Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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sábado, 13 de mayo de 2017

Contigo siempre


Regálame tus secretos


Regálame tus secretos,
los que tienes escondidos allá,
detrás de la esperanza.
Enséñame los que tienes ocultos
en la sombra de tu corazón,
y yo te regalaré mi alma.

Concédeme la luna,
envuelta en tu sonrisa
y los mimos tibios
que florecen de tus fuertes manos
y despiertan la esencia íntima de mi ser.

Regálame tus secretos,
los más íntimos,
los que como en un ritual
te envuelven en ellos,
compartámoslos juntos
 aunque nos entretejan,
consumiéndonos en temblores,
 en una desgarradora verdad que nos ahoga.

Te amo,
perfil solo, nube gris, nimbo de olvido.
En el misterio de tus miradas,
 bajo la tormenta oscura de las palabras,
desde la tristeza o puñal de cada beso
 hasta la ira o la melancolía de tus caricias,
te sigo amando.

Regálame tus secretos
aunque no sea más que el pequeño
y yo te enviaré los míos,
los que en el recóndito rincón de mi alma,
te pertenecen
y te los haré llegar
como un relámpago
entre sueños de amaneceres,
atravesando la aurora
para que tú los descifres
en el sueño del horizonte
donde todo se olvida.

Y si tú los quieres,
irán hacia ti como un alarido
gimiente y doloroso
que llega de tan hondo
que han deshecho su quemante raudal,
desfallecientes para que tu alma los sienta.

Regálame tus secretos,
así estarán unidos a los míos
en nuestros corazones de agua y miel,
prisioneros de cascadas de sonrisas
como cadenas de flores suspendidas
en nuestros suspiros,
 en nuestro tiempo imaginario
donde rumorea una bandera de rosas.

Regálame tus secretos,
los guardaré en mi cofre de tesoros ocultos
con siete candados y llaves
que nadie encontrará,
estarán conmigo comulgando en silencio
el amor sin límites que siento por ti.

Y entre goces, placeres,
caricias que desgarran,
besos que dibujan
nuestros rostros temblorosos,
el amor nace, renace,
en cada instante
de este nuevo amanecer.

Regálame tus secretos,
los que no huyen a su guarida oscura,
los que trepan, sí,
por las paredes húmedas
para llenar mi alma
como en un juego
de risas y tristezas compartidas
como canta el río,
mojando las veredas  y empedrados
en la sed del silencio y el anhelo.

Mis palabras de amor,
más que mías son tuyas
y para que tú las oigas
son como cascabeles de cristal
 para tus manos suaves
como la seda,
van trepando despacio,
sin prisas
en mi viejo dolor
como las hiedras de no tenerte.

Ahora, conmigo, tú y tus susurros
que van tiñendo con tu amor mis poemas
porque todo mi mundo interior
lo ocupas tú,
todo lo ocupas,
fundiéndome en tu regazo
con tus secretos en mis labios.

Lágrimas al viento

 

¿Por qué sólo yo sé
lo que calla mi silencio
y lo que guardan mis recuerdos?
¿Cuál es la causa
de que mantos de lloviznas,
de lágrimas,
inunden mi rostro
y el viento las reciba
 desde mis mejillas?

¿Tú sabes del vacío
que dejaste dentro de mi ser
sin sentirte a mi lado,
entre tus brazos?
¿Acompañan la inmensidad, las ansias
 o tengo tan sólo junto a mí
la música que me recuerda a tu presencia?
¿A dónde te llevaste las lágrimas
 que bañaron mi cuerpo
en espigas del sol recién abierto?

¿En cuál aguacero, de qué tierra lejana
me estaré derramando
para abrir surcos nuevos?
¿O si acaso, cansada de tu ausencia,
mis lágrimas al viento
se estarán congelando
en cristales de hielo?
¿Por qué tú fuiste el único hombre
que besaste mi alma al besar mi cuerpo?

¿Qué frescura me mueve
a quedarme en el alba
en la que tú, despacio, sin prisa,
te alejaste de mi lado?
¿Cómo mueren los últimos recuerdos
que me ataban al tren del pasado?
¿Dónde están mis lágrimas tristes
que nacían de mi alma
al no sentirme más amada?

¿Cuándo sentiré que llegaré a tu alma
 y que tú, en el horizonte nuestro,
desdibujado por mis lágrimas,
 tú me estarás esperando?
¿Sabes tú
cuando se unirán nuestras risas,
más blancas que el blanco
y cual milagro en la luz de una lágrima,
se besarán tu llanto y mi llanto?

¿Por qué mi alma se eleva
 en un viaje alado
 saltando claridades
recogiendo el sol en los tejados
y dejando tristezas y llantos
en nubes ligeras que surcan el aire?
¿Cómo iniciar el camino del olvido,
de nuestro amor ya pasado,
buscando otro sendero, suave,
que me lleve, sin remover los recuerdos
a otros brazos que ansiosos me esperan?

¿Cuándo se abrirán las cortinas
 de mis lágrimas al viento,
 dejando que mis ojos
se unan a otros ojos
en todas las pupilas del espacio?
¿Cómo anudaré mis emociones
 para que la sonrisa
traiga a mis manos la alegría
y la esperanza de una nueva vida?

No quiero más gritos de lágrimas al viento,
 me suelto a la pureza
de un amor sin ropajes,
seguiré mis ansias
como el sol en los pétalos,
vida del hoy y del mañana,
 en un batir de inquietas fuentes,
en un inmenso río,
corriendo hacia la paz y el amor perdido.

Te necesito


Te necesito,
abro mis ventanas con flores
de múltiples colores
para darte una señal,
un signo
por donde puedas encontrarme.

En mi jardín envuelta
en un manto de esperanza
mi cálida voz te llama
para encontrar tu sonrisa
 cálida y sonora
detrás de un heliotropo,
de un alelí,
de una rosa.

Te necesito,
hablaré con las mariposas,
les mencionaré mis deseos
alumbrando mis movimientos,
 buscándote con el pulso agitado
de la sangre
sobre el plato frío de mi silencio,
poblado de ecos y de sombras
como un ave de marfil en primer vuelo.

Te necesito,
recorre mis sentidos sin orillas,
un viento adolescente en primavera,
la estirpe de mis cantos se levanta
y mi sangre convoca tu presencia
y ahora que te nombro y te reclamo
floto con movimientos lentos
en el aire,
en un rítmico volar de dulces sueños.

Te necesito, amor,
te necesito más aún
cuando los astros encienden sus lumbreras,
mientras hallan trasluces en las tinieblas,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Te necesito,
ven a mis brazos que ansiosos te esperan,
que cuidan su misión de fuego puro,
un caliente perfume de cipreses
tienden un arco de paz sobre el camino,
 las nubes que sustentaban a los cielos,
sueltan al aire pájaros al vuelo.

Te necesito,
eres mi ancla de oro
y cadena de mi anhelo,
piel que adivina el pulso de mis ojos,
cruz que aprieta las nubes contra el cielo.
Quiero que bajen sombras de amor
a nuestro cielos,
circundando nuestro mundo,
sólo nuestro.

Te necesito,
estoy en tus islas encallada,
hambrienta de amor,
soy una llama que tu cuerpo reclama.
Es el capricho que risueño rompe
 la cerradura del secreto
que padece mi corazón.

Ese miedo tibio que revuela
entre alegrías e ilusiones hacia tí,
como alas batientes en el aire,
que sigue y canta.

Te necesito,
los signos de tu voz me reclaman,
despiertan mi ternura,
desparraman mi alma enternecida
toda por tus dulces palabras.

¡Te necesito!
 ¡Búscame!
¡Atrápame!
¡Conquístame!
Y dame algo que sea nuevo.

El tiempo ya no existe,
aunque exista la templanza
y la experiencia de nuestras vidas,
pues nuestro amor nos llevará
 a nuestra auténtica realidad y destino.