Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 29 de abril de 2020

Te quiero conmigo


Desengaño


Desengaño,
tristeza y dolor,
la verdad afloró
en un soplo del tiempo,
la traición y la cobardía
inundaron mi alma.

Aquel a quien yo consideraba
mi ilusión de amor
quitó su máscara y en un momento
su verdadero yo,
se atrevió a ser girar mi vida
en esquivas y lastimeras
quejas de llanto.

¿Quién es capaz de producir
este desengaño tan humillante
huyendo rápidamente
después de la traición?
¿Qué buscaba al romper la unión,
tan tiernamente atesorada,
que creí que existía entre los dos?

Desengaño,
por fin puedo decir
que se rompieron las cadenas
que me tenían presa.

Gracias doy al cielo
por este gran milagro
¡no más humillaciones!
¡no más mentiras!

Desengaño,
acíbar amargo y cruel,
te amaba demasiado para merecerlo,
te entregué mis vanas esperanzas,
¿quién te ha conferido
el derecho divino de juzgar
y el don de herir y lastimar
a quien tan sólo te ofreció amor?

Al fin,
todo terminó,
dejé de ser el recurrente destino
de tus falsas caricias,
de ser la corriente perpetua
de tus falsas mentiras.

Ya no eres más el fulgor
donde se anidaban mis anhelos,
arrasando mis sentidos
a las alturas inolvidables del más allá.

¿Quién eres tú
para ostentar como bandera
al viento tus malignas
verdades plenas
de apetitos prohibidos?

¿Por qué crees tener el don
de la persuasión para engañar
por falsos caminos
a quien te respetó
y te dio todo su cariño?

Desengaño,
triste y doloroso,
has dejado de ser mi dulce amor,
el prófugo príncipe enamorado
que busca aventuras
mortales y peligrosas.

Tristeza y dolor
pero sentimiento de libertad total
y por siempre ecos de mis esperas.
Has dejado una cicatriz
más en mi alma
pero con firmeza sólo
será una raíz muy honda
que ni se percibirá.

Mi amor,
el verdadero,
me encontrará
y a mi vida retornarán
como gotas de lluvia la esperanza,
la fe,
los anhelos de vivir.

Desengaño,
cruel,
pero ya superado,
quiso hacerme daño
pero no lo logró,
mi alma aún apergaminándose
de llanto por la desilusión resurgirá,
pura y límpida
dejando en las huellas del olvido
lo que nunca debió acercarse.

Podré así sembrar
y cultivar el amor que me inunda
mi mundo interior y ser feliz,
gota a gota cada minuto del existir.

Un rincón de mi vida


Un rincón de mi vida,
allí estarás tú,
en un escondite en mi alma,
sólo y reprimido.
No quiero que golpees
con desesperación
la puerta de mi fantasía,
sólo dame el silencio
que me conlleva a un ritmo carismático
de soledad que ansía algo más.

Un rincón de mi vida
lo ocupas tú,
el que fue,
el que era,
el que nunca será
mi amor verdadero.

Tenías para mí
gotas de agua amarga
escurriendo por la pendiente del crista,
buscando mi fragilidad de mujer.

Quédate allí,
en el rincón más oscuro de mi vida,
así no mojarás
mis sueños con cada mirar.

Deja que mis minutos
se vayan de tu vida,
que mis horas no te busquen más,
que hoy me pueda esconder
en la casa de los días y mañana
podré emprender una huída
al lugar de los años
y no te tendré
más en el rincón de mi vida.

Mi ahora pasa,
sin ti vivo el hoy,
instantes de una supuesta vida
que se irán a la esencia
de un deseo de amor.

Recorro el valle de los recuerdos,
de aquellos remansos de tus dulzuras,
el dulzor de tus palabras,
aquel acento de tu voz
y me doy cuenta de que te extraño
pero es mejor
que pase el tiempo eterno
en un mustio alejamiento
y no te encuentre más
en el rincón de mi vida.

