Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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viernes, 28 de julio de 2017

Presentimiento


Aromas de vergeles


Aromas de vergeles,
en prados florecidos
de multicolores flores
y de fragancias exquisitas,
allí quiero estar.

Ir en busca
del edén divino de belleza,
para no volver nada
o para volver
inhibida de fragancias
de alelíes, rosas, azahares,
azaleas, jazmines.

Tenderme en los jardines
y unida a las abejas
oír y aprender el dúo
que en la flor recién abierta,
el perfume y el color
misteriosamente elevan.

Pasar por rosaledas,
contigo abrazada
y que su aroma nos inunde
en una nube de esencia
como emanaciones de amor recién florecido.

Aromas de vergeles, de bosques umbríos
que beben luz de las estrellas,
dormitamos en el silencio blanco
de la luna llena
o como en potros de llamas
cabalgamos en los cometas.

Pensativa y calma
en el vergel sumergida,
surgen de mi corazón de poeta
los versos de amor para ti
que un rojo sol prisionero
encerrado, encuentra.
Quiero volar contigo
por todo el universo
y regresar con las flores inmortales
del pénsil de la belleza.

Aromas de vergeles
que hacen nacer el ideal del poeta,
el que está en el mundo interior
pleno de encanto.
Suelta la flor su perfume,
mas si una frase lo aspira,
se evapora o se consume
en las cuerdas del violín.

Efluvios de suspiros de amor
en un intangible ensueño,
donde lejana, la flor se esconde.
Aromas de vergeles,
donde la mujer poeta
escribe lo que es en su fantasía,
ave y flor, mirlo y lavanda,
pues viven sólo en la bruma
que en la ilusión se levanta
ese canto que perfuma
y ese perfume que canta.

Aromas de vergeles,
bálsamo de colores que nos inundan,
los verdes más verdes,
los tornasolados ocres,
los lacres de hojas marchitas
nos inundan de amor placentero,
pleno de paz y belleza.

Tendida en ese campo infinito
entre amapolas y margaritas
el aroma de la tierra húmeda
hiende mi alma necesitada
de tu intenso amor.

¿Bajo qué fronda te escondes?
Ven y tiéndete a mi lado,
el cielo nos acaricia,
el viento nos mece
y las hierbas frescas
nos acunan en su mullido lecho.

Aromas de vergeles,
en esta aurora placentera,
entre mil estupendos follajes,
temblorosos de primavera,
nuestro amor crece, se agiganta,
entre sones de música celestial
y canto de pájaros.

Lágrimas al viento


¿Por qué sólo yo sé
lo que calla mi silencio
y lo que guardan mis recuerdos?
¿Cuál es la causa
de que mantos de lloviznas,
de lágrimas,
inunden mi rostro
y el viento las reciba
 desde mis mejillas?

¿Tú sabes del vacío
que dejaste dentro de mi ser
sin sentirte a mi lado,
entre tus brazos?
¿Acompañan la inmensidad, las ansias
 o tengo tan sólo junto a mí
la música que me recuerda a tu presencia?
¿A dónde te llevaste las lágrimas
 que bañaron mi cuerpo
en espigas del sol recién abierto?

¿En cuál aguacero, de qué tierra lejana
me estaré derramando
para abrir surcos nuevos?
¿O si acaso, cansada de tu ausencia,
mis lágrimas al viento
se estarán congelando
en cristales de hielo?
¿Por qué tú fuiste el único hombre
que besaste mi alma al besar mi cuerpo?

¿Qué frescura me mueve
a quedarme en el alba
en la que tú, despacio, sin prisa,
te alejaste de mi lado?
¿Cómo mueren los últimos recuerdos
que me ataban al tren del pasado?
¿Dónde están mis lágrimas tristes
que nacían de mi alma
al no sentirme más amada?

¿Cuándo sentiré que llegaré a tu alma
 y que tú, en el horizonte nuestro,
desdibujado por mis lágrimas,
 tú me estarás esperando?
¿Sabes tú
cuando se unirán nuestras risas,
más blancas que el blanco
y cual milagro en la luz de una lágrima,
se besarán tu llanto y mi llanto?

