Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 29 de octubre de 2018

El lugar de nunca jamas


Soy mujer


No soy la de entonces,
aquella que dibujaba, el eco más profundo
que se perdió en la música.

Soy mujer.

No soy quién, a la muestra de tu orgullo,
busca la sombra,
la sal que conserva el rumor de un canto;
mientras clamo repentina
y puedo devolver la satisfacción:
de alguien,
que pide para los míos,
 que vuelve
y como fantasma insomne entre los sueños
la vida esparce golpes implacables,

Soy mujer.

Busco un sito;
donde el más viejo dice mi nombre
y un abrazo suyo, simula la palabra:
-¡Tengo la sombra de alguien!-
y su voz hace coro en mi verdad,
sobre de un camino,
desde entonces nunca soy la misma,
la sal se perdió en el silencio de una voz lejana.

Soy mujer.

Hollando voy los restos
de tantas perfecciones abolidas.
Años, siglos por siglos acudieron aquí
a posarse en ellas;
arcillas o granitos.

Soy mujer.

Linajes de humedad, frescor edénico,
No piso la materia, en su pedriza



Piso el mayor dolor, tiempo deshecho.

Soy mujer.

Tiempo divino que llego a ser tiempo
Poco a poco,
mañana tras su aurora,
mediodía camino en su véspero
Estío que se junta con otoño,
Primaveras sumadas al invierno.

Soy mujer.

Hollando voy las horas jubilares:
triunfo, toque final, remate,
término ya por constancia o por milagro
obra que se acaba o empezó proyecto.

Soy mujer.

Lo que era suma en un instante es polvo,
 ¡qué derroches de siglos!
No se derrumban piedras, no, ni imágenes:
Lo que se viene abajo es esa hueste
De tercos defensores de mis sueños
La vida es una sola…

Romance azul


Romance azul
entre tú y yo,
nos envuelve como un capullo
un mar azul intenso
de aguas cristalinas, transparentes,
que nos invade para amarnos hasta el fin,
es una comunicación intensa y honda.

¿Cuál fue la magia
 de este milagro de amor
surgido sin darnos cuenta?
¿Por qué en este otoño de mi vida
me siento amada y protegida
como nunca lo fui?

Mi existencia se iluminó,
se perfumó,
palpitó con toda su sangre
corriendo por las venas con total alegría.

Tú, mi amado,
eres hombre con pureza de río,
porque das tu azul alma
cuando das tu azul beso.

Único hombre que ha besado mi alma
al besar en mi cuerpo.

Romance azul,
¡cómo sueño las horas azules
que me esperan tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquel de tu brazo!

¡Qué frescura me mueve a quedarme
 en el alba que tú me has brindado!

Romance azul,
nuestra cita de amor fue en el ancho mar,
me tomaste de mi nido
y me hiciste tuya en el agua profunda y clara
y hubo duelo de lirios estirando colinas
y me entregue a ti en el mar
que se hizo victoria de amor.

Ahora soy ola de abandono derribada,
tendida,
sobre un inmenso azul
de sueños y de hadas
pero tu regresarás,
fértil,
más intacto y más blanco.

Me llevarás épico,
venciéndote a ti mismo
los caminos cerrados.

Romance azul,
hoy anda mi caricia derribada,
tendida,
sobre un inmenso azul
de sueños con mañanas.

¡Sí, todo con exceso:
 la luz,
la vida,
el mar!

Luces, vidas y mares
contigo a mi lado
en un abrazo febril,
palpitante,
romántico
y sensual.

Nuestro lecho en el mar
es un cántico de amor
y en nuestro silencio
van apareciendo los poemas de amor nuestro,
 que vienen desde los astros
para dejar su huella en páginas en vuelo.

Todo lo nuestro es ternura,
entre cielos,
mares,
ecos,
nuestra vida juntos es un inmenso azul
de sueños con mañanas.

Vientos de amores nuevos


Vientos de amores nuevos
que se deslizan por mi piel,
dándome caricias dulces,
tiernas,  aterciopeladas.

para mi blando corazón
que necesita mimos, besos,
y signos de amor.
Vientos de amores nuevos,
me buscan y me persiguen,
se mueven como alas batientes
por todo mi cuerpo estremecido,
llenando toda mi alma enternecida
que sólo siente el amor nuevo
que hace tañir con campanillas de cristal
mi cuerpo entero.

Ayer acaricié  los vientos
de amores nuevos, uno por uno,
buscando el verdadero, el único,
el que me hiciera estremecer de amor.

¿Es aquél? ¿O aquél otro?
¿O éste que se acerca suavemente?
¿O el que en silencio de amante, roza mi piel?
Mis vientos de amores nuevos
hacen remolinos con mis dos brazos
que giran como aspas perdidas,
desbrozando malezas
o blandiendo una causa.

Vientos de amores como mariposas
que vuelan en el aire de la mañana
besando las flores
y llevando a caminos desconocidos
el polen dorado
que es filtro de esperanza.

Vientos de amores nuevos,
que como remolinos, confluyen
en todos mis raudales.
Miles de ojos que no se alquilan,
desde mi cabeza, miran hacia abajo
lanzando grandes lagrimones
que purifican mi cuerpo
para esperar el amor nuevo.

Vientos que velan mi vida
y frente a ellos, aprendo lo que soy:
un momento de esa larga mirada
que te ojea desde hoy,
desde ayer, desde mañana
Vientos paralelos en el tiempo,
me protegen, me cuidan
siento sus caricias.

Vientos de amores nuevos,
que entre giros
enlazan hilos de encaje.
¡Son una clase!
¡Son mi rumbo!

Me conducen entre peregrinaciones
a amores nuevos, tiernos, verdaderos,
arriban a mi cuerpo traslúcido
ya que llegan hasta el alma
y se quedan a mi alrededor
para que el hallazgo sea al final,
trémulo de dicha
para que encuentre al otro lado,
su cuerpo,
el del amor,
último y cierto.

Ese, que inútilmente
esperarán las tumbas.