Te quiero en el rincón de mi vida,
no como sombra pareja
que me sigue apenas raya el sol.

Quiero olvidarte
en un impecable adiós
a un desconocido
en una oscura lámina
de un rincón de mi vida.

Eres ahora
tan sólo un charco mudo a mis pies,
te dejé en una estacada negrura,
cruzando concéntricas tinieblas
¡libre al fin de ti!
¡tu rincón en mi vida ya no existe!,
entreluces doy por fin
con el sendero que hollaré con fuerza
para encontrar aquel ser
que me dará su luz
y su fe para no vivir
condenada sin remedio
a tus veloces fechorías,
pasiones aparentes,
falsos besos.

Vuelco a mi blanca soledad,
blanca, inmaculada,
ajena a las falsas maldades,
malévolas  traiciones
y como leve hilo de vida
que renace en la noche vuelvo a ser yo,
conmigo misma inocente y pura
¿hasta cuándo?
no lo sé todavía,
hacia un hoy corro,
hacia un mañana
con toda mi alma entera y casta,
sin ti en ningún rincón de mi vida.

Y de a poco surgirán otra vez los versos,
las sílabas mudas,
se oirán desde la lejanía
y los poemas llegarán tejiendo amores,
reflejando edenes,
esperas no estrenadas,
caminos buscados en una palabra
que en el papel amanece
como una virgen radiante.

Pienso en ti


Pienso en ti
y no se si es cierto que te amo
o lo sé tanto que temo
que ese amor me traiga llanto.

Sólo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.

Pienso en ti
y espero que te acerques,
quisiera sentirte cercano.
Todo hace el amor con el silencio
que puede ser como un fuego
o un templo de luces.

Pienso en ti,
quiero apretar tus manos
y me corre un secreto en la piel
que es feliz y ansiado.

Pienso en ti, te siento y miro,
lejanas,
mis palabras,
más que mías son tuyas
y de mis manos surgen
los poemas de amor que tú inspiras
porque llenas mi alma
toda de sortilegios mágicos y poéticos.

Quiero que los oigas,
que te lleguen proféticamente puros
porque voy tejiendo
con todos los poemas
un collar infinito
para que te envuelvan
y no te alejen nunca más de mí.

Pienso en ti
y en el equilibrio cósmico de la noche
mi voz interior me despierta,
me pregunto porqué busqué
en mi ser profundo
para saber lo que me desconcierta.

Pienso en ti,
muchos afanes de días,
muchas noches sin estrellas,
pondré un manto de olvido
sobre este dolor que me aqueja.

Pienso en ti constantemente,
construiré este poco de vida
con lo poco que me queda,
pero aún tu voz no se calla,
me agita,
me apena.

La noche está terminando,
ya entra la luz primera,
es una noche que pasa
y ella se irá con el alba.

Si todas las noches pienso en ti
y sueño contigo
¿por qué no vivo en un sueño?

Pienso en ti,
imagino eres el viento,
rozas mi cara,
mis manos,
tocas todo mi cuerpo
y en su silbido apacible
puedo sentir tu aliento.

Cuanto estás tú callado,
pienso eres mi silencio.

Me tocas con tu mirada
y me recorres toda
y mi alma vuela apresurada
cruzando mares,
desiertos.

Pienso en ti,
en nosotros no existen fronteras,
tampoco tiempo,
quisiera tener alas para volar
y estar a tu lado acompañándote
y apoyándome en tus brazos.

Pienso en ti amor,
te pienso con ansias
de frenesíes y pasiones,
cuando me abrazas siento
que tuve contra el pecho
un palpitar sin tacto,
cerquísimo,
de estrella que viene
de otra vida.

Pienso en ti,
porque te alejaste
y siento sobre el alma
esa opresión enorme
de sombras que dejaste,
de palabras,
sin labios,
escritas en papeles
que vuelan con el viento,
dejándome tan solo
el hueco de tu cuerpo.