Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 29 de mayo de 2016

Arrójate


Secuestro furtivo


Secuestro furtivo,
¿te acuerdas tú de aquella noche
que a escondidas
y con misteriosos impulsos
me llevaste a aquel umbrío lugar desierto
donde a solas nos amamos?
La brisa nos acunó
y el mar nos arrulló
con sus ondas livianas
como una melodía
de lejanas orquestas.

Secuestro furtivo,
me retuviste entre tus brazos tibios
 y yo me deshojé lentamente
como flor de azahar
pura y virgen
y con dulzura me dejé raptar.
Me quedaría en el encierro de tu cerco,
en todo lo que estoy,
donde estamos tú y yo juntos,
quietos como el agua quieta,
retenidos en el amor sin sol.

Secuestro furtivo,
disimulado, sigiloso,
 ¡qué ansia de repetirse
esto que está siendo!
 ¡qué afán de que mañana
 sea nada más
que llenar otra vez
al tenderte ese hueco que deja,
hoy exacto
en la arena, tu cuerpo!

Secuestro furtivo, cauteloso,
para que no se sepa
ni se entere el mundo
que estamos viviendo
entre apretados y estrechos
 cercos cuerpo,
alma y mar.
Nada promete el orbe,
 ya nos lo da,
lo tenemos todo ya,
nunca más nos separaremos
ni por el viento, ni por las nubes,
juntos cantando siempre.

Secuestro furtivo,
retención deseada que despacio,
 sin prisa, sin siquiera escuchar tus pasos,
sin ver tu sombra en la fronda
me envolviste con tu mirada dulce
y tu voz pausada y lenta.

Tu risa me secuestró
y le dio colores a la noche
y yo disuelta en alma y espíritu
me entregué a ti
hasta unos cielos lejanos
en una gloria abstracta del alfabeto.

Y danzamos juntos,
 apretados entre frenesíes de pasión,
rodeados de flores
del jacarandá, azaleas, azucenas.

Secuestro furtivo, 
quemante hasta lo indecible,
hasta horizontes lejanos
donde nos podemos tocar, palpar,
en nuestros reflejos sin casi tocarnos,
en nuestras formas reales
donde se nos escapan suspiros
 hasta la muerte.

Nadie nos ve, nadie nos dice nada,
estamos en nuestro mundo propio,
sin altares de llamas
pero sí de deseos y pasiones.

Secuestro sigiloso,
nos dan formas de una geometría sin angustia
entre delicias hijas del agua,
cálidas caricias en los fríos inviernos
entre amores verticales, cristalinos y auténticos.

Mi pecho se agranda, se agita,
siente la presencia de tu amor
 en este secuestro furtivo,
nuestros corazones se unen
y en silencio nuestras manos
se entrecruzan en el aire,
en voluptuosa danza
entre sombras sin paisajes.

Y todo cambia en nuestro existir,
 los besos son únicos,
son nuestros
y como cómplices
 del delicioso amar los dos,
atónitos, vivimos el hoy,
el ayer y el mañana en un encanto
y esdrújulo sueño elegido en ondas del viento.

Arropados y somnolientos
nos elevamos al más allá,
solos con nuestras voces y sonidos,
seguros de amarnos por siempre.

Soñando luces


Soñando luces
que nos encandilan
en esta noche oscura y nuestra,
somos una luz
 que se encuentra con otra luz
y queda iluminado el mundo
sin que nada se toque.

No sabemos ni el dónde
ni el por qué.
La ternura de todos los surcos
se han quedado enredados
en nuestros pasos
y los dulces instantes vividos
 siguen tenues
en nuestras almas vibrando.

Soñando luces,
 la emoción que brotó de nuestras vidas
que fue manantial desbordado
 ha tomado la ruta del alba
y ahora vuela por todos los prados.

Ya la noche se fue
pero quedan las luces
que con destellos dorados
 iluminan nuestra mirada,
 queda el velo
que al recuerdo se enlaza, apretado
 y nos mira en estrellas semidormidas
desde el cielo en nosotros rondando…

Soñando luces,
que parpadean al son de nuestros besos,
aquí en nuestras manos,
allí, dentro de nuestras almas,
perviviendo el prodigioso saber
 que nos hallamos juntos, muy juntos,
sin sufrir memorias de dolores pasados.

