Estos son los poemas de Martha Urquizó, poeta uruguaya que ya publicara quince libros de poemas de amor en Montevideo, Uruguay, titulados: Logros de Vida, Mi Verso es un Canto, Los Colores de los Sentimientos, El Abrazo de la Luna, Poemas que Viajan, Sinfonías de Amor, Crónicas de Amores Vivídos, El Cantar del Alma, Memorias del Viento, Cartas al Amado Ausente, Amor, Pasión, Dolor, Historias de Vida, Verdades Incomprendidas, Palabras en silencio y El Aroma de la Noche.
Mi Verso es un Canto
Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.
La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.
Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.
Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.
Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.
Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.
La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.
De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.
Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.
Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.
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martes, 28 de febrero de 2012
Conmigo Misma
Aquí estoy, lejos de mi lar, frente al mar, conmigo misma, sintiendo la esencia de mi ser en mi espíritu que flota sobre las olas entre nubes que se confunden allá lejos en el horizonte sin fin.
Conmigo misma, percibiendo aromas, murmullos, pensamientos divagantes que llegan del mas allá.
¡Sensación de ser dos voces que vibran en mi interior azul unidos por lazos estrechos y entretejidos de recuerdo!
Vivir conmigo misma, ¡qué maravilla jubilosa de sentirse entera!, desnuda el alma, inocente y limpia como el mar intenso.
Soy la viajera que a solas conmigo misma busca esos instantes breves e intensos de felicidad, viaja con el corazón pleno de amor y las sombras de amores presentes y pasados.
Conmigo misma, me llegan despacio a intervalos breves, rumores de amor de quien me está buscando en este presente, en noches de espera.
Conmigo misma, canto sin tristezas ni penas, danzo y me sumerjo en el mar que me llama sin palabras, sólo con las olas que me llevan a sus arenas profundas.
Conmigo misma expreso en mi mundo interior la verdad tan difícil de encontrar con palabras, en frases y así puedo transmitir mis pensamientos en bellezas por fin llevadas a mi interior por mi mente y espíritu, aflorados en un tiempo sin tiempos.
Conmigo misma, la luz me inunda, me fundo en mí, en mi recinto sin misterios, sin falsedades, sin subterfugios, y hallo el lugar donde mi alma en paz canta y danza horas, ligera y desnuda, sin testigos, ni pesares.
Conmigo misma, en mi soledad, no sola, voy bordando una red de recuerdos de vida en forma de sonetos, rimas, estrofas, que envuelven el amor que tengo para dar y que en minutos preciosos logro volcar en poemas de amor en páginas que vuelan vacilantes con el viento.
¿Porqué milagro aparecen esas poesías nacidas de la nada, cuando estoy conmigo misma?
¿Cuál es la razón de estos despertares que me inundan de felicidad y dan amor a mi alma?
Benditos momentos de inspiración cuando la vida, canta, ríe, llora y nos hace estremecer en estos instantes de placer y paz.
Dime tú…
Revelaciones
En la noche sueño en estar a tu lado, las palabras son claves, son llaves para que nuestros cuerpos sean siempre un amado espacio de revelaciones.
Revelaciones, solamente en la noche las escribo en mis poemas, he pedido, he perdido el amor único y esperado, como en alegrías y pesares de naufragio de letras.
He implorado tanto, desde el fondo de los fondos de mi escritura, en ceremonias de días y semanas, buscando que tu amor se despertara y me encontrara.
Revelaciones del hoy y del mañana entre las cenizas del alba te veré llegar a mí entre pétalos de flores y sonrisas tiernas y calladas, entre hierbas invisibles con perfumes secos.
Revelaciones de las sombras de los días a venir, esperando siempre tu dulce llamado, entre luces de querer y cánticos de amor.
Revelaciones como voces cantando que van vestidas de pájaros, llevando mis poemas a los confines del mundo.
Revelaciones de quien salta en el vacío, de estrella en estrella, de quien ama el viento y tiene la memoria iluminada, galería donde vaga la sombra de lo que espero.
