Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 6 de abril de 2018

Tu voz


Pienso en ti


Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.

Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.

Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.

Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.

Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y poéticos.

Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.

Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me desconcierta.

Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.

Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.

La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.

Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?

Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.

Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.

Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.

Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.

Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.

Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.

Tejiendo la vida


Así tejemos la vida
entre nuestro diálogo de miradas atentas,
sorprendidas, milagrosas,
sorpresivas,
consuelos y bálsamos de nuestras almas
que nos unen en un alianza continua,
permanente,
constante y sentida.

Tejiendo la vida sin palabras mutiladas,
sí, con rumores de amor
en noches de espera,
cantando sin tristezas ni penas.

Soy la viajera con el corazón pleno de amor
y la sombra de tu sombra
quien teje palabras de amor,
frases, versos,
entre hilos de seda y plumas
haciendo un nido cálido de caricias.

Sensación de ser dos voces
en la noche unidas por lazos estrechos
y entretejidos de recuerdos.

Tejiendo la vida en un vivir juntos
el hasta ahora esperado,
trémulo y jubiloso de promesas unidas,
ya que la vida es la sorpresa
en que nos suelta desnudos,
inocentes,
en un mar inmenso.

Tejiendo la vida,
los dos al unísono,
para que en nuestros días de tormenta
sólo haya claridad
que atraviese las nubes oscuras y tristes.

Tejiendo la vida
comenzaste a quererme
porque me convertí,
sólo para ti en ese sueño
de cuento de hadas
que todo lo llenó con su magia
atrapando tu corazón y a la vez,
haciéndolo libre.

Mi pasión fluye al recordarte,
te tengo prendido en mi corazón
y una catarata de gozos
fluye desde mis entrañas.

Tejiendo la vida,
los poemas van destilando cada día,
ilusiones, rosas,
fantasías,
que llenan mi alma de alegría,
sueños que despertarán
algún día mientras vivo
y respiro tu sonrisa.

Tejedora de versos y rimas,
tejiendo momentos trenzo la vida.

Eres mi amor cada noche,
mi eterno enamorado
que calla y mira.

Tejiendo esperanzas y sueños
con la madeja en mis manos,
el corazón,
el papel y una pluma,
hilo y deshilo
la ilusión de estar contigo.

Para que me sirve la vida
si ya tejida en un hilo,
perece,
aunque de su esencia
brota mi vida en un verso.

Ya no sueño con tus ojos,
ahora quiero tu regreso,
ya te tejí toda la vida
y ahora en versos te quiero para mí,
quiero estar contigo siempre.

Sueño con estar a tu lado,
tendidos sobre nuestro lecho,
recordar las horas pasadas
en unas sábanas de tejidos blancos
sobre la aguja de tu amor soñado,
tejidos en letras de sueños
y tiernos besos palpados
sobre este gran poema de amor
que es la vida.

Si supieras


Si supieras,
aunque ¿sabes?
que día tras día,
horas,
minutos y segundos
dedico mi mente a ti.

Si supieras,
aunque ¿sabes?,
que me inspiras a decirte,
a escribir,
garabatos que su forma
se dispersa en un blanco papel
y dibujan las más tiernas,
dulces y bellas palabras
que terminan siendo frases dichas
y escritas por el sentimiento de amor
que tu despiertas en mi corazón.

Si supieras,
aunque ¿sabes?
que brotan en mi piel
y asoman por mis poros
las pasiones que exceden
al deseo reprimido
que acechando está esperando por ti.

Si supieras,
aunque ¿sabes?
que eres dueño de mi almohada
en mis noches de soledad
y que al amanecer me despiertas
porque estás en mis sueños
enredado en sábanas de seda
y caricias de algodón.

Si supieras,
aunque ¿sabes?
que eres mi todo y mi más
porque te amo
aunque tú no lo quieras.

Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.

Pienso en ti y espero que te acerques,
quiero apretar tus manos,
me corre un secreto en la piel
que es felicidad ansiada,
necesito tenerte cerca
y es prohibido lograrlo,
por eso quiero saber si te amo.

Necesito vivir en un rincón de tu presente,
haz allí y brúñela como una luna de acero,
cincelada en filigranas.

¿Qué tejerá tu memoria madura
de andar los tiempos,
de dibujar los caminos
por donde viniste andando?

Espejo atiborrado de recuerdos
es tu frente erguida
para que mis manos acaricien
la plata fina de hilos y cenizas
de tu noble cabellera.