Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 11 de febrero de 2015

A través del cristal


No quiero recordarte


No quiero recordarte,
dime por favor, donde estás,
en qué rincón puedo no verte,
dónde puedo dormir sin recordarte
y dónde recordar sin que me duela.

Quiero caminar sin ver tus huellas,
correr sin ir a buscarte,
quiero descansar sola con mi tristeza.

Déjame cobijarme en paz,
bajo la sombra de los sauces,
enhebrando algún poema de amor
como un collar de letras y sílabas.

No quiero recordarte,
no holles mi memoria,
en el tedio de la espera cotidiana,
dónde el tiempo riguroso
sazonaba de sombras
y de lágrimas tristes.

No vuelvas de repente a mi vida,
como llegan las nuevas
que sacuden mis entrañas
y así, haces temblar el aire
quedando yo, cabizbaja,
empañada mi voz,
quebrada el ala del amor,
en mil pedazos.

No quiero recordarte,
no quiero quedar triste
ni exánime
para no derramar ni una sola
lágrima más.

Estás en mí
y no lo estás,
como una lluvia
de suavidades indefensas
que pide que salga
de la rutina muerta
por tratar mi sed de olvidarte,
en el silencio torvo,
oscuro, misterioso.

¿Será mi culpa el querer
no recordarte?
¿Toda mía
es la culpa de tu ausencia?
¿Y mi miedo de amarte
sin ser amada?

No quiero recordarte,
tan solo decirte
¡adiós!, adioses, sin adiós,
el acero del otoño
nos parte la vida
en dos mitades.

El tiempo que era para nosotros
un siempre
ahora partido está:
ayer, mañana.

Nuestra sombra, sola,
era única,
ahora está truncada en dos,
tú y yo.

No quiero recordarte,
secos rasgos,
los vientos firman,
sentencias últimas
en nuestros destinos,
aquí, el tuyo,
allí, el mío.

No quiero recordarte más,
no deseo que veles más mis sueños
y no puedo morir
porque te seguiré amando.

Angustia


Angustia
se me remueve el alma,
destruyendo mi corazón en mil pedazos.
Sufrimiento, opresión,
Y el llanto aflora como un mar salado
Entrecortado, a veces reprimido otras.

Angustia
Porque me ha herido, lastimado,
no el cuerpo si no el alma
con críticas severas o indiferencias absolutas.
Bajo mi piel,
¡qué viento enloquecido por valles de la sangre
y sus colinas, me estremecen un rosal de más espinas
que de fragantes rosas florecido.
El amor que parecía verdadero
Era tan solo un aparente resquicio de afecto.

Angustia
ante las sonrisas vagas que ofrecen
un espejo al revés de lo que es diáfano y verdadero.
Amor al prójimo.
Recorro mis sentidos sin orillas,
dudas entrelazadas  entre   hiedras de desprecio,
de separación, del no querer estar conmigo.
Mi piel tiembla y la tormenta se vuelca en mi cuerpo.
Hay minutos en que parece que el firmamento cruje,
se desquicia y el camino se cubre de tinieblas.

Angustia,
nuestra alma mustia clama por amor
que me conduzca al sedero de la fe y la esperanza.
Si alguna vez la detracción me muerde
con rampantes odios de culebra,
en mi desprecio su ponzoña pierde su furia,
gasta y sus colmillos se quiebran.

Quien me hirió agote el arsenal de la impostura
y multiplique sus proyectos ruines,
Mientras las nubes vuelan en la altura,
Y se visten de fiesta los jardines.
Todo asciende.
Soñando con las flores,
despiértese la sabia milagrosa
y sonríe en la gracia de la rosa.

Y a fuerza de soñar la angustia se desvanece,
El amor con fuerza y poderío se adentra en mi alma
y soy feliz al tenerlo conteniendo mis dolores
y mis decepciones que cobardes
y falsas quisieron destruirme
pero no pudieron
te quiero siempre a mi lado mi amor,
te necesito, no te alejes mas de mí.

Atrévete a amar


No tengas miedo
el amor es lo más sublime del mundo.
Estar enamorada del amor,
maravillosa experiencia,
que se renueva constantemente.

Atrévete a amar
de pie en el umbral de la aurora
bajo la celeste amplitud
es el amor el hada protector
que nos protege, ampara,
Y nos inspira a vivir la poesía
en un raudal de inspiración que es fragor de lucha en el día
Y en la noche meditación.

Atrévete a amar
entre risas y lloros en flor,
congregaos al rumor de las alas de mi sueño.
Cada estrofa de un poema… es una nube
Y para flotar en ella
hay que tener luz de estrella
Y corazón de querube.

Atrévete a amar
para que versos con ímpetu alado
al ideal ascended
Y con las estrofas verted
el tesoro conquistado.

Atrévete a amar,
como clarín de mil sonidos,
con galas de volcán el sol radiante,
en niebla roja de fulgor metálico,
síguelo, deja todo atrás
no pongas nada en la balanza de la vida.

Atrévete a amar,
anímate al desequilibrio,
entrégate cada vez más a voces que te llaman,
seguir la pasión desenfrenada entre gemidos
y gritos de euforia
queriéndome, entregarme en cada instante de tu vida
a tu piel tibia en tu regreso hacia mí,
tu boca abierta de sed queriendo besarme
y empaparme de aliento,
hacerme completamente tuya en un instante,
y luego reposar en el tobogán de tu cintura.

Atrévete a amar,
del pelo a la punta de los pies,
que tu boca llegue a mojar mi vientre,
y sienta tu aliento llegar a mis entrañas.

Atrévete a amar,
atrévete a sentir el color del amor
recorriendo tu sangre.
pídele más, más y más,
desnudos los dos hirviendo de pasión
tócame más, bésame más,
entrégame más
¡Por favor! ¡Atrévete a amar!