¿Por qué mi alma se eleva
 en un viaje alado
 saltando claridades
recogiendo el sol en los tejados
y dejando tristezas y llantos
en nubes ligeras que surcan el aire?
¿Cómo iniciar el camino del olvido,
de nuestro amor ya pasado,
buscando otro sendero, suave,
que me lleve, sin remover los recuerdos
a otros brazos que ansiosos me esperan?

¿Cuándo se abrirán las cortinas
 de mis lágrimas al viento,
 dejando que mis ojos
se unan a otros ojos
en todas las pupilas del espacio?
¿Cómo anudaré mis emociones
 para que la sonrisa
traiga a mis manos la alegría
y la esperanza de una nueva vida?

No quiero más gritos de lágrimas al viento,
 me suelto a la pureza
de un amor sin ropajes,
seguiré mis ansias
como el sol en los pétalos,
vida del hoy y del mañana,
 en un batir de inquietas fuentes,
en un inmenso río,
corriendo hacia la paz y el amor perdido.

Perdida en el tiempo


Perdida en el tiempo,
 mi memoria se pierde en pasados ignotos,
 perdidos en el olvido,
en ayer de ayeres,
de siglos escondidos.

¡En este hoy mío, cuánto ayer se vive!
Me encuentro envuelta
en poblados de antiquísimos regresos
y ahora aquí, frente a ti,
 toda arrobada aprendo lo que soy,
soy un momento de tu larga mirada
que me acaricia, desde ayer,
 desde hoy, desde mañana,
 paralela del tiempo.

El tiempo no existe,
aunque exista la templanza
y la experiencia de nuestras vidas
pues cada resurgir de nuestro nacimiento
es la consagración de nuevos acontecimientos
que nos llevarán
a nuestra auténtica realidad y destino.

Perdida en el tiempo,
en una interminable búsqueda
de la verdad, de la esperanza,
necesito escuchar el resonar del agua
para que caigan en mi sueño del Hoy
las palabras de amor
sobre las hojas que las esperan,
dibujando en mis ojos
mi mirada enamorada.

Perdida en el tiempo,
que me transporta a fantasmas impacientes,
a la nada olvidada,
a dudas disipadas,
a realidades que aparecen
en la luz del amanecer
que nos muestra la verdad
y el color del ayer.

Parece perderse en sueños
durante el día para volver a caer el sol
recordándonos que el mundo podrá cambiar
 lo exterior a nosotros
 pero nuestra realidad
interior exacta y pura
 nos acompañará siempre.

El tiempo ya no es tiempo,
el tiempo es oro,
pasando las horas, los días,
 luchan los nombres con las cifras,
 lo exacto triunfa de lo incalculable,
las palabras vencidas se pierden en el infinito.

Perdida en el tiempo, te busco a ti,
 el amor inconfesado entre mañanas
 sin neblinas ni misterios astrales.
Por el aire revuelan
 gemebundas voces apocalípticas
y rozan nuestras frentes alas
 venidas de tiempos lejanos
como profecías de regresos de ilusiones perdidas.

¿Qué haces alma mía perdida en el tiempo?
¿Vives en el pulso lento del existir sin tregua?
¿O en las grietas de ayeres pasados,
que vencen al futuro cercano?
¿O presientes las celadas,
traiciones,
mentiras que te aguardan?
Perdida en el tiempo,
te busco donde tú habitas
 escondido en el corazón del mundo
y viajo lenta en el espacio
mirando el lugar donde tú descansas.

¡No me dejes, no me dejes
que me pierda en el tiempo de la nada!
Necesito vislumbrar desde lejos
 tu lámpara encendida
entre las tranquilas sombras
 para saber que existes
y estás presente
en este perdido tiempo
de mi existir verdadero,
el que tú sólo comprendes
y que me salva de olvidos y tristezas.