Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




Haz click para ver los videos de mis prosas poéticas.


miércoles, 2 de mayo de 2018

Aflicción


Te amo en silencio


Te amo en silencio.
Salgo a la noche y me sorprendo,
pocas veces me había ocurrido,
extasiada la contemplaba
sin dar crédito.
Unos segundos más y
la duda comenzó a desvanecerse.

Quede sorprendida,
su brillo fue dejando ver tu rostro,
lucias en tu tez fuerte y viril,
espléndida,
el hombre más deseado para Amar.

¡Qué belleza!
¡Ah!
LUNA, LUNA, LUNA.
Gracias por este momento,
gracias por este numen,
gracias por verte e imaginar que estoy a tu lado
y por tenerte abrazado en mi lecho,
estrechándonos con pasión.
Aun no has alcanzado
la gloria de tenerme,
perdiendo el sosiego cuando te alejas de mi.

Te amo en silencio.
Esta hoguera que hemos encendido,
que hemos gozado con pasión y fuego
por estar unidos en una sola carne.

Te amo en silencio.
Quiero tenerte a mi lado,
en nuestro nido de amor,
eres mi amado amante,
el único,
el verdadero,
el diáfano.
El amor sí se nutre jamás muere,
es inocente y puro.

Afanosamente te busco,
sin discreción,
eternamente,
no desesperes que algún día te hallaré.

Te amo en silencio,
sin ecos,
sin sombras,
sin misterios.
Soy tuya y quiero demostrártelo
con caricias, besos, mimos,
adaptando nuestros cuerpos como uno solo.

Te quiero tal cual eres,
trasuntas transparencia,
diafanidad,
sigilo.
Tu discreción aflora
cuando te vas acercando a mí,
la distancia se acorta y sin disimulo
nos miramos a los ojos profundamente
con deseos de estar muy juntos,
sin secretos,
en paz,
la paz del amor.

Te amo en silencio
y te pregunto ¿que sientes cuando me intuyes?
¿de quién eres?
Y abres los lazos y me enseñas
la alta imagen de ti y me dices que mía.

Te veo como un cóndor, aguerrido,
con tus garras afiladas
buscando llevarme entre tus alas
como una presa entregada
a los altos abismos del mundo, donde
la soledad nos hará sentir
que por fin estamos juntos.

Por un solo beso tuyo


Besos húmedos
¡oh!
Sorpresa sin darme cuenta
me besaste por vez primera,
mi cuerpo vibró y mi mente se nubló,
entró en mi corazón,
llegó el amor.

Ese primer beso de mi mayor anhelo,
un beso grande, un beso inmenso,
un beso cálido,
húmedo y tierno.

Por un beso tuyo…
caminaría en el desierto,
inundaría los cerros,
cruzaría el mar en corcel de plata.

Te entregaría mi calma.

Araría en el desierto
 para sembrar en tu alma
la semilla de tu estirpe,
que vería crecer con ansia.

Por un solo beso tuyo…
arriesgaría mi historia,
vendería mi alma
y contemplaría la gloria.

Por un solo beso tuyo,
regresaría mi historia
desde donde siempre te he buscado
y desde siempre te he esperado,
y ahora que te he hallado
apretaré con denuedo
tan sublimes recuerdos.

Pues la flor que he cultivado
llena ahora con su perfume
el jardín que he tanto cuidado.

No alcanzas a imaginarte
lo que es capaz tu embeleso.

A mi arte entregaría
sólo por saberte mío.

Por un beso tuyo
daría mi vida entera,
despreciaría todo el oro del mundo
y lo cambiaría por un beso tuyo.

Con un beso de tus labios
encontraría la cura de mis males
con el toque de tus manos
acabarían todos mis pesares.

Primer beso de amantes insipientes,
¡Júbilo! ¡Felicidad!
¿Podrán los labios repetirlo?

Por un beso tuyo
yo no sé qué daría,
si la luz del cielo
o un diamante entero.

Por una caricia tiraría al viento
al mejor te quiero
despertando el tiempo.

Por un beso tuyo yo no sé qué diera,
si mi alma entera
o mi corazón enamorado.

Gritaría al mundo,
llena de alegría,
el amor que siento por tener tu cuerpo,
por probar tus besos y
tu dulce aliento.

Por un beso tuyo bajaría el sol,
la luna plateada,
mil palomas blancas,
yo no sé qué diera
loca de contenta
si mi alma entera
colmara mi corazón sin frenos.

Besos de tu boca,
caricias te daría,
abrazos que demostrarían
mil veces mi alegría.

La sinfonía de mi pensamiento,
a veces te diría
 las letras de un te quiero
porque a veces por ti vivo
y a veces por ti muero.

Tu huella que mi mar se llevó


Tu huella que mi mar se llevó,
lejos, lejísimo,
ni se verán más
tus pasos firmes y seguros,
ni sentiré tu húmeda piel
sobre mi cuerpo,
desnuda está mi carne,
colando entre mis dedos
mansa arena aunque a veces hacia adentro
el deseo reverdece
puliendo artesonados por tu ausencia.

Tu huella que mi mar se llevó,
otras aguas se mueren en tu pecho
que son mar a mis sueños y mi olvido,
mas tus naves combaten
y naufragan en un abismo
de geográfico equilibrio.

Iré a vivir el mañana
sin que tú cerques mis huellas,
temblando de futuro,
a sentir la vida de prisa,
segundos,
siglos,
siempre, nada.

Alfabetos de mi espuma
un día te alejaron de mi mar
y yo por perdido te di,
quizás por un instante tan sólo.

Tu huella que mi mar se llevó,
porque ya no sentía las alegrías altas
de tu querer y las angustias de estar
aún queriendo poco me inundaron
con lagrimones que anegaron mi pecho.

Sólo quedaron en mi alma los poemas,
las frases,
los monosílabos de amor
que se escondieron dentro,
muy dentro,
para que tu huella
no se lo llevara a la nada.

Desde la tarde aquella
que mi mar te llevó
aún andan por mis venas
mis versos despacito
y muchas cosas he visto
que pasaron traídas
y llevadas por el tiempo.

Sobre ti fui pasando
mis horarios perdidos,
sobre mí tú seguiste
como el sol en los pétalos.

Y tu huella mi mar se llevó
en la brisa de mi dolor caído,
con la tristeza ingenua
 de saberme en lo cierto,
tu vida era un profundo batir
de inquietas fuentes
en inmenso río blanco
corriendo hacia el desierto.

Tu huella que mi mar se llevó,
te llevaste mis caricias
en el gesto de tu abrazo
y en tus palabras quedaron rumores
parecidos al lenguaje
que llevabas en tu boca de agua
desde el más quieto charco
al más agreste risco.

Entre el hombre y mi alma
se ha cruzado una espada
de espumas blancas.
Ha sonado la lucha
y me siento intocada,
mi mar te llevó,
estoy sobre los siglos
con fiereza de olas…

¡Nadie palpe la sombra
que mi impulso ahuyentara!
¡A veces la vida me quiere estallar
en canciones de angustia inesperada!

Yo quisiera quedarme
en el secreto de mis penas punzantes
como estrellas,
pero mi alma no puede alcanzar
el silencio del poema sin palabras.