No es verdad que vendrá. No es verdad que no vendrá.
Revelaciones de un corazón misterioso que en el umbral de mi mirada, espera, ahora, la dulce presencia del ser amado, no la cornisa de la niebla, sí en el cielo azul, diáfano y puro, despertando la flor que se abre al viento.
Revelaciones de poemas que no digo sin explicar con palabras de este mundo el amor que late profundo en lo hondo de mi ser.
Estas son las palabras
Chispazos de recuerdos
Chispazos de recuerdos, vienen desde el ayer cercano, uniéndome a ti, apareciendo con tu voz susurrante que endulzó mi vida y que apretándome el corazón al derribar mis murallas tantas veces levantadas para no sufrir ni ser herida.
Chispazos de recuerdos, que como diálogos de nuestras almas en miradas atentas, sorprendidas, milagrosas, sorpresivas, consuelos y bálsamos que nos unen en una alianza continua, permanente, constante, sentida.
Chispazos de recuerdos, de carcajadas frescas que repercuten en mi memoria que dormida quedó desde que nos alejamos.
Te pienso, te respiro, te extraño y hasta siento la caricia del alma que tu mi amado una vez allí dejaste.
Chispazos de recuerdos que invaden mi mundo viviendo otra vez hora tras hora la dichosa vida de ilusión y pasión que me hará esperar siempre ese amor vivido.
No existe brevedad en el tiempo del amor cuando es recordado ya que fueron y seguirán siendo momentos únicos e irrepetibles.
Chispazos de recuerdos que dejaron en palabras escritas en las madrugadas cuando te pienso poemas hilados en pensamientos entrelazados.
Chispazos de recuerdos que como relámpagos en el aire en una tierra prometida colma mi memoria que se inunda de ausencia.
Pasan por mis ojos calles lluviosas que recorrimos juntos, labios que se besaron con pasión, voces que se colgaron de mis letras.
Chispazos de recuerdos que atesoraré por siempre desnudando mi alma para no olvidarlos.
Hoy, tal vez, sólo escuches en mis nostalgias solitarias y plenas todas las letras de mis frases de amor que atrás quedaron entre colores y risas.
Chispazos de recuerdos, siento en cada poro de mi piel tus caricias suaves y hoy empecé a llorar por fin y a cubrirme de entera soledad.
No existen los adioses ni las despedidas, no se pueden romper en mil azogues de plata lo vivido intensamente. Chispazos de recuerdos del tiempo vivido no perdido en horizontes lejanos, sí sentidos para siempre, uniéndonos en una verdad imperecedera que será nuestra luz y nuestra guía en esta vida donde lentamente caminando por apartados senderos nos seguiremos amando hasta convertirnos en el mundo de dos.
Embriágame con tu mirada
Sólo se necesitan miradas, caricias, suspiros para que las emociones se eleven hasta horizontes lejanos y el amor nos conduzca como dos seres únicos que vuelan al orbe infinito.
Embriágame con tu mirada, llévame al mundo que por doquier lucen los verdes, los rojos, los azules y el aire revolotea tibio, alegre, donde renace la vida clamando amor y temblando de emociones, a alas tendidas, reclamando un sitio para reposar y anidar, amor de ojos, de bocas, de manos, de alas y de vuelos.
Embriágame con tu mirada, enfrentemos juntos la naturaleza y la vida, las promesas y la realidad.
Llévame bajo tus alas, detrás del perfume de algún cielo y que esta felicidad soñada me acune temblando de emoción por tu mirada tierna y apasionada.
Embriágame con tu mirada, que como cegadora luz que nos rodea mis ojos son los que te miran para saber quienes éramos tú y yo: la luz de dos.
De dos, porque mis ojos embriagados por los tuyos sólo pueden verte a ti.
Ni recuerdos nos unen, ni promesas, lo que nos enlaza sólo entre dos, únicos dos, tú para que yo te mire y yo mirándote vivir podamos ver esa luz.
