Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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jueves, 17 de diciembre de 2015

Revelación


Escuchemos juntos


Escuchemos juntos una dulce melodía,
armoniosa que nos permita danzar juntos
con ansias de seguir viviendo el hoy
hacia un futuro pleno de promesas.

Escuchemos juntos
la lluvia golpear en los cristales,
el viento apenas puede llevar la mar
las nubes con su carga.

Escuchemos juntos el silencio,
nada responde y todo mi ayer
se junta en un instante,
me pregunto,
¿para qué?
si son recuerdos como una brasa
ardiente en mis entrañas,
es lo mismo que lleguen o partan
como relámpagos que estallan en la sombra,
vienen y van,
¿para qué?...
si con morir ya alcanza.

Escuchemos juntos las gotas de agua
caer en nuestro cuenco de amor
cuando llueve en la calma de la tarde,
te siento conmigo,
te siento en mi sangre,
cuando llueve,
te tengo,
nada puede sacarte de  mi lado
y me duele…

Mis pasos te seguirán buscando
como visiones de sones acompasados
y corro a regiones ignotas
en un pentagrama vacío
que busca y no encuentra sus notas
que en lejanías se esconden
y se guarecen en frondas de tupidos follajes.

No lo entiendo,
no logro entender
como se puede herir de esta manera,
¿por qué después del sol radiante,
la fría noche se hizo eterna?
y él,
en quien creí,
estalló como una copa de fino cristal
en mil pedazos que impregnaron el aire
en un vacío irrecuperable.

Como duele la quimera del tiempo,
escucho el eco del olvido
mientras nada hay que no te recuerde,
mientras en la tarde,
llueve.

Pasión sin rostro


Pasión sin rostro,
¿eres tú el esperado?
a través de la vida que pasa,
espero no sólo fugaces dichas,
sino la esencia de verdaderos sentimientos
plenos de júbilos y plácidos encantos.

¿Dónde estás tú,
el desconocido?
No te encuentro ni en mis estrofas,
los sones que de mi vida van brotando,
son los pasos de las visiones
que conmigo lo andan buscando.

¿En qué lejanías te escondes?
Tu alma la siento cerca,
tu rostro no lo he de hallar.

Inútilmente pido noticias de él al viento,
al ave, a la flor,
a la fuente y a los astros del firmamento.

Más no he de dejar de buscarte,
ya una voz secreta me susurra,
¡sigue!
¿Qué te importa no hallarle?
¡Sigue!
¡no te canses,
poetisa!

Sueño mis versos y soy feliz,
sólo con soñar con tu rostro,
canto ¿qué importa no ver la raíz
si todo el rosal está en flor?

Pasión sin rostro,
¿Dónde ocultas tu alma?
Por hallarte no reposo,
vuelo bajo el cielo y sobre el mar
¿Dónde vives,
solitaria, misteriosa?

Tu pasión la siento cerca
y no sólo como un sueño que se esfuma,
sí como un anhelo dulcísimo
de añorar tu presencia.

Nuestras almas,
en lenguaje sutil
cuando los cristales se duplican,
se encuentran y se enlazan.

Pasión sin rostro,
mis sentimientos se cruzan
y mis anhelos anudas,
habitas en mis sueños
y conozco tan sólo un rincón de tu alma.

Primero fue un poema de amor
que envié a tu alma sin rostro,
luego otro y luego otro
sobre las costas de tu espíritu
se fueron amontonando con fuego de pasión.

¿Quién eres?
¿Cómo eres?
Soy tan solo una mujer poeta
que busca el amor
como increíble recompensa de los cielos
e ilusión llegada como magia a mi alma.

Pasión sin rostro,
como una máscara misteriosa,
sin apariencias reales
que no representan quien eres
pero que dentro de ti,
muy dentro,
está la confianza personificada
en un rincón de tu alma
y la calma inunda mi alma si tú te acercas.

Pasión sin rostro,
vuela mi corazón hacia ti,
pleno de ilusiones y esperanzas,
atadas con cadenas de estrellas
a la sombra de un árbol
y con cantos de pájaros perdidos en la brisa,
dejando un invisible rastro de alegrías y anhelos.

Espejismo


Espejismo,
tú eres un espejismo en mi vida,
eres una mentira de agua y sombra
en el desierto de mi existir.

Espejismo,
tú no brillas en mi vida,
aunque brilles con una luz de agua.
No amarras aunque amarres la vida.
No llegas aunque llegues,
no besas aunque beses…

Reflejo,
falsedades de agua en tus ojos
que como prismas de plata
no brillan con el amor que dices sentir.

Espejismo,
eres el verde que no existe,
la frescura de ninguna brisa,
la palabra de fuego
que nadie escribió sobre el muro
de mi vida…

Yo misma,
proyectada en la noche por mí,
en ensueño,
¡eso eres tú!...

Espejismo,
sólo eres el espejismo de lo que un día fuiste,
una luz difusa que se apagó en la nada
cuando la memoria del tiempo
se propagó en el más allá.

Espejismo,
ilusión de entretejer
lenguajes entrecruzados,
engaños de tu voz,
de tu susurro,
de tus te quieros apasionados,
eras delirios de un amor fracasado,
antes del sollozo de los sauces
y de las flores que acabaron en rimas,
versos que empezaron tallos.

Espejismo,
fuiste tan sólo inocente tacto
de tu trémula mano
que volvió derrotado como visión de engaño.

No eres más el único y verdadero
ni el gran dolor que consuela
al desnudo del alma.

Espejismo,
sólo pasiones aparentes,
falsos besos,
¿de dónde se han oído?
¿Cómo se creen reflejados
en esa forma turbia de un espejo de agua?

Cruzando concéntricas tinieblas entre luces,
vagas historias de amor,
creídas por mi verdaderas y por ello,
día a día,
noche a noche estoy volviendo a mi interior
para encontrarme a mi misma,
limpia, casta y pura,
con fe en que los espejismos desaparezcan
ya de mi vida y broten nuevos arrullos
a mi alma triste,
dulce y melancólica en claridades de luna
y brisas del jardín florido.

El húmedo espejismo
borró toda la gala matutina,
ni un árbol,
ni una nube se destaca y
a en esta blanquecina cerrazón
que entristece el alba y no ilumina,
débil luz crepuscular y opaca,
¡eso eres tú!

Espejismo,
¡hálito de abismo!
flotas en esta alborada agonizante
que me fatiga y marea
y me marca de oscuros pensamientos,
obsesionantes.

¡Desaparece ya!
¡húndete en el más allá,
en el desierto lejano!
¡Déjame vivir esperando
sin cansancios ni desalientos,
el amor que me busca detrás de ti.