Nada de este milagro es recuerdo
 porque el recuerdo es la pena de sí misma,
 la tristeza del tamaño del tiempo
pero en nosotros,
 todo es eternidad, relámpago.

Soñando luces,
sólo vale vivir de cara hacia ese dónde,
queriéndolo, buscándolo.
Soñando luces,
como centellas de plata
la noche surcan
y al surgir el alba
 las nuevas emociones se atan 
como manojos de flores recién nacidas.

Todo sabe a canciones y a fruto
como un cáliz de eterna dulzura.
Se ha quedado tu vida en mi vida
como el alba se queda en los campos.

Soñando luces,
 anudamos emociones,
 sorprendemos sonrisas
entre nuestras manos caídas
desde el pájaro más vivo
que se asoma
a mirar nuestro viaje alado.

Por encima del mundanal ruido,
una larga ilusión se fue rondando
e inclinó la sombra de nuestras mentes
 en el rayo de luz de nuestros regazos.

Soñando luces,
todo el Cosmos se abre a nuestro paso,
iluminando nuestras huellas
que transitan
por el sendero brillante del amanecer.

Nuestra vida estalla en caricias,
en canciones inesperadas
y nuestras almas no pueden
alcanzar el silencio del poema sin palabras
 y saltan por nuestros labios
 hechas polvo de vibraciones íntimas.

Soñando luces,
despejando senderos oscuros
con diáfanas y puras emociones
 entre canciones felices
y el dolor nunca se dará cita
con las pintura transparente del cielo.

¡Soñando luces,
en todo nuestro existir,
arpegio divino
que nos une
en espejismos de grandeza!

Palabras al viento


Palabras al viento,
se fueron tras la cálida brisa,
dejando en su eco,
susurros en mi alma.

Palabras al viento,
se llevan mis monosílabos,
mis frases, mis palabras quedas,
mis versos de amor,
 ¿a dónde llegan?
¿qué buscan?

Se maduran los mundos a su llegada,
nada se puede ver ni tocar,
sólo están arremolinadas,
sueltas, desmadejadas,
deshilachadas, destejidas,
pero aún frente a todo,
son Amor, Amor único
que recorre el orbe,
dejando estelas
y perdurando en corazones
puros y embelesados.

¡Santas palabras!
Bajan por los tiempos milenarios,
necesitadas por almas
como tenues alas
viniendo del ayer hasta el hoy
 y yendo al mañana.
¿De qué lejos, misterioso su vuelo arranca,
nortes y sures, orientes, horizontes sin fin?.

Palabras al viento,
como innúmeras sombras calladas
llegan a ti, mi amor,
cada día más sentidas,
cada día trasmitiéndote más
 mi todo entero,
nunca desaparecen
ni se escapan.

Y entre temblores de risas,
como voz de vigía gritando
 ¡Tierra!
llegan una a una
a acariciar tus labios,
tu rostro, tu cuerpo
que siento ya mío.

Palabras al viento,
 todas en un sol tras otro
se vuelven claras, soñando,
cantan delante, detrás de ti,
ofreciéndose sin guardarse nada,
onda tras onda,
 rompiéndose en mil,
cien sílabas en tus brazos.

Palabras al viento,
se esfumaron de mi vida
como la niebla al amanecer,
para llegar a ti, mi amado amante,
así es su destino y
¡qué confusión,
sin ellas me siento perdida,
mis sentidos se bloquean
y mi cuerpo empieza a temblar!

Pero… sueño o realidad,
las palabras no se han perdido,
 fueron hacia ti, en secreto,
en suaves movimientos,
llegando a tu mundo interior,
 bloqueando tus sentidos
y haciendo que tu cuerpo temblara
tan sólo de escuchar sus susurros.

Palabras al viento,
 libres, airosas, juguetonas, necesitadas,
atraviesan cielos y cantos,
mares y horizontes,
ecos y silencios,
fronteras y murallas,
van a encontrarse,
a inquietar o a asombrar
al revelar lo sentido y expresado
 en todas las emociones
que ellas conllevan
pudiendo fundir tu corazón
en un profundo acto de amor.

Palabras al viento,
en volandas te envían belleza,
alegría, paz
que trasmiten en su canto
 la verdad de nuestro existir.
Palabras al viento,
 vírgenes, radiantes,
van como fulgores en monosílabas,
 trisílabas, frases
 en busca de la aventura
de estar en ti
entregadas una a una
en tu corazón apasionado.