Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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miércoles, 16 de marzo de 2016

El fin


En búsqueda de…


Mi vida transcurre
en una búsqueda sin fin
de añoranzas perdidas,
poder sonreír entre lágrimas,
sentir al máximo anhelos deseados.

En búsqueda de vivir sin miedos,
en triunfales signos de libertad,
sin guijarros ni cuestas,
en sueños del orbe
duraderos y profundos.

¡Oh!
quiero seguir hollando
veredas sin tropiezos,
pastos tiernos,
arroyos límpidos
hasta encontrarte a ti
entre los aires del sol,
haciéndome surtidora de hojas de amor,
golondrina de la noche,
narcisos perfumados
y reír y llorar contigo.

En búsqueda de agostar los sueños,
donde los rincones se cortan
y los fatales ángulos desaparecen
en su sed de infinitud
llegando desde lejos hasta ti.

Veremos cielos altos,
con sus variaciones de colores
que prometen caminos
para no andar,
sólo flotar tú y yo
en alegría silenciosa.

En búsqueda de percibir tu presencia
para unir nuestras almas,
mirándome en tus pupilas
y percibiendo la magia de tu sonrisa.
Aunque sea solamente
por un instante ser tu oasis
y perderme extasiada
en tus brazos.

En búsqueda de un deseo atávico
que me induzca a ir hacia ti,
desde lejos por ciudades y valles.
Verás en mis ojos la dicha
y en mis labios la sonrisa,
saber que me amas
alcanza para lograr
la excelsitud de la vida.

En búsqueda de ese breve instante
recobrado de la distancia,
vivir la emoción de tu proximidad
en alegría fabulosa.
Estamos en el aire
y el sol nos da
triunfales signos de libertad
donde el tiempo se va desgranando
en gotas que inundan nuestra alma toda.

Porque nosotros somos
llamados a amarse en posesión lenta,
al final en nuestro paraíso
que es la vida y es el mar.

Entre tú y mil mares


Entre tú y mil mares
se alza en el aire
nuestro reencuentro irreal,
mágico,
como un interminable túnel de amor.

¿Cómo me vas a explicar
la dicha de pensar que estamos juntos?,
si no sabemos
cuándo ni cómo,
dónde,
nos veremos alguna vez
en un instante mágico.
La distancia nos idealiza,
nos desdibuja,
nos enaltece,
nos une.

En nuestros ojos,
visiones,
visiones
y no miradas
nos separan mil mares,
distancias sin datos,
ni signos.

No percibíamos lugares,
colores,
tamaños,
sólo percibíamos nuestra unión,
fusionada con esa fuerza
estruendosa
que es el amor.

Tan sorprendida
y anhelante,
estaba yo,
sintiendo,
que mi mirada
en el aire,
al vuelo,
te soñaba
y me soñaba la tuya.

Palabras sueltas,
palabras,
deleite en incoherencias,
no eran nada más
que signos de cosas,
voces puras,
voces para no ser olvidadas.

Entre tú y mil mares,
naciste al son de mis deseos,
te necesito aún en la lejanía,
e inquieta la vigilia de mis ojos
van en busca de tu imagen
entre los mil mares
que nos separan.

Naciste al son de mis deseos,
entre la cima de los cielos
con la tierra
y el llamado de tu mente,
se alzaba,
de mi sangre
en este poema.

Entre tú y mil mares,
las estrellas brillan
para nosotros
y entre temblores de ansias
nuestros incorpóreos cuerpos
se abrazan entre hálitos
de amor
completo y total.

Te siento llegar
en mis solares,
entre nubes altas y calmas,
te conozco por tu aroma,
tu leve presencia,
y te proclamo
mi único y verdadero amor.

Entre tú y mil mares,
estoy más unida a tí
que si estuviéramos juntos.
Vive mi mirada en tus ojos,
mi inquietud primera,
recién amanecida
en tus pestañas cerradas
y poco a poco
se asoman a mi pecho,
tus sentidos,
y tiembla mi cuerpo
aunque mil mares nos separen
porque el secreto de nombrarte
en silencio,
me da amor y vida.

Miel y Canela


Miel y Canela
 tengo para darte,
mi niño grande,
tú, el impetuoso,
el ardiente.

Miel y Canela degustarás
con sabores sólo para ti,
te envolverán
en capas de espumas dulces,
en las que el amor te brindará
lo inesperado,
te hará vibrar
con cantos y poemas,
todos inspirados por ti.

Miel y Canela
para el que llegó de improviso,
sin ser esperado,
entrando a mi vida
por mis grietas de dolor
y angustia con tu amor
único y apasionado.

En mi imaginación caminamos
entre perfumadas setas y retamas
y voy hacia los torrentes
que caracolean sobre las piedras
resbaladizas de musgo,
entre las extensiones de brezas rojas,
entre los espesos pámpanos
donde se posan las alondras
para estar junto a ti.

Me brindas tu dulzura,
tu voz lenta,
joven, única,
tus palabras tiernas,
plenas de una cadencia
que me llegan a mi interior
con alegría profunda.

Miel y Canela para ti,
cuando nos encontremos
en esta red de caminos
en la que estamos sumergidos
y unidos todos los seres
de este mundo.

Miel y Canela,
te envolverá
con mis besos suaves y apasionados,
aún desde esta distancia tan lejana
que nos separa
pero unidos a pesar de ella,
nuestros espíritus y cuerpos se tocan,
vibran al unísono,
nuestros pensamientos
entre líneas invisibles
y entretejidas.

Miel y Canela se conjugan
para que este amor con el tiempo
sea una realidad.