemas de amor que te escribí.
Tu cuerpo se deslizo de mi lado,
como las olas en la arena
y como las olas, rompiste mi corazón anegado de tristeza.

Tu vida sin valentía,
te restiraste y aceptaste sin valentía,
el juego de no ser…
hoy no quiero que leerás mis poesías,
es como si abrieras una herida en mi alma.
Tú eres ya memoria sin progresión posible,
un espacio vacío de estado silencioso,
que retrae todo signo e idea que regrese del pasado.
Y tú eres divergencia al intentar tan sólo nombrarte.
Eres línea de ceniza en mi vida,
escrita o reflejada en un espejo roto,
un viento se levanta para llevarte lejos
y negar tu existencia
y de ti queda la duda de una sombra borrada.

Tu vida sin valentía,
ahora sueño continuamente con nuestra pasión,
con nuestras noches intensas de amor,
con nuestras risas compartidas.
¡que inocencia total!
¡qué significado tiene hundirse en el pasado,
si ya se perdió en la nada del vacío!
dormíamos la vida entrelazados,
ajenos a la voces de todos los amates del pasado,
pero nuestro vínculo se rompió
y te lanzo al vacío de otra vida.

Tu vida sin valentía,
aún así no acepte ver cerrado el destino,
y entre al fuego en donde estabas para abrazarte y besarte,
con todo mi cuerpo, mas no te halle.
Debo dejar de preguntar si ha valido la pena,
dedicar toda una vida a amarte,
con frenesí y pasión.
el río es el reflejo del sueño de la vida,
silenciosas gaviotas cortan de blanco el aire,
pastos tiernos, enredaderas, florecen en las riveras.
Bandada de golondrinas corta el agua azul del cielo
y yo triste y desolada clamo por tenerte,
otra vez a mi lado.
el sueño del reflejo es el rio de la vida.

Tu vida sin valentía,
recuerdo tu mullida voz sediciente,
que ahogaba mis palabras por tus besos,
requeridos por mí, con gozos, ternuras y deseos.
Te fuiste sin valentía,
sin una espiral de adioses de tu boca
y así sin saber razones se cerró nuestro libro de amor.