Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 30 de diciembre de 2012

Sorpresa inesperada


Busco la felicidad



En los profundos rincones del Ser con misterioso capricho se esconde de mí la felicidad, me hace guiñadas y me sonríe, creo verla detrás de un ramo frondoso de alelíes, detrás de algún beso pasajero, de un fugaz y alegre te quiero.
Busco la felicidad, traviesa se esconde de mí, como un hada jugando al escondite en el bosque.
Pero sé que tarde o temprano la hallaré dormida debajo de algún fresno que cobije su alegre cantar.
¡Felicidad te busco! Dulce hada déjate alcanzar que mis manos te quieren alcanzar, mi corazón te anhela y en cada esquina puedo ver tu ropaje alejarse de mí y luego acercarse con total descaro y alegría.
Pequeña ¡no te escondas de mí! Deja que mis manos puedan alcanzarte, que mi alma toda pueda sentirte y tomarte como suya…
¡Oh felicidad, intenso sentimiento!, que nos lleva a un estado del ser perfecto y sublime.
Siente mis caricias, quédate conmigo porque juntas tú y yo podremos hacer que un pedacito de mundo cambie para bien…
Felicidad hazte presente con aromas de glicinas por el alba pura
entre vergeles escondida.
Estoy esperándote detrás de fragantes aromas desde largo tiempo atrás y te veo por las noches debajo de las estrellas, ¡ven y búscame aunque sea tan sólo un instante!

Canciones del alma


Flotan en el aire diáfano y claro, y las sonrisas florecen en un instante mágico.
Canciones del alma que olvidan las tristezas de cada caricia misteriosa, la soledad acompañada.
Canciones del alma que nos elevan al mundo interior, con aromas que dejan sueños inocentes y esperanzas puras.
Canciones del alma que se llevan todo el dolor enraizado en nuestro mundo interior, nos das luz, sonrisas y placeres de amor.
Canciones del alma que nos llevan a los cielos infinitos, nubes blancas, nimbos del olvido.
Son las canciones de nuestro amor, con misterios en nuestras miradas, sin oscuras tormentas de palabras y vienen de tan hondo que inundan el pecho.
Canciones del alma, que como voces del mundo han levantado sus soles en el interminable laberinto de la tierra y la esencialidad de su luz no se ha encontrado porque habita en el invisible corazón de la eternidad.
Nuestras canciones del alma más allá de las palabras, de los sentidos, y las ideas nos hacen unirnos en un estrecho lazo que nos acuna con fuerzas de esperanza.
Canciones del alma que agitan nuestra melodía de fuegos en las manos del arco iris.
Nuestras son, canciones de amor, que como cataratas silentes, día a día por las cumbres sencillas del viento desplazan su caudal de aromas en el tiempo y nos llevan lejos, muy lejos a un mundo habitado por nosotros dos.

Tú a mi lado


Tú a mi lado, espero tu voz por túneles, laberintos, desde una estrella lejana, pero tu voz al fin.
Tú a mi lado, milagro de dos prodigios, siempre por estar juntos.
Sin incógnitas, ni falsos desvaríos, los dos juntos besándonos con fervor.
Tú a mi lado, descansando de amar, cada detalle de tu alma quiero recorrerlo suavemente sin miedo a nada ni nadie, solos tú y yo.
Tú a mi lado, sumidos en destellos de amor, embriagados de nuestra piel, ser tuya sin que me toques si quiera la sombra.
Que seas mío sin necesidad de rozar tu cuerpo.
No quiero que te distancies, disfrutar el estar juntos, abrazarnos sin preguntarnos nada, del miedo a que no sea verdad que tú vives y me quieres.
Tú a mi lado, abrazados sin mirarnos, y sin tocarnos.
No vaya a ser que descubra con temores, con preguntas, con caricias, esa soledad inmensa de quererte sólo yo.
Ven conmigo, tú y yo a alcanzar el máximo sueño de dulzura intensa sin que entre nosotros nada se apague ni se olvide.
Mi amor se nutre de tu amor hasta siempre.
Tú a mi lado, haces que brote la dicha ignota, como un bálsamo, efluvio de noche primaveral…
Tú a mi lado y todo el entorno se nutre de campanillas, sones, augurios de felicidad, en un mundo de alegría que expresa en cada instante su melodía.
Tú a mi lado, haces que titilen en los cielos, como notas únicas, en la noche serena, las almas flotando en el más allá.