Mi Verso es un Canto

Mi verso es un canto, se desliza en mis hojas en blanco como un cisne en aguas de un lago, despacio, con ternura y paz.

La tarde pura de mi verso me da gozo al corazón y calma a mi alma.

Mi verso son lentas escrituras como el humo gris de las fogatas que lleva el viento sur por las noches hacia las estrellas.

Mi verso es un canto de campanas al vuelo, que trepidan el aire con su música de plata.

Solas las palabras con suspiros en suave tiempo imaginario rumorea una cadena de flores en transparencia de sueños.

Mi verso es un canto, nace de un corazón de agua y miel en una cascada de sonrisas y vaga llegando a las hojas que lo espera con música del alma.

La inspiración mana sin saber por qué y las palabras fluyen con acordes melodiosos recorriendo la corriente de mi mente como voces que parecían enmudecidas de los tiempos inmemoriales y que de pronto, como por milagro, recorriendo un largo camino aparecieron dando señales de existencia en pedazos de hojas desteñidas por el tiempo.

De mis ríos interiores, bien oculto estaba el verso durmiendo la esencia de su ser, despertó en una luz que estaba retenido en pimpollo en mi alma que al infinito ahora se alarga.

Mi verso es un canto, como hilos que conectan las estrellas y el mundo, como niebla que se fuga a las nubes más allá del horizonte.

Mi verso es un canto, como veladas voces cuyo velo aparto para que purificadas y transfiguradas se van en el aire meciendo su esencia y llegan desde lo hondo con delicadeza y alegría, como gotas de agua, despacio y de a una, al papel donde bailan una danza sin fin.




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domingo, 1 de junio de 2014

Camino de sabiduría


Mil historias


Contaré mil historias vacías
cuando te bese en contra del Universo
y perderé mi habla a lo largo del día
a cambio de una melodía con mis versos.

Mil historias de insólitos
cortejos de palabras
en los momentos perfectos
del vivir que liberan
y fascinan nuestros nombres
en noches de luna y estrellas.

Mil historias
que dejamos en el pasado,
perdiendo algunas,
casi todas,
en el olvido.

Así que contaré mil historias vacías
pero te tendré en lo hondo
de mi ser porque tú,
amado mío
vas en torno a lo que escribo,
eres mi inspiración,
eres mi todo.

Y por que tú,
mi luz de cada día,
llenas con devociones infinitas
todo lo que escribo,
mis frases,
mis palabras,
sobre vastos contornos a la deriva
de toda mi existencia.

Nueva forma,
misma historia,
mil historias,
llegó el momento de escribir
llena de pasión
y conocimientos ocultos en mi mente,
en mi alma y en mi corazón.

Llegó el momento
de desvanecer mis sentidos
en un cuento sin final,
en una historia que mi vida cambiará,
que la vida de todos cambiará.

Mil historias de amor
llenas de pasión y de ilusión
con mensajes
con ansias de vivir a pleno.

Mil historias que nos hacen
desaparecer y entregar
mis sentimientos a estos momentos,
que con su manto de colores,
rencores y dolores,
los han escondido.

Llegó el momento
de hablar con el corazón y de escribir
sintiéndome poeta en momentos
breves y de paz.

Mil historias que calaron
en ondas sucesivas cruzando
concéntricas tinieblas,
forjando mis días,
mis años,
en formas turbias en sucesión
de vivires en escenarios
de falsas pasiones y tedios infinitos.

Mil historias que desaparecen
por fin en la nada y vuelve la soledad,
toda desnuda,
inmaculada,
ajena a las maldades,
blanca,
muy blanca,
sin quejas ni llantos,
¿adónde se han ido?
No lo sé,
sí comprendo que se entrecruzaron,
se enredaron,
se deshilacharon en pedacitos de vida,
de minutos,
de segundos,
de un palpitar del ayer
que me trajo hasta el hoy.

Mil historias en las que voces en tropel
repican en mi mente
y parecen que vienen de otro lado,
de un dónde sin encuentros
de quienes las forjaron
entre giros de hilos de encaje,
entre nubes de sílabas,
frases,
palabras que marcan
el rumbo de un nuevo existir.

