Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 10 de abril de 2019

La puerta sin abrir


Sin libertad




Sin libertad,
¿a dónde irás?
Te la quitaron y tú la ofreciste
como en bandeja de oro
con pétalos de rosas al mejor postor.

La vida entre tambores
que andan por tu sangre
no merece ser vivida,
trasmitiendo la maldad,
los celos,
la envidia,
la ignorancia.

Sin libertad
vives en un submundo profundo,
la luz no te ilumina
como en una galera encadenado
y tu mente divaga
en recuerdos ingratos
y hablas sin pensar
que hieres y lastimas.

¡Basta ya!,
medita contigo mismo,
reencuéntrate y haz que el amor,
el verdadero te envuelva
en una túnica de lentos llantos.

Sin libertad,
mudo levanta tus brazos
y clama por paz y paciencia
como si pudieras salir
de entre los escombros
de pesadumbres
y bajezas en las que estás sumergido.

Yo tengo mi rostro feliz,
mis libres brazos
y todo cuanto tengo,
es Amor,
lo más sagrado
que a raudales sale de mi pecho
aún a pesar de que crean
que no tengo cualidades
de ser humano sensible,
de que soy pérfida y arpía.

Viven en la equivocación del no saber,
del no vivir intensamente,
de tener un corazón duro
como un roquedal
o roto en cenizas.

Sin libertad,
no piensas,
no razonas,
eres intolerante
y te vas desgastando
con el tiempo,
dando valor a lo mísero
y pequeño por conveniencia propia.

¿Sabes  lo que significa
valorar a alguien?
¿Sabes defender lo querible?
¿Proteges a quién te quiere?
No, eres calculador
en tu cueva sin amor,
no das ya más valor
a las cualidades,
sólo te interesa
lo superficial y fútil,
no lo verdadero y único.

Sin libertad
aún cuando creas tenerla vivirás
sin lo más preciado de este mundo,
el amor incondicional.

¡Qué solo quedarás
sin espigas de amor en tus brazos!
Todo cuanto en la vida quieres gozar
no te pertenece a ti,
es de los otros,
los que te rodean
en un mar de la nada,
en un valle de las sombras
donde el frío te rodeará
y la felicidad huirá de ti,
sin nada en tus frías manos,
aún cuando creas tener todo.

Tenías inteligencia y coraje,
piel y pechos duros para sufrir
y vencer los golpes,
los ultrajes,
los manejos de gente necia
y no supiste abandonar
lo que creías necesario
y llegaste  al final.

¡Cuán poca fuerza la tuya! ,
entre el polvo
pero con necesidades materiales cubiertas,
permitiste que invadieran tu libertad
y quedaste desnudo y solo.

No supiste ni pudiste valorar
lo que te conducía al sendero
luminoso de la felicidad.


Puerto Seguro




Puerto Seguro,    
puerto desde donde parten los pescadores,
lugar único.

Les rindo mi homenaje,
con toda mi energía,
por su ardua tarea
que los colma de paciencia y fé.

Luchan contra las tormentas,
la furia del mar,
sin miedos ni temores,
porque saben que el mar,
a pesar de su instantánea bravura,
los traerá con todo lo que necesitan
para vivir ellos y sus pares.

Loor a ustedes pescadores de alma,
no pueden vivir lejos del mar,
éste los llama,
los busca,
los espera.

Viven en un Paraíso de Amor,
el mar les regala todo lo que necesitan.

Les deseo que la vida en el diario existir,
en el camino del mar,
los conduzca con felicidad
a los regresos esperados,
a vuestras mujeres,
que entre ansias, temblores,
ruedan por sus rostros la enternecida claridad
que sueñan con sus abrazos
al llegar al Puerto seguro,
hogar donde el Amor trémulo
hace nacer caléndulas en la tierra
y los niños dormidos
sonríen por caricias
en cada nido azul de éste,
su lugar encontrado.

Puerto seguro
¡Hay tanto mar nadando en las estrellas,
tendiéndose al viento de la entrega
del habernos unido otra vez!

Nuestras almas
Como ávidas gaviotas,
Nos harán respirar aire puro y diáfano
antes de que otra vez partan
dejándonos tristes y apesadumbradas.

Puerto Seguro,
en cada alma desharemos
juntos este poema,
exaltado de la espera
y detendremos de emoción al mundo,
al regalo nupcial de auroras nuestras.

Puerto Seguro
donde nuestros pescadores y sus amores
encuentran olas de abandono,
derribadas,
tendidas sobre un hermoso azul
de sueños y de alas.

El mar se lo lleva lejos,
no se dejen alejar
que el tiempo y el mar azota fuerte.

Héroes de cada día,
los esperamos siempre
entre vuelos de garzas y gaviotines.

Nuestras miradas no se apartan del mar,
esperando ver enfilar
la proa de los barcos
bajando el cálculo de las estrellas
entre las ondas del mar.

La luz del faro de la esperanza
ilumina el camino de regreso
¡Los honro, pescadores del mundo!


Recuerdo mágico






Recuerdo mágico, el nunca olvidado,
el instante de que tú y yo entre el follaje de umbríos bosques de sauces llorones y ceibos florecidos,
nos vimos por primera vez.
Tú mirada azul intensa y llameante
iluminó mi alma que estaba desprotegida y asfixiada
por la pena y anhelos no cumplidos.
Pero de pronto, en ese preciso momento,
nos encontramos en un entorno pleno de ruidos no escuchados,
de conversaciones amortiguadas,
de complicidades no deseadas,
fue la magia pura que ángeles, duendes o gnomos ,
no lo sabremos nunca el por qué nos hizo encontrarnos.
Nuestras mentes se hablaron,
sentía tu voz cálida y tibia en mi corazón
y tú recibías mi alma pura y casta
que nunca había conocido al amor.
Sorpresivamente el aire se pobló de arrullos,
derramando el fulgor de luciérnagas
y de miles de aves que nos llevaban lejos,
al lugar nuestro, sólo nuestro.
El instante fue el Hoy esperado desde nuestro eterno pasado.
¿Cuál fue la causa de este recuerdo mágico?
Ser tu amante de siempre
en la hiedra de los besos apasionados, placenteros.
Tú me llamaste sin sonidos
en un blanco sendero pleno de besos de nieve
que en tus manos portabas.
Y me apoyé en tus hombros de juncos
hasta pasar de una vida sin destino
y pleno de sombras que me habían herido con feroz lanza
a esta luz nueva contigo
en nuestra, sólo nuestra alta morada.
Recuerdo mágico, con los ojos nos buscamos, penetrantes,
en un instante preciso y único en el que ambos estábamos viviendo una vida traicionera y falsa.
Ahora la blancura vacía se puebla de recuerdos no teñidos,
la recorren presagios sonrosados
y brota en ese lapso inmortal
una masa de sueños que inventa tu figura
que esperé en vano.
Recuerdo mágico que jamás desaparecerá entre nosotros como una siembra soterrada y suave en nuestros instantes del existir.

“Allí en la oscura noche
cuando el silencio lo permite todo
aparece la vida
como suspiro en eco”