Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 5 de julio de 2015

No puedo olvidarte


Un poema sin final


Un poema sin final,
sí un comienzo pleno,
augusto,
soberano,
un himno total al amor.

Surgen mágicos alfabetos
en hojas sin tacha,
vírgenes,
puras,
esperaban los monosílabos brillantes,
rasgos de cristal, puntas de agua.
Un poema sin final,
que dejó frases de verdades nobles,
cláusulas marmóreas,
casi totalmente blancas
que lentas pasan al papel.

Sin una gran retórica,
humildes, con pausas,
sin notas especiales,
el vapor del amor
hace componer odas lejanas
como las frases dulces
de celestes temas del eterno amor.

Un poema sin final,
con una escritura extraña,
la que llega y ya se fue,
la indescifrable,
la rápida,
la que con plumas veloces
sobre otras precipitadas
borran apenas las escribo.

Parecen escritas por otras alas,
las invisibles,
las misteriosas,
esbozadas a la ligera
pero con deseos e ímpetus
de ser leídas.

Pluma tras pluma
el poema se vislumbra
dando paz y calma al alma,
gozos al corazón
y cantos maravillosos al espíritu.

Pero cuando quiero que se vuelque
en el papel se rompe de pronto el encanto,
suelta la flor su perfume
mas si una frase lo aspira
entonces se evapora o se consume
en las cuerdas de la lira.

Un poema sin final,
sus estrofas son altas nubes
que llegan a horizontes lejanos,
no podemos escribir desde tan lejos
sus versos casi invisibles,
porque para poder hacerlos
hay que tener luz de estrellas.

¡Versos!
¡Poemas!
Con ímpetu alado al ideal,
ascended y en las estrofas
verted el tesoro conquistado.

Un poema sin final,
entre risas y lloros
en flor se congrega al rumor
de las alas de mis sueños.

Nunca pude saber
cual estrofa fue la última,
la que anunció el amor esperado,
la que en un fulgor de alborada
comenzó en mi duermevela matinal
pero que no llegó a escribir el final,
todo lo que habita en mi interior
lo guardo en un secretísimo lugar
donde habitan los ideales de mi prosa.

Un poema sin final,
en el que se rompió al punto de terminar
su encanto escondiéndose
la flor de la inspiración en un intangible ensueño.

Y busco en mi interior
ese final esperado que es imposible,
no está en mis estrofas
los sones que desde mi laúd van brotando,
son los pasos de las visiones
que conmigo lo andan buscando.

SI algún día descubriera ese final olvidado,
todos mis cantos aromarían mis versos
y pediría al viento noticias de su llegada,
al ave,
a la flor,
a la nube y a los astros del firmamento.

Amor en vuelo


Golondrinas, se las ve llegar,
en un vuelo perfecto, seguro,
surcando el aire como arcos de luz.
Vienen ahora,
en primavera,
de lugares lejanos
y rodean mi paisaje
con suaves aleteos,
bajando secretos divinos de otros mundos
a donde huyeron para salvar su vida.

Amor en vuelo,
mi alma se abre para recibir
el gozo y la alegría
de verlas rondando
en suaves caídas
mis retamas en flor
y mi techo rojo
y ventanas abiertas al todo.

Anuncian lo tan largamente esperado,
el calor tenue y cálido
de los aires marinos.
Flotan en el aire,
en la luz clara del día,
en aleteos rápidos y raudos.

Golondrinas,
símbolos del amor esperado,
nos traen la felicidad anhelada
con su perfección de formas.
Su plumaje corto y liso,
su oscuro color
algunas como azogue negro,
otras azules con tenues blancos y rojos,
destacan la diafanidad del cielo azul.

Su silueta y forma inconfundible,
vienen de lejos ágiles y veloces
buscando el ansiado calor.
Amor en vuelo,
su danza elegante describe en el aire
luces de goces y alegrías de vida.

Sus corazones en latidos intensos
me inundan de felicidades y alborozos,
han llegado a mí por fin,
trayéndome a mi alma
sus voces de amor.
¡Cuánta alegría nos brindan
en sus raudos vuelos!

Buscan sus nidos,
los del ayer y los cubren
con sus caricias breves e intensas.
Amor en vuelo,
venido de la inmensidad del mar
para dar calor a mi alma
y agitar las fuentes de mi ser.

Golondrina,
en tus alas llevas todo el tiempo
la eternidad del amor
y con tu aura tenue llevas mis letras,
mis palabras,
mis poemas al compás de tu corazón
a lugares remotos y lejanos
para que en susurros
acaricien el alma del que espero…

Misterios del alma


Misterios del alma
¿dónde están?,
¿dónde se ocultan?
¿dónde se refugian?,
buscan las profundidades
olvidadas del espíritu,
fluyen como dotes dormidas
del más allá,
son algo abstracto,
misterioso,
que emanan de las honduras
de nuestro interior,
nos envían energía
de la espiritualidad.

Misterios del alma,
escondidos en hondos
y calados sentimientos
que nos conectan
con nuestro ser más profundo.

Misterios del alma,
nos envuelven en hebras de ensueño,
nos hacen vibrar,
nos colman de emociones,
de llantos y risas.

Misterios  del alma,
¿a dónde nos conducen?
nos llevan lentamente al éxtasis,
embriagándonos de sentimientos profundos
que colman nuestra vida
hasta el más allá,
conectándonos con la eternidad.

Misterios del alma,
anhelantes y esperados
que nos hacen vibrar y vivir
intensamente entre momentos
de ráfagas de pasión.

Mi alma y sublime himeneo
ostenta la alegría de amores
y de ensueños,
siente soplos de ternuras.

Misterios del alma,
hálitos que se alzan puros,
antiguos,
recientes,
nos inundan despacio
y su aliento como un soplo,
aire que crece,
viento que canta
nos inunda de la felicidad
del vivir entre júbilos,
milagros,
nuevos amores,
letras y poemas surgidos
como alas del mundo.

Misterios del alma,
estelas del amor vivido
y por vivir que como luz amanecida
nos alumbra nuestro ser
y como en un soliloquio claro,
sin esperas,
nos lleva a amar,
estar amando en un impulso sin fin.
Dulces días en los que el mundo
nos lleva con nieves o con sol,
con penas o dichas
a aceptar con sonrisa
los misterios del alma
y a vivirlos como prodigios que renacen
desde nuestras últimas fronteras.