Te añoro


Te añoro
(En el aroma del recuerdo
y en la brisa fresca
que trae memorias)
Te espero

Te añoro
(En cada mirada,
en cada sonrisa,
en la frescura de tus besos)
Te espero

Te añoro
(En cada destello de ilusión
con la que mi alma vibra)
Te espero

Te añoro
(En mis días largos
y en mis noches tristes)
Te espero

Te añoro
(En el gran vacío
que dejaste en mi corazón
y en mi alma)
Te espero

Te añoro
(Aún
en la soledad de la noche)
Te espero

Te añoro
(Desde la lejanía
distante e inconmensurable)
Te añoro

Te añoro
(Desde
distancias sin tiempo)
Te espero

Te añoro
(En los rincones de mi esperanza
para que me salpiques de ternura)
Te espero

Te añoro
(En el trueno y en la luna,
en la lluvia torrencial
y callada)
Te espero

Te añoro
(En los confines del orbe,
en el silencio del cielo)
Te espero

Te añoro
(Entre imanes de imágenes
y en la oscuridad
que me envuelve)
Te espero

Te añoro
(Entre los bosques umbríos
que entrelazan sus raíces)
Te espero

Te añoro
(En el refugio cálido
de mi corazón enamorado)
Te espero

Te añoro
(Navegando en mis recuerdos
de nuestro amor vivido)
Te espero

Te añoro
(En mis tardes desoladas
y mis crepúsculos de ensueño)
Te espero

Te añoro por el beso secreto,
en lo sublime de lo oculto,
en el mar en calma,
en la tormenta,
en el viento que canta,
en el silencio vacío,
en el abismo del océano,
en el mismo cielo.
Te busco y te espero.

Dos títeres


Dos títeres,
somos dos seres que sin rostro y sin piel
 nos amamos con total intensidad,
manejados no sé por quién.

¿Quién rige nuestras vidas?
Vaga historia,
formas turbias,
 sucesión de ademanes con cadencias.

Y en nuestros escenarios de vida,
surgen de pronto,
 veloces animaciones,
 falsos besos
a través de nuestra aparente piel
y sufrimos condenados sin remedio
 a pasiones y a ilusiones vanas.

Nuestros cuerpos se acercan,
se tocan,
se llaman pero en un instante,
 sin darnos cuenta
 se paran tan sólo frente a frente
 entre enredos de hilos multicolores
 y volvemos a la soledad,
toda desnuda sin ver en nuestro interior
la tela blanca de nuestras vestiduras,
 inmaculada,
 ajenas a las maldades
que en ella pretenden,
 unos extraños, cometer.

Dos títeres,
 que entre hilos de voz,
que se oyen en la noche,
nos acercan y nos alejan,
¿Quién,
de dónde,
por qué?
 y entre luces inciertas
 nos amamos.

Juntos,
muy juntos,
de improviso,
desapareces en un telón oscuro y misterioso,
 ¿Adónde estás?
¿Por qué te alejas?
Y yo sola quedo desmadejada
y quieta en el suelo polvoriento del teatrillo.

Por mis mejillas
resbalan lágrimas de color
y esos lagrimones tristes,
 dejan manchas en mi vestido
 de estopa y algodón
como pétalos encarnados
de mil colores diferentes.

Y mi voz que sólo tú escuchas,
te dice temblando y con frío
 “soy el dolor que por donde andas,
ando.
No clames más,
 tu corazón es mío.

Títeres,
 fantoches,
 polichinelas nos llaman,
 brindamos risas por doquier
pero en nuestro interior con voces prestadas,
chillonas,
 agudas, falsas,
sufrimos por amor,
 habitamos un cuerpo que no es nuestro
y no pueden sujetar
con trenzas o lazos nuestros corazones
que están unidos por un eterno tiempo.

¿Quién nos hizo?
¿Por qué?
 Vivimos en un hoy
 que no es nuestro
y con redoblada fuerza
sacudo el silencioso corazón
de quien nos une y desune a la vez
 y sólo hay una puerta
que ni a mis golpes responde,
es inútil cambiar,
es inútil gritar,
sólo nos queda amarnos
 en esos instantes en que por milagro,
estamos juntos,
muy juntos.

El tiempo es un río que huye
y en algún momento en un arcón de madera
 nos dejarán juntos y todo quedará atrás
en las sombras de un remoto ayer
y así podremos amarnos,
reír, vivir nuestro existir,
 mirándonos a través
de nuestros ojos de cristal policromados
 y siempre abiertos.

La eternidad será nuestra casa
que al fin hemos de habitar
y no habrá hilos ni lazos
que nos puedan separar.

Dos títeres que se aman
 y que ya no temen a la muerte ni a la vida,
 sólo les queda soñar y así todo pasa,
 sin que la transparencia del mañana
se enturbie jamás.