Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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lunes, 21 de octubre de 2019

No debo


Rencores de un adiós


Rencores de un adiós
Por qué aparecieron en silencio,
Doliéndome el alma y el corazón
Esta oscuridad distinta y los jardines
Sembrados de légamos.
Que vagos sonidos retornan si ecos.

Rencores de un adiós
Veo paredes al fondo del lago,
Sus ventanales describen el tiempo,
No soy el dolor golpeando muerte
Ni la diferencia golpeando luz.
Ahora que el aire me posee,
Debo encontrar la verdad.

Rencores de un adiós,
Quisiera que atendieras todos mis sentidos nuevamente
Quisiera sentir tu ser rodeándome en tus brazos,
Pero ya es imposible,
Ya que los rencores afloran y duelen
Hoy quisiera que tus ojos me quemaran nuevamente
Me mataran sin rencores con sus grises ausentes,
Con su piel de viento, con pasión sin límites.

Rencores de un adiós
Aquí estoy bajo la desgarradora soledad
De tu recuerdo consumiendo mis temores,
Devorándome mis gritos bajo tu piel
Fantasmal y traicionera
Que me ahoga en rencores desde esa
Distancia tan presente.

Rencores de un adiós
Me arrancaste la carne en cada abrazo
Con rencores sufrientes y dolorosos
Yo no sé definir en la distancia…
Si estas presente y me matas
Con tu ausencia desgarradora.

Rencores de un adiós
Que golpean en mi mente
Y me dejan sin aliento
Más por eso yo presiento
Que nuestro amor está en suspenso
Rencores de un adiós
Que mi mente se niega
Y mi corazón siente
Que tú ya estas ausente.

Lo no esperado


Lo no esperado,
la sorpresa inexplicable que inunda mi piel,
todo mi cuerpo haciéndolo volar
por cielos altos y lejanos entre nubes flotantes
acercándome a horizontes luminosos y cercanos.

¿Cuál es el motivo de que en este presento intenso,
lo no inesperado nos invada con brisas suaves,
toques imperceptibles,
momentos inolvidables,
horas, minutos,
segundos,
con una paz indescriptible pensando siempre en el vivir,
enamorada de la vida?

Lo no esperado,
en un silencio calmo y persuasivo,
el aire diáfano y puro se detiene un instante,
toda la quietud del mundo
apareció súbitamente y la humanidad toda,
alma con alma,
se unió en un abrazo fraterno
para iniciar el gran cambio que poco a poco
se inició para hacer desaparecer la violencia,
el desdén,
el desamor,
el materialismo con tan sólo fines de lucro.

Lo no esperado,
superando los miedos,
los fracasos,
las decepciones,
surge lo mejor del ser humano escondido
en lo profundo del corazón,
la indispensable solidaridad,
la necesaria condolencia,
la plena esperanza,
la clamada ilusión,
para que el existir sea una fuente de amor y paz.

Lo no esperado,
no lo dejes ir,
acógelo en tus brazos,
en tu mente,
disfrútalo, saboréalo,
deléitate con lo nuevo que te envuelve,
dejando atrás el pasado
con mantos de lluvia dulce y descansa
en un pleno bienestar con bálsamos de amor
que existen pero que sin darnos cuenta
por la vorágine de la vida real
que no nos deja percibir su aroma,
su sabor,
su dulzura.

Lo no esperado irrumpe a veces despacio,
levemente,
otras veces con rapidez nos cerca
y nos hace sentir que el amor
nos está esperando siempre,
juntas las almas en la distancia,
en caminos paralelos,
jamás juntos en el mundo real
pero sí con total comunicación interior
sin dejar de pensar unos en los otros
en cada momento especial de nuestro existir.

Nos amamos en el ayer
y nos amaremos en el Hoy
y en el mañana,
porque lo inesperado llega y nos une.

Lo no esperado,
la felicidad,
esa mágica palabra,
que siempre se esconde,
se escurre,
se evade,
apareció en este lapso
como una sorpresa indecisa.

Estoy en paz,
me siento libre,
completa conmigo misma.
Mis suspiros profundos y lentos
se suceden uno tras otro
en lentos y deliciosos respiros
de amor a la vida.

Mi recuerdo eres tú


Mi recuerdo eres tú
(parece que flota…
es tan suave su ir y volver
bajo el fanal errante de la luna
confidente del bardo peregrino)

Mi última esperanza
(irradias en la sombra
todavía siguiendo un ideal
que no se alcanza,
merodeando en la sombra
la ilusión perdida que fue mi guía)

Mi recuerdo eres tú
(y hoy,
en este otoño que estoy viviendo
y que la vida empieza a declinar,
se encuentra mi corazón
solo y cansado,
sólo me hace feliz tu recuerdo
turbando el nocturno desasosiego)

Mi última esperanza
(tú, mi todo,
eres el que despiertas
con cada triste sonido,
lento toque de notas vagas
que el viento lleva
a flotar como doliente gemido
y de la noche en calma,
tú mi melancólico
me haces estremecer el alma
en vibraciones impredecibles)

Mi recuerdo eres tú
(fuiste mi mundo de venturanza
que me llevó a la plácida nota larga,
tu voz me sigue acariciando
y como un suave reproche
se desgrana en la calma noche
las perlas de las delicias vividas a tu lado)

Mi última esperanza
(¿es que acaso ya no estaremos más juntos?
Quiero flotar en el éter la aúrea nota
que nos unía en un bálsamo efluvio
de noche primaveral.
¡Ven a mí!)

Mi recuerdo eres tú
(¡qué instantes más frenéticos y voraces
vivimos tú y yo!
bajo cielos escarlatas
que se extendían inflamando mantos
sobre nuestros cuerpos)

Mi última esperanza
(no quiero que seas mi silencio total
en un viaje completo de la vida,
te quiero en su trayecto en bacanales,
algazaras, proezas musicales,
en una gesta al abordaje de la felicidad
y de la paz eterna)

Mi recuerdo eres tú
(por ti anduve en el mar,
altiva como una ola,
una ola desnuda y sola estallando
en cada cabriola y desgranándome
al recordarte en cada instante)

Mi última esperanza
(por ti,
un hondo estremecimiento
se aquerenció en mi interior
y destelló en derredor,
un símil del paraíso
al pensar en ti)

Mi recuerdo eres tú
(serás siempre
un horizonte plomizo en mi vida
quedando siempre
un goce en mi corazón
y en mis manos desoladas,
entristecidas, marcadas,
donde mi piel te recordará siempre)

De nada me arrepiento,
pues la verdad de un momento
se grita como absoluta
aunque al final de la ruta
otra verdad la reemplace.
Viví desde la cima a la cumbre,
ardida en ardientes lumbres,
en un eterno recomenzar.