Que nuestro amor se encuentre en un lecho de rosas, sin heridas ni sufrimientos, ni dolores y si aparece la pena, sólo lo haga con aroma a conquista, un olor a gloria.
Embriágame con tu mirada, déjame sentir la paz en tu interior, manos llenas de amor, riqueza en tus letras cuando se oyen en el aire, aire que fluye llegando a mis oídos como notas tocadas en un piano que se sienten en el alma colmada de paz y amor.
Felicidad y alegría cada vez que en mis ojos tu mirada se aposenta.
Embriágame con tu mirada y como una flor no lejos de la noche mi cuerpo mudo se abre a la delicada urgencia del rocío.
Vida, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo y en un canto arrepentido vigía detrás de mis poemas, mirarme en tus ojos, sin miedos, para hacer de mí la ofrenda, el ramo que el viento abandona en el umbral.
Susurros
¿Qué trasmiten? ¿Por qué aparecieron en mi vida?
Me inspiran ansias de que estén siempre cerca aunque en mi mundo interior llegan palabras sin sentido, sí con sentimientos de amor.
Susurros, apenas audibles, sus colores brillantes iluminan mi mente, los necesito, son parte de mí, me estremecen, me acarician por dentro, me hacen cosquillas y mi corazón late más aprisa.
Murmullos sinceros que inspiran instantes de felicidad, puros y mágicos, no existe el tiempo ni la distancia.
Susurros que como bocanadas de aire diáfano penetran en mi cuerpo, se traslucen en mi piel, en mi sonrisa espontánea y única.
Son como gota a gota que caen bajo un sol radiante iluminando ampliamente y con rítmicos latidos mi corazón de agua y miel.
Musitas a mi oído como si estuvieras escondido detrás de mí, entre sombras claras y crepúsculos ardientes. Susurros encantados como temblores de alas que me buscan y se posan despacio, muy despacio en mi espíritu.
Y entre esos balbuceos de siempre, en tiempos sorpresivos, constantes, lentos, a veces dadores de armonía, a veces dispensadores de amores pero nunca los mismos. Me hacen estremecer entre músicas de cascabeles y cristales como pájaros colgados, con olores inefables, frutales, a uvas cortadas o a café recién molido.
Susurros inquietos, a veces suaves, a veces calmos pero siempre con un mensaje de amor, como una caricia que me lleva a esperarlos con ansias de besos, ternuras.
Rumorean cerca de mí, me llegan como de lejos, como viento entre tallos de mimbre o entre nenúfares flotando en el agua, me cercan, me rodean, bordan en mi interior cuartetas que sólo yo podré escuchar.
Susurros dulces, ¡no se detengan! cual extrañas partituras contrapuntean en mi alma deseos inconfesables, íntimos, muy íntimos y río de felicidad cuando oigo su mágica brisa en las madrugadas albas de mis despertares ansiosos de tenerlos cerca de mí.
Son los susurros de amor que me inspiran a volcar en mi poesía todo lo que siento siempre, desde lejos, siempre desde cerca.
Líricas de respiración como notas azules en mi corazón, melodías que resbalan en mi sangre como visiones de ti que se posan en una mirada fija en la vida de dos muy nuestra.
Somos prisioneros
Llenas mi alma toda de sortilegios mágicos y poéticos y quiero que las oigas, que te lleguen proféticamente puras porque voy tejiendo con todos los poemas un collar infinito para que te envuelva y no te alejes nunca más de mí.
Todo hace el amor en este enmudecer de dos, me habías prometido un silencio como un fuego, una casa del silencio y de pronto el templo es un cerco de amor y la luz una lluvia de estrellas.
Tensas las fuerzas vírgenes, dormidas en el ser y así la dicha se anuncia en ansia ardiente, inminencia galopante uniéndonos en este alejamiento sin miedo, franqueándonos su paso a lo imposible.
Somos prisioneros de cascadas de sonrisas, tu nombre llueve en mi piel como una cadena de flores.
Sólo tú a mi lado suspendes con tu voz mis suspiros y en nuestro suave tiempo imaginario rumorean corazones de agua.