Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 8 de enero de 2018

Desearnos era inevitable


Hoy te vi


Hoy te vi,
no pude evitar
que de mi pecho escapara
un hondo suspiro al verte
y recordar todos los momentos
que juntos vivimos.

Hoy te vi
y sentí las locas ganas
de correr hacia ti,
perderme en la profundidad de tu alma,
envuelta en tus brazos
que tantas veces
fueron remanso para mi,
de mi vida agitada
y de mi soledad interior.

Hoy te vi
y no pude ignorar
las tantas veces que juntos,
en momentos interminables
nos comprendíamos
y complementábamos hablando
con suspicacia de secretos
y experiencias vividas por los dos.

Hoy te vi,
me pregunté y aún me pregunto
¿por qué es tan difícil siempre,
llegar a más?
¿Qué es lo que se rompe?
¿Lo que se termina,
lo que no funciona?

Cuando dos personas
se hacen tanto bien,
se alimentan el cuerpo,
la mente,
el espíritu de uno al otro
¿qué nos faltó?
¿O qué nos sobró?
¿Qué misterioso duende
revoloteo a nuestro lado,
que nos rompió el encanto,
nos quitó la magia
y nos llevó nuevamente
al abismo de la soledad
y a la necesidad de ya no ser
pero queriendo haber sido?
Siempre me hago miles de preguntas,
no encuentro las repuestas.

Pero… hoy te vi,
también sentí la necesidad
de decirte mil cosas
pero sólo me nace pedirte perdón,
perdón, sí,
al separarme de ti
te cause daño,
te hice mal
y causé heridas en tu corazón,
te pido perdón
porque sé que me amaste
y quizás aún me amas,
perdón aunque yo también te ame
a mi manera alocada,
apasionada y de prisa.

Siempre estarás en mi corazón
porque a tu lado
viví cosas distintas,
nuevas y únicas,
¡fui feliz!

Tú me diste alas como de águila,
volé alto y pude tocar el cielo,
mas se que cuando lo esperabas,
me quedé sin alas.

Hoy te vi,
te vuelvo a pedir perdón
por tu decepción,
sin saber cómo ni cuándo
un sendero con otro se juntó,
más mi camino se ha separado,
no se cómo ni donde quedó.

He perdido el mundo
en un efímero momento
para que juntos aprendamos del error
y no de la culpa.
Aceptemos que seguramente
el error nos fortalecerá,
pero aceptemos vivir,
caminar hacia otros rumbos
en busca de nuevas esperanzas.

A través de mi ventana


Cae el agua
a través de mi ventana
 y se desliza suavemente por el vidrio.
 Quieta e inmóvil estoy…
esperándote,
amor de mi destino.

La húmeda neblina
 borra toda la gala matutina
 ni un árbol,
 ni una nube se destaca,
en esta blanquecina cerrazón
que entristece y no ilumina,
 la luz de mi alma eres tú,
eres mi amor crepuscular,
que renace más profundamente
 al escuchar las gotas de lluvia
repiquetear en el techo
de nuestro nido de amor.

A través de mi ventana,
 el jardín con suspiradas glorietas
 me hace soñar contigo
y tu postergada visita.
Cae el agua lentamente
en esta mañana gris,
tu ausencia siento a cada instante
 y mis lágrimas corren por mis mejillas
 queriendo jugar como las hadas.

A través de mi ventana
 pura y cristalina
el agua repiquetea
como el amor que mi corazón
 por ti derrama…
 he de esperarte
¿vendrás mañana?

Agua que limpias
 mis tristezas y calmas
mis horas largas,
él es mi amor imposible…
que mi sensible corazón,
sólo ama…

A través de mi ventana
 observo el recuerdo que pasa
y aún a pesar del tiempo
 no ha podido borrarte
 de mi pensamiento.

A través de mi ventana
 escuchando las gotas de lluvia,
observo como la tristeza me embarga
y como las eternas noches
 no han podido olvidar
lo que has dejado marcado
en lo más profundo de mis sentimientos.

A través de mi ventana,
veo como mis añoranzas pasan,
mis gritos acallan,
mi soledad se aplaca.
Sin embargo,
me rehúso a entender
que a pesar de este letargo
 de triste agonía,
algún día,
 otro amor vendrá a mi vida.

Sola estoy ahora,
reencontrándome con el dulce sentimiento
más íntimo de mi ser,
conmigo misma.

A través de mi ventana,
 aquí y ahora tantas luchas he pasado,
 tantos afanes en vela,
tantos bordes de fracaso,
 pero ya no son nada,
 junto a este esplendor de la lluvia,
se olvidaron,
 es un final asombrado.
Ahora me alumbran
 las claridades de la esperanza,
en transparencias del nuevo amor
esperado como un sencillo gran milagro.

A través de mi ventana
 y ya en claridad diáfana
vienen buscándome las luces
 de las palabras,
los poemas no escritos,
las prosas vestidas de color
entre ondas sucesivas,
entre luces en formas turbias,
el amor en sílabas
 deslumbrantes se anuncia,
viene en secreto,
despacio pero seguro.

A través de mi ventana
mi vida pasa entre sueños,
entre alfabetos y palabras.

¡Soñando vivo amando!

Pasión sin rostro


Pasión sin rostro,
¿eres tú el esperado?
a través de la vida que pasa,
espero no sólo fugaces dichas,
sino la esencia de verdaderos sentimientos
plenos de júbilos y plácidos encantos.

¿Dónde estás tú,
el desconocido?
No te encuentro ni en mis estrofas,
los sones que de mi vida van brotando,
son los pasos de las visiones
que conmigo lo andan buscando.

¿En qué lejanías te escondes?
Tu alma la siento cerca,
tu rostro no lo he de hallar.

Inútilmente pido noticias de él al viento,
al ave, a la flor,
a la fuente y a los astros del firmamento.

Más no he de dejar de buscarte,
ya una voz secreta me susurra,
¡sigue!
¿Qué te importa no hallarle?
¡Sigue!
¡no te canses,
poetisa!

Sueño mis versos y soy feliz,
sólo con soñar con tu rostro,
canto ¿qué importa no ver la raíz
si todo el rosal está en flor?

Pasión sin rostro,
¿Dónde ocultas tu alma?
Por hallarte no reposo,
vuelo bajo el cielo y sobre el mar
¿Dónde vives,
solitaria, misteriosa?

Tu pasión la siento cerca
y no sólo como un sueño que se esfuma,
sí como un anhelo dulcísimo
de añorar tu presencia.

Nuestras almas,
en lenguaje sutil
cuando los cristales se duplican,
se encuentran y se enlazan.

Pasión sin rostro,
mis sentimientos se cruzan
y mis anhelos anudas,
habitas en mis sueños
y conozco tan sólo un rincón de tu alma.

Primero fue un poema de amor
que envié a tu alma sin rostro,
luego otro y luego otro
sobre las costas de tu espíritu
se fueron amontonando con fuego de pasión.

¿Quién eres?
¿Cómo eres?
Soy tan solo una mujer poeta
que busca el amor
como increíble recompensa de los cielos
e ilusión llegada como magia a mi alma.

Pasión sin rostro,
como una máscara misteriosa,
sin apariencias reales
que no representan quien eres
pero que dentro de ti,
muy dentro,
está la confianza personificada
en un rincón de tu alma
y la calma inunda mi alma si tú te acercas.

Pasión sin rostro,
vuela mi corazón hacia ti,
pleno de ilusiones y esperanzas,
atadas con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
y con cantos de pájaros perdidos en la brisa,
dejando un invisible rastro de alegrías y anhelos.