Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 23 de agosto de 2018

Para ti


Esperando tu llegada


Esperando tu llegada,
aquí estoy,
expectante y emocionada,
ansiosa,
entreluces del hoy y del mañana.

Solo espero tu llegada,
cada día,
cada tarde solo tú
enciendes la flama
que no quema pero arde.

Esperando tu llegada,
para gozar sin prisa
de tu presencia añorada
para que veles mis noches de sueños.

Quiero que en mis auroras
tu aroma me envuelva
y sentirte cerca mío,
muy cerca.

Esperando tu llegada,
en un tiempo cercano,
intimo y nuestro,
sin afanes indecisos,
sí con esperanzas nuevas
sin nunca más perdernos ya de vista,
de volver a ser uno,
de juntarnos fatalmente perdidos
en la vorágine de nuestros besos.

Esperando tu llegada,
anhelada,
deseosa de sentir tú aliento
fresco y cálido.

Te espero aquí,
tras la paz de intactos cristales
en nuestro manantial de dicha
que suave mana,
en nuestros sueños
remontándonos a nubes altas.

Esperando tu llegada
busco tu sonrisa flotando en el éter,
buscando tus labios
los míos para cubrirme de besos,
disipando para siempre
las neblinas que me envolvían tristemente.

Esperando tu llegada
mi corazón espera descansar ahora,
en la breve rama de tu pecho
y aunque muera sé que vivo
en los claveles futuros de tu cuerpo.

Esperando tu llegada
en el grave concierto del otoño,
escuchando como los violines
agitan un mar de hojas amarillas,
rojizas,
elevadas por el viento.

Te espero desde los campos de amapolas
y solo tú irradiando tu fulgor
secas las fuentes de mi llanto.

Como el nardo juvenil
guardas en tus entrañas los bálsamos
y secretos de lumbres
que hacia el tristísimo corazón cansado,
lo colmas de las blancuras del astro.

No importa que te aleje,
que aún no estés a mi lado
por mares o el tiempo te aparten
porque por sobre la verde muralla del agua
agitada llegas,
al fin a ver los carismas
divinos de la luz y del canto.

Esperando tu llegada
mi corazón late en este rojo silencio
de mis ríos interiores
y bien oculta duerme la esencia del ser
que no logra vivir sin ti.

El amor ha de estallar mañana,
retenido en pimpollo,
donde mi alma,
cercada de tinieblas
al infinito descansa.

Mil historias


Contaré mil historias vacías
cuando te bese en contra del Universo
y perderé mi habla a lo largo del día
a cambio de una melodía con mis versos.

Mil historias de insólitos
cortejos de palabras
en los momentos perfectos
del vivir que liberan
y fascinan nuestros nombres
en noches de luna y estrellas.

Mil historias
que dejamos en el pasado,
perdiendo algunas,
casi todas,
en el olvido.

Así que contaré mil historias vacías
pero te tendré en lo hondo
de mi ser porque tú,
amado mío
vas en torno a lo que escribo,
eres mi inspiración,
eres mi todo.

Y por que tú,
mi luz de cada día,
llenas con devociones infinitas
todo lo que escribo,
mis frases,
mis palabras,
sobre vastos contornos a la deriva
de toda mi existencia.

Nueva forma,
misma historia,
mil historias,
llegó el momento de escribir
llena de pasión
y conocimientos ocultos en mi mente,
en mi alma y en mi corazón.

Llegó el momento
de desvanecer mis sentidos
en un cuento sin final,
en una historia que mi vida cambiará,
que la vida de todos cambiará.

Mil historias de amor
llenas de pasión y de ilusión
con mensajes
con ansias de vivir a pleno.

Mil historias que nos hacen
desaparecer y entregar
mis sentimientos a estos momentos,
que con su manto de colores,
rencores y dolores,
los han escondido.

Llegó el momento
de hablar con el corazón y de escribir
sintiéndome poeta en momentos
breves y de paz.

Mil historias que calaron
en ondas sucesivas cruzando
concéntricas tinieblas,
forjando mis días,
mis años,
en formas turbias en sucesión
de vivires en escenarios
de falsas pasiones y tedios infinitos.

Mil historias que desaparecen
por fin en la nada y vuelve la soledad,
toda desnuda,
inmaculada,
ajena a las maldades,
blanca,
muy blanca,
sin quejas ni llantos,
¿adónde se han ido?
No lo sé,
sí comprendo que se entrecruzaron,
se enredaron,
se deshilacharon en pedacitos de vida,
de minutos,
de segundos,
de un palpitar del ayer
que me trajo hasta el hoy.

Mil historias en las que voces en tropel
repican en mi mente
y parecen que vienen de otro lado,
de un dónde sin encuentros
de quienes las forjaron
entre giros de hilos de encaje,
entre nubes de sílabas,
frases,
palabras que marcan
el rumbo de un nuevo existir.

Me buscas


Me buscas sin alas,
silencioso por los aires,
me buscas recorriendo distancias,
emocionado con versos
que se dan a la vida como un milagro.

Me buscas con tu ritmo cadencioso,
revoloteando entre caricias y suspiros
en nuestros encuentros entre rosas,
albores, celajes,
donde el tiempo se pierde
en un ir y venir infinito.

Me buscas con flechas perfumadas
que lanzaste a mis palabras
en un poema de amor
que viajó hasta tu alma,
dulce estrella de la pasión,
ojos de luna,
corazón suave y tierno
de mi esperanzada espera.

Me buscas pero de ti conozco
tan solo tu alma venida desde lejos,
alma que con pálido encanto
es fuente sonora,
esencia del canto
¡es un reír de aurora!

Sé que me querrás,
lo creo y lo veo.
Lo dicen tus ojos
cuando me miro en ellos
y si así no fuera,
sólo tu recuerdo llenaría mi vida
de amor no olvidado por siempre.

Necesito un poco de aire,
vestido de color,
para que suavice mi alma
con un soplo de amor.

Me buscas  pero prefiero ser libre
en mi espacio abierto,
sin trabas ni cerrojos,
eso es todo un reto
pero por amor lo acepto.

Me buscas y son mis versos
los que se agitan y rápidos
vuelan al papel que los está esperando,
ansiosos de recibir amores al vuelo
con melodías de amor.

Me buscas  y mis ojos te miran
y van más allá,
no creen en ti,
otean el horizonte
buscando otro amor
que sea verdadero.

Me buscas y no brillas aunque brilles…
no besa tu beso…
¡Quién te amó sólo amaba cenizas!
Pondré en mis versos
el tesoro de las noches raudas de inspiración.

Me buscas,
dame a beber la poesía
que tú inspiras para darme
el valor de seguir luchando
y amando siempre.

Me buscas  y así,
si hemos de caer,
en pleno vuelo,
caerán nuestros corazones
unidos iluminando la amplitud del cielo,
plenos de luz  como una estrella errante.