Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 11 de marzo de 2020

Caminos de ilusión


La pérdida de tu amor


La pérdida de tu amor,
en instantes apenas,
me dijiste si vernos que no te esperará más,
que habías encontrado otro amor.
¡Qué dolor y sufrimiento sintió mi alma!
hacia pocas horas que me estabas besando, abrazando,
haciéndome el amor.
¡qué disgusto!
¡era tu despedida!
hombre cobarde, sin valentía,
sin poder enfrentar la verdad que estabas viviendo,
diciéndome que yo era el máximo amor de tu vida
y yo te creí.
incrédula, inocente, despistada,
debía ver todo lo que te rodeaba,
era una gran mentira, una falsedad.
¿Con qué fin?
Nunca lo sabré, no quise hablar más contigo,
Ni una vez más, fueron años felices,
Creía yo que estábamos juntos por muto amor.

La pérdida de tu amor,
¡cómo sueño siempre las horas azules
que me esperaban tendida a tu lado,
sin más luz que la luz de tus ojos,
sin más lecho que aquel de tu abrazo!
¡cómo siento mi amor floreciendo en la
mística voz de tu canto, notas tristes,
alegres y ondas que unían tu emoción
a tu rapto!
ahora el desierto esta en mí, tierra yerma,
resquebrajada, seca, sin vida, muerta,
esperando torrentes de llanto como gotas simientes.

La pérdida de tu amor,
necesito el viento, el sol, el polvo que une
y hunde con  el cielo,
formando un puente para ascender al infinito.
sin estar tu más a mi lado, los cerros callados en eterna espera,
escuchando el silencio, silencio anodino, eterno,
adormecedor, que me lleve a olvidarte rápido,
para no sufrir más
y que el tiempo quede en suspenso.

La pérdida de tu amor,
lo imprevisto llegó de golpe, de espaldas,
con antifaz, de noche,
con misterio que no se puede descifrar.
tú sin afán, sin gran color pena, me dejaste sin nada
tuyo ni una carta ni un adiós.
Cuando tu ser en prosa como velocísimo viento,
Atraviesas la vida, se les caen a las ramas de
lo que deseamos juntos los esfuerzos
que creamos juntos,  el precio de la dicha,
como las hojas secas que alfombran tu paso.
yo sé que seguiré queriéndote
y convertiré los días, las horas, en peligros,
en llamas, porque la separación,
no es el momento donde brazos o voces
se despiden con señas materiales,
es de antes, de después.
aun estrechándome en tus brazos,
estabas apartándote de mí,
es porque el alma ciegamente siente
que la forma posible de estar juntos,
es una despedida segura sin adiós.

Siempre vivirás en mí


Siempre vivirás en mí,
siempre… viviré pensando en ti,
en ese día cuando te conocí,
en ello, en tu mirada de vida,
que a mi piel cada día desvestía.
Pensaré siempre que te conocí
y vivirás eternamente en mi,
abrigaré así tu presencia,
con los ecos de tu ausencia.

Siempre vivirás en mí,
sentiré que estás aquí,
porque un día te pertenecí,
sabré que en mí, siempre existirás
porque tú también me perdiste.
Viviré  ese beso que te di,
en tus brazos, esos que perdí,
en ese día aquel cuando te marchaste…

Siempre vivirás en mí,
vivirás en los sueños que te di,
en los suspiros que veo partir
y sé que siempre me ilusionaré,
pero a ti, mi amado amante no te olvidaré
por eso te escribo esta carta para que sepas,
que te necesito, que no puedo vivir sin ti.
Para que no me olvides, te enviaré un beso,
y con él mi vida, mi pasión y mi amor eterno.

Siempre vivirás en mí,
para que no me olvides, dejaré que tu cuerpo,
navegue en las letras de mi alma,
para poder crear un poema tan intenso,
que solo grite con sutiles palabras,
 un canto de amor sublime,
para que no me olvides.
Y mientras sigo dando vueltas y vueltas,
entregándome, engañándome,
creyendo que aún me amas
y solo pienso en tu rostro,
tus besos, tus delicias volubles,
tus contactos rápidos recorriendo mi cuerpo
i haber llegado yo al centro puro,
inmóvil de mi misma esperándote.!

Siempre vivirás en mí,
yo no puedo darte más.
No soy más de lo que soy, ser eternamente tuya.
¡Ay! Como quisiera que hubieses dejado a mi lado,
tu cuerpo al marcharte, huella tierna, tibia,
inolvidable, única.
y que contigo se fuese sobre ti,
mi beso lento , ávido, apasionado,
en todo tu cuerpo.
No podrás olvidarme, porque estaré en tus sueños,
en el aire y en el agua, en la brisa y en el viento.
Te lo dije aquel día casi como un lamento
 “para que no me olvides”
me adueñé de tu cuerpo.

Siempre vivirás en mí,
ten siempre en tu vida mis cartas de amor,
en ellas te expreso todo el amor que por ti siento,
es como un relámpago de gloria,
que encendió en mi tu amor sublime,
no  importa que para ti solo fuera,
 una historia de amor más
y no te turbe tus goces el desvelo de este,
que es tuyo,
corazón herido.

Resignación


Resignación,
mis pensamientos corren de prisa inconformados,
de que tú te alejas en silencio, en sigilo,
huyes de mí y entonces debo aceptar lo inevitable,
una pasión que fue intensa ya pasó
y nunca volverá.
La noche es la que me hace recordar,
a quien tanto amé
y me hace lamentar lo que no pude hacer,
para que continuaras amándome,
y entonces escribo cartas de amor que nunca leerás.

Resignación,
ya no quedan hechizos de luna llena,
se acabaron las pociones mágicas,
ya no sirven los rezos ni las lágrimas,
ni hay deseos que te hagan regresar.
Aceptando mi destino con entereza,
me resigno hoy a perderte.
¡sé que nunca volverás!
me resigno estrenando estrategias,
si tanto anhelo me ha servido,
quizás a través de este olvido,
regreses algún día a mi vida.

Resignación,
Me enfundo en el traje de la esperanza
y desearía con toda mi alma susurrarte al oído,
con palabras mudas que mis tibias lagrimas derramo,
Desconsolada al alba son por ti mi amado ausente.
Me refugio en mis versos, en poesías de amor,
esperando que pase la tormenta del alma,
y que mi lánguida tristeza desaparezca
y deje ese vacío insistente que recorre mi esencia.

Resignación,
es herida sángrate, son sueños rotos,
pero debo aceptarla y convivir con la derrota.
buscaré despacio, paso a paso,
otro amor que colme mi bosque con luces celestes.
Y que cada estrella sea para mí,
un beso lanzado al aire,
que se guarda en el manto de la noche.
Y así este nuevo amor me colmará,
de besos , de apretados abrazos, de cariños.

Resignación,
pareciera que el tiempo corre lento,
pero la risa, la alegría, los cantos, volverán a mí,
ya que tú mi nuevo amor colmará de paz, de bonanza,
y de felicidad, mi alma que tan